Servindi, 18 de febrero, 2020.- Continúan movilizados. Alrededor de 200 indígenas del pueblo Awajún y Wampis de la Amazonía, continúan protestando ante la falta de atención a sus problemas y las posibles amenazas de una futura invasión minera.
La protesta de los pueblos indígenas pertenecientes al distrito de El Cenepa en la provincia de Condorcanqui, inició el pasado 10 de febrero frente a la sede del Gobierno Regional de Amazonas debido al reconocimiento legal de dos comunidades que estarían a favor de la minería.
Según los líderes indígenas, el reconocimiento de las comunidades Jempets y Kumpanam no sólo favorecía la actividad minera dentro de la Cordillera del Cóndor —donde se ubica el área prevista para el Parque Nacional Ichigkat Muja—; sino que además formaba parte de una maniobra para dar pie al proyecto minero de la empresa Afrodita.
Aunque el reconocimiento de ambas comunidades fue anulado el último 11 de febrero —un día después del inicio de la protesta—, los indígenas no han cesado en su reclamo ya que aseguran que esta medida no les garantiza que este proceso y, otros en el futuro, se puedan reanudar.
La defensa del Parque Nacional
Desde hace más de 10 años, los pueblos Awajún y Wampis enfrentan un proceso judicial en busca de la recuperación de un espacio del Parque Nacional Ichigkat Muja que fue recortado de su expansión original.
El parque que inicialmente contaría con un área de más de 152 mil hectáreas, terminó siendo recortado —inconsultamente— a solo 88 mil hectáreas.
La publicación "Crónica de un engaño", editada el año 2009 por el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IGWIA), brinda evidencias sobre los intereses detrás de este recorte.
«El área original fue recortada en 69.829 hectáreas, dejando sin protección todas las cabeceras de los ríos Comaina, Numpatkeim y Sawientsa, afluentes del Cenepa. […] Convenientemente fuera del Parque Nacional quedó el área donde se concentraban las propiedades de Minera Afrodita [...]».
Un segundo proceso judicial de los pueblos indígenas exige la anulación de las 109 concesiones otorgadas a la minera Afrodita. Aunque este último reclamo ya ha tenido una sentencia favorable en primera instancia, los dos procesos judiciales no han concluido a la fecha.
Estas exigencias se suman a los problemáticas que afronta los pueblos Awajún y Wampis en El Cenepa y que hasta el momento no habrían sido atendidos.
Entre estos asuntos se encuentran la desnutrición crónica infantil, el índice alto de las enfermedades del VIH-SIDA, problemas de la minería ilegal en las cuencas hídricas y en la Cordillera del Cóndor, despojo de los territorios por monocultivo, y en los últimos años, la alarmante aparición de sembríos de amapola y campamentos para la elaboración de cocaína.
Por todo esto, los pueblos indígenas solicitan la formación de una mesa de diálogo que atienda su plataforma de lucha, según informa un reporte de Vigilante Amazónico.
Es de considerar que esta grave situación puede ser la oportunidad para que las diversas instancias gubernamentales puedan dar fin a la vulneración de los derechos colectivos en la zona.
Entre los derechos afectados están el derecho al territorio, a la vida, a un ambiente sano y equilibrado, a la identidad cultural, al propio modelo de desarrollo, a la consulta previa y consentimiento, y el derecho a la autodeterminación de más de 60 mil ciudadanos y ciudadanas indígenas que viven en esta parte del territorio peruano desde tiempos ancestrales.
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