Servindi, 15 de octubre, 2019.- Un reciente informe del portal periodístico Ojo Público reveló que en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del Aeropuerto Chinchero del Cusco, no se detallaron los efectos que podría tener la obra sobre las cuatro microcuencas que cruza y que abastecen de agua al Cusco y a dos comunidades indígenas.
Pese a que en el EIA que fue elaborado por ACON Ambiental Consultores S.A.C. y revisado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) se reconoce la existencia de cuatro zonas hídricas en el área de influencia del aeropuerto; no se especifican los efectos que podrían surgir en ellas a partir de las construcciones.
Los recintos que no fueron considerados son la laguna de Huaypo y las quebradas Urquillos, Marcuyhuayjo y Ccorimarca, siendo esta última un gran abastecedor para dos importantes fuentes de agua: Poncolay y Piuray.
Sobre la laguna Poncolay, Ojo Público detalla que es utilizada para regar los cultivos de papa, quinua y kiwicha en las comunidades Yanacona y Huila Huila, zonas que figuran en la Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios.
El medio periodístico informa que el pasado 18 de junio, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) le otorgó el permiso a la empresa Altesa Contratistas Generales S.A. para extraer 6.688 metros cúbicos de agua de la laguna Poncolay hasta fines del 2019.
La secretaria de la Junta de Regantes de Chakapunku (Huila Huila), Rocío Cjuiro Messco, denunció que la máxima autoridad del agua jamás les consultó sobre la autorización. «La laguna de Poncolay se está muriendo, su nivel ha disminuido en algunas zonas del perímetro desde que Altesa extrae agua. La ANA nunca nos preguntó antes de emitir su resolución», explicó.
«La construcción del aeropuerto no fue sometida a consulta previa en este pueblo quechua ni en la vecina comunidad de Yanacona, pese a que la Ley 29785 contempla este mecanismo cuando se realizan obras que pueden afectar los derechos colectivos de sus habitantes», señala Ojo Público.
Por otro lado, el portal periodístico informa que el lago Piuray brinda el 38% del agua que llega a la provincia de Cusco — principalmente al centro histórico—, según datos difundidos por la Empresa Prestado de Servicios de Saneamiento Sedacusco.
«El sistema de humedales que abastece a la laguna Piuray se va a perder, y el agua de esta cuenca, que es la que llega a la capital de Cusco, se verá afectada», advierte el ingeniero zootecnista Juan Víctor Béjar, miembro del Centro Bartolomé de las Casas.
Defensa y denuncia
Ojo Público logró contactar al jefe del Gabinete de Asesores del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), Eduardo Gonzales, quien aseguró que para la construcción del aeropuerto solo se utilizará el 2% de las aguas subterráneas disponibles.
«No habrá mayor consecuencia porque estas aguas se renuevan en la época de lluvia. Tampoco se afectará ninguna cabecera de cuenca, no habrá impacto en el agua de Chinchero ni en Cusco», aseguró Gonzales.
No obstante, el ingeniero agrícola y especialista en gestión social del agua Marco Zeisser Polatsik, consideró que el EIA del Aeropuerto de Chinchero estaría vulnerando la Ley de Recursos Hídricos porque no logra identificar los usos del agua, las fuentes ni los usuarios en el área de influencia del proyecto. «Esta omisión va en contra de la política oficial de manejo del agua. El EIA debió detallar las afectaciones cuenca por cuenca para garantizar la disponibilidad del recurso», puntualizó.
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