Noruega y Alemania confirmaron que dejarán de enviar dinero para el Fondo Amazonía, proyecto que se encarga de luchar contra la deforestación en Brasil. Esta decisión se debe a las políticas de Jair Bolsonaro y al aumento de la deforestación durante su administración. ¿Quedará desamparado el bosque forestal más grande del planeta?
Por José Díaz
Servindi, 19 de agosto, 2019.- Lo que hace una semana era un rumor, fue confirmado el último fin de semana. Alemania y Noruega, los dos principales donadores de fondos para la protección de la Amazonía brasileña, congelaron sus fondos ante las políticas anti-ecologistas del Gobierno de Brasil. Una nueva mala noticia para el bosque forestal más grande del planeta Tierra.
De esta manera, el Fondo Amazonía, proyecto que desde el 2008 lucha contra la deforestación, he quedado desamparado. Con ello se pondrían en riesgo los US$ 1200 millones que este proyecto ya ha invertido en la Amazonía para crear programas de desarrollo sostenible y campañas de lucha contra la deforestación.
“Las políticas del Gobierno brasileño en el Amazonas despiertan dudas sobre si aún están persiguiendo el objetivo de reducir de forma sostenida la tasa de deforestación”, dijo la ministra del ambienta alemana Svenja Schulze. Mientras tanto, la ministra noruega Ola Elvestuen dijo que “Brasil demuestra que ya no quieren detener la deforestación”.
En resumen, para este año el Fondo Amazonía dejará de recibir 75 millones de euros entre Noruega y Alemania. Con esto la situación de la Amazonía queda expuesta a graves peligros pues Brasil tiene el 60% de un bosque forestal que comparte con otros nueva países de Sudamérica.
Más crisis política
La respuesta brasileña la hizo el propio presidente Jair Bolsonaro quien luego de haber criticado inicialmente a Angela Merkel, atacó a Noruega. “¿Noruega no es esa que mata ballenas allí encima, en el Polo Norte? ¿Qué también explota petróleo allí? No tiene nada que ofrecernos”, dijo el presidente brasileño luego de la decisión adoptada por el Gobierno de Noruega.
Brasil es el país con mayor selva amazónica en el continente. Tiene 7 mil millones de hectáreas y en el último año la tasa de deforestación aumentó en 278%, con lo que se calcula que casi 6 mil kilómetros cuadrados han sido deforestados solo en los últimos 12 meses.
Asimismo, la administración de Jair Bolsonaro ha debilitado distintas instituciones encargadas de proteger y revitalizar a las poblaciones amazónicas. Por ejemplo, en febrero de este año anunció una serie de medidas que debilitan a la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) encargada de proteger los territorios indígenas.
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— Servindi (@Servindi) August 17, 2019