Servindi, 13 de febrero, 2019.- Los peruanos tienen ahora una valiosa ayuda para escoger y poner a sus hijos/as nombres que corresponden a las lenguas y culturas originarias del Perú.
Ello gracias a la serie "Tesoro de nombres" que acaba de presentar su sétima versión correspondiente a los nombres shipibo-konibo.
El mérito corresponde al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) que proporciona estas herramientas para que los registradores civiles sepan escribirlos con propiedad.
De esta manera, se evitan problemas y errores al registrar los nombres y es, además, una forma de incentivar su uso y combatir la discriminación.
El Tesoro de nombres shipibo-konibo es el sétimo que el organismo registral publica y el primero durante el 2019, “Año Internacional de las Lenguas Indígenas”.
Los anteriores tesoros fueron de nombres en quechua de Apurímac (2012), awajún (2012), jaqaru (2015), matsés (2016), wampis (2017) y aimara (2018).
Cabe destacar que los tesoros incluyen, además de los nombres y sus significados, aspectos históricos y culturales de cada pueblo.
Tesoro de nombres shipibo-konibo
En el caso de los shipibo-konibo, se explica la coexistencia de un nombre originario o “verdadero” y uno “oficial” de procedencia hispana o mestiza.
El primer nombre es usado al interior de la comunidad y el segundo, para vincularse con el Estado y el resto de la sociedad.
El Tesoro de nombres shipibo-konibo, al contener una relación de nombres originarios, contribuye a legitimar una práctica ancestral y a acercar el Estado al ciudadano.
Los tesoros son resultado de estudios especializados, y el último de ellos estuvo a cargo de la antropóloga y lingüista Pilar Valenzuela Bismarck.
El RENIEC mantiene todos los tesoros publicados a disposición del público interesado en la Escuela Registral del organismo público.
Presentaron el Tesoro de nombres shipibo-konibo: Agustín Panizo, director de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura, Pilar Valenzuela, lingüista especializada en shipibo-konibo; Olinda Silvano, artista y representante del pueblo shipibo-konibo y Danny Santa María, subgerente de Investigación Académica del RENIEC.