Entrevista con físico Ricardo Giesecke, experto en temas ambientales.
Por Cecilia Remón
Noticias Aliadas, 6 de abril, 2019.- El físico Ricardo Giesecke es una de las voces más autorizadas en temas ambientales en el Perú y América Latina. Con una larga trayectoria académica y profesional, ha desempeñado altos cargos públicos, como viceministro de Energía y Minas y ministro del Ambiente, así como en el sector privado y organismos internacionales.
Cecilia Remón, editora de Noticias Aliadas, conversó con Giesecke sobre cómo está afectando el cambio climático el agua y la hidrología.
– ¿Cómo está afectando el agua el cambio climático?
El cambio climático altera la hidrología global, altera la hidrología de cada país. El cambio climático lo primero que hace es cambiar los patrones de las lluvias, que ya no llueve como llovía antes. La hidrología es la ingeniería que se encarga de medir cuánta agua viene en qué momentos del año, de dónde, cómo son las cuencas, cuáles son las cuencas de captación, de qué tamaño, etc.
El agua es el primer factor, vamos a llamarlo así, víctima del cambio climático. ¿Por qué se produce el cambio climático? Porque hay más calor, más energía en la atmósfera, y todo lo que se movía en la atmósfera se mueve ahora más rápido y más desordenado, o sea con otro orden que no hemos entendido cuál es todavía.
Por ejemplo, en el Mantaro, al centro del país, llovía en octubre, entonces la gente se preparaba para empezar a sembrar con la llegada del agua. Desde hace 10 o 12 años ya no se comporta igual. Ya no llueve en octubre, sino en noviembre. Se pierden las semillas porque no hubo agua. En un momento sembraron, llovió en octubre, pero dejó de llover en noviembre, y perdieron sus cultivos. La gente llegó a la conclusión que no deben sembrar en octubre; entonces siembran en diciembre, porque de todas maneras llueve. Pero ahora en diciembre llueve muchísimo más, entonces el agua se lleva el terreno con las cosechas.
La tercera cosecha la hacían en marzo sembraban productos más ligeros como vainitas, panllevar. Un día sembraron en marzo, pero en abril dejó de llover, llegaron las heladas y perdieron todo.
– ¿Cuál es la principal fuente de agua en el Perú?
El agua que hay en el Perú proviene de la selva amazónica, porque en el Perú es donde más árboles en pie de bosques originarios hay. Brasil ya habría deforestado un área más grande que toda la selva del Perú, que se encuentra en un proceso de convertirse en sabana, proceso que es irreversible. Si se deforesta más de la mitad de los boques originarios, estos ya no se recuperan; el suelo empieza a secarse y solamente crece vegetación arbustiva.
Toda la humedad, contenida en la Amazonia brasileña y aquella producto de la evaporación del agua del océano Atlántico que entra por Brasil, donde se sigue realimentando, produciendo una masa de humedad enorme, que los vientos alisios soplan hacia el oeste, empujan hasta la cordillera de los Andes tropicales, que constituye una barrera formidable donde esas masas de humedad chocan, se desvían y se convierten en los “ríos voladores” que alimentan de lluvias el sur de Bolivia, el Chaco, Paraguay, norte de Argentina, etc.
La cantidad de humedad que llega hasta la cordillera, como es tan grande y tiene que cambiar de dirección, se va acumulando. Algunas masas pasan por encima de la montaña, a 4,500 msnm, donde hace suficiente frío para producir su condensación y conversión en agua de lluvias que alimentan los glaciares y los territorios interandinos.
La Cordillera Blanca, en el centro del país, es la que concentra la mayor cantidad de glaciares. En el río Santa, que tiene su nacimiento en la laguna de Conococha, desde hace unos 15 años, en época de estiaje, verano, sol, calor y cero lluvias, se mantiene un caudal considerable de agua debido al deshielo de la cadena de glaciares que forman esta cordillera, glaciares que se están derritiendo y desapareciendo a una velocidad que se va incrementando con el aumento de la temperatura global.
Una vez que solo quede 5% a 10% de los glaciares, el volumen de agua del río Santa puede disminuir en aproximadamente un 30% en época de estiaje y durante la estación de lluvias, como los glaciares ya no capturan agua en forma de hielo ni de nieve, el caudal del río Santa puede aumentar hasta en un 30% a 40% y el volumen del agua que baja puede generar avenidas que pueden arrastrar con todo, dentro y fuera de su cauce natural, y rebalsar los canales de la infraestructura de irrigación existente.
– ¿Cómo funcionan los glaciares?
Los glaciares del Perú funcionan como grandes reservorios, se constituyen en grandes reguladores del agua para las cuencas de origen glaciar y en especial para explicar la existencia de las culturas y de pueblos altoandinos. Los glaciares en época de lluvias atrapan la mayor cantidad de agua en forma de nieve o hielo. En las épocas de ausencia de lluvias, los glaciares se derriten lentamente formando lagunas y recargando acuíferos y bofedales de las montañas debajo de ellos. El agua de la montaña que proveen los glaciares brota en los manantes, en los manantiales y en los ojos de agua, tanto en época de lluvias como en época seca gracias a los glaciares. Eso lo descubrieron nuestros ancestros de las culturas altoandinas.
El Perú tiene entre 75% y 80% de todos los glaciares tropicales del mundo. No es cualquier cosa, es una situación emblemática interesante. Los Andes tropicales se encuentran básicamente en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, el resto de los glaciares está en el hemisferio norte o pertenece a la zona ecuatorial. En Colombia hay uno o dos glaciares, en Ecuador también, uno o dos importantes, los grandes volcanes. En Bolivia, los glaciares corresponden al final de la zona tropical y por tanto es un clima que normalmente podría ser tropical, pero a los 4,200 msnm es otra cosa.
Antiguamente, en época de lluvias, pueblos y ciudades aguas abajo no recibían tanta agua porque el glaciar morigeraba un poco la cantidad de agua y no había tantos huaycos (alud de agua, tierra y piedras).
Cuando terminaba la época de lluvias, el glaciar empezaba su proceso de derretimiento suave y alimentaba las zonas de recarga de acuíferos. Durante seis meses no caía una gota de lluvia. Entonces, la gente vivía del agua producida por el glaciar. A través de esos acuíferos el agua llegaba a 10, 15, 20 km de distancia. Pero como el glaciar estaba ahí permanentemente, siempre había agua.
Sin embargo, si deja de llover por más tiempo, los glaciares empiezan a disolverse. Los glaciares empiezan a retraerse hasta las partes más altas que son las más frías. Y el agua que entraba a los acuíferos más altos en esas zonas, ya no se produce y por tanto no entra nada.
– ¿Qué alternativas plantea?
Entendiendo cómo funciona el agua —porque la hidrología ha cambiado, llueve en otras épocas, llueve en mayores cantidades, llueve en menores cantidades— hay un desbarajuste en temas climáticos. En las zonas altoandinas, me refiero a los 3,500-3,800 msnm, no hay ríos. Mi solución es buscar dónde han desaparecido glaciares y hacer unas lagunas de altura con unas paredes de 3 o 4 m de ancho y no más de 2 m de alto, pero con una gran extensión, puede ser 1 km o 2 km de espejo. Eso va a hacer que se tenga el agua que se va a acumular ahí y el agua se va a redistribuir por donde se redistribuía el agua del glaciar, es un poco como poner la llanta de repuesto al glaciar que desapareció, porque esos acuíferos irrigados por los glaciares seguirán estando donde estaban.
Mi solución es buscar dónde han desaparecido glaciares y hacer unas lagunas de altura con unas paredes de 3 o 4 m de ancho y no más de 2 m de alto, pero con una gran extensión, puede ser 1 km o 2 km de espejo. Eso va a hacer que se tenga el agua que se va a acumular ahí y el agua se va a redistribuir por donde se redistribuía el agua del glaciar, es un poco como poner la llanta de repuesto al glaciar que desapareció, porque esos acuíferos irrigados por los glaciares seguirán estando donde estaban.
Ya no es posible pensar que en octubre va a empezar a llover y que va a durar hasta mayo. Entonces, se puede construir una pequeña represa para tener agua cuando se necesite, pero eso cumple varias funciones de manera simultánea, como tener agua en casa para mejorar la higiene y la comodidad de no tener que ir a buscarla al río o manante, obligando a las mujeres a caminar largas distancias para recoger el agua de manera cotidiana y obligatoria.
Hay que defender la zona de recarga de los acuíferos a como dé lugar. En un país que está sufriendo los efectos negativos del cambio climático con consecuencias más graves que cualquiera de los otros, porque dependemos de los glaciares, porque dependemos del agua recolectada en los acuíferos de las montañas y dependemos de que las cosas no cambien demasiado porque nos vamos a quedar sin agua, ¿cómo es posible que alguien venga y diga que va a destruir una laguna para hacer unos grandes tajos para que la minería moderna pueda recuperar el oro o el cobre, y que para reemplazar las lagunas altoandinas se van a construir reservorios artificiales? Esas lagunas tienen 3 millones de años y nunca necesitaron mantenimiento. ¿La gran minería me va a construir otra que sea más o menos igual? ¿Quién va a velar por la operación y mantenimiento de ese reservorio cuando la gran minería termine sus operaciones y se vaya?
¿cómo es posible que alguien venga y diga que va a destruir una laguna para hacer unos grandes tajos para que la minería moderna pueda recuperar el oro o el cobre, y que para reemplazar las lagunas altoandinas se van a construir reservorios artificiales? Esas lagunas tienen 3 millones de años y nunca necesitaron mantenimiento. ¿La gran minería me va a construir otra que sea más o menos igual? ¿Quién va a velar por la operación y mantenimiento de ese reservorio cuando la gran minería termine sus operaciones y se vaya?
No hay precio para reemplazar esas lagunas, todas las zonas de recarga de acuíferos, no son “charquitos”, esa agua que está ahí pasa por debajo del ichu (pasto del altiplano andino), así impide su evaporación rápida y el agua sigue percolando hacia la parte de los acuíferos, y con esos acuíferos el agua está llegando a muchos lugares, incluso a las napas freáticas de las ciudades de la costa.