Tenemos que crear mejores herramientas de comunicación, para que los colombianos conozcan la realidad del despojo y desplazamiento y del por qué miles de niños están confinados en el Pacífico, sin que el gobierno garantice el goce de los derechos humanos para las naciones y pueblos ancestrales.
Pueblos milenarios y ancestrales
Por Armando Custodio Wouriyu Valbuena*
8 de mayo, 2019.- El resguardo Predio Putumayo, tiene una extensión de 5.869.447 hectáreas, y allí viven los pueblos milenarios y ancestrales: Siona, Murui, Mirañas, Boras, Andoques, Ocainas, Muinane y Nonuya.
Es un espacio territorial donde viven menos de 10.000 personas, territorio de especial flora y fauna, un ecosistema donde se producen oxígeno para el mundo. El resguardo de la Media y Alta Guajira tiene una extensión de 1.250.000 hectáreas, el departamento del Cauca tiene en su totalidad: 2.938.000 hectáreas, de los cuales los territorios milenarios y ancestrales son 531.200 hectáreas en 84 resguardos.
Que particularidad tenemos en estas tres situaciones:
1. El resguardo del predio Putumayo, es un ecosistema frágil, deseado por las empresas multinacionales y por el cual el gobierno, que no es propietario, trata de reglamentar su uso para el usufructo del capital privado nacional e internacional, además de la tala de bosques y los procesos de privatización por medio de la creación de parques nacionales.
2. Las tierras tituladas bajo la figura de resguardos en el Cauca, se encuentran ubicados en las montañas o páramos, donde están las nacientes de las aguas, gran parte de estas son usufructuadas por las empresas del monocultivo de la caña y además represas que producen acumulación de capital para las empresas productoras de energía eléctrica.
3. El resguardo de la Media y Alta Guajira, es desierto y está siendo afectada por el calentamiento global, la temperatura de las aguas del mar aumenta y por lo tanto los peces se alejan más de las costas buscando aguas frías, afectando el sistema alimentario de las familias de los distintos eirruku –colectivos– que viven en más de 350 kilómetros de costa.
Igualmente, los huracanes se alejan y demoran más tiempo en volver, por lo tanto el abastecimiento de agua al desierto se ve afectado, y el río Ranchería, que abastecía de agua los ríos subterráneos del desierto, ya no lo hacen por la construcción de una represa y la mina del Cerrejón que hoy tiene un hueco de más de 12.000 hectáreas.
Ahora bien, los medios de comunicación televisados y escritos, que son propiedad del capital privado dueño de los bancos y empresas de infraestructura, realizan labores públicas de comunicación, con dineros del Estado, con una visión autoritaria, camino al fascismo creando mentiras y más mentiras, entre ellas sobre los temas de los territorios.
De acuerdo al censo agropecuario, realizado por instituciones oficiales, después de 45 años, encontramos lo siguiente: 2362 personas poseen 40,6 millones de hectáreas de tierras productivas, con un promedio de 17.195 hectáreas, y el 42 % de estas tierras no tienen claridad de la propiedad.
Tenemos que crear mejores herramientas de comunicación, para que los 49 millones de colombianos conozcan esta realidad del despojo y desplazamiento y del por qué miles de niños están confinados en el Pacífico, sin que hasta el momento haya acciones gubernamentales de cumplimiento en los deberes del uso y goce de los derechos humanos para las naciones y /o pueblos ancestrales en el Pacifico.
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*Armando Custodio Wouriyu Valbuena, coordinador de economia solidaria de la CAOI, presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia - ONIC. 1999-2003. Maestro de Sabiduria - Unesco 2009, pertenece a la Asociación de Jefes familiares de la Zona Norte Wayuu Araurayu. Celular: 3107566758 / 3145718745