La economía indígena y la economía griega: origen, realidad actual y sentido de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú” ¹
Por Shuar Velásquez*
Primera parte
Origen y concepto de la palabra “economía”
La “economía” proviene de “oikonomía”, que es una palabra compuesta griega:
Oikos: que significa “vivienda, casa; inmueble, propiedad”.
Nomos: que significa “leyes, normas, reglas”.
Una definición textual sería: “la economía es una ciencia que trata del gobierno de la casa”. Pero la definición para el público podría ser: “la economía es una ciencia que trata de la administración adecuada de los bienes de la casa”. Ambas definiciones son similares y nos permiten acercarnos a lo central de la presente exposición.
Ahora, pregunta para todos: ¿Por qué la “economía” se ha preocupado por la administración adecuada de los bienes de la casa?
Esto es así porque hay un tema en economía que se llama la escacés (no tener aquello que se necesita en el momento indicado. No es No tener nada –que eso es la miseria– sino, tener “necesidades manejables”). Cuando analizamos y estudiamos el tema de la escacés, notamos que es un fenómeno que ha pasado en todas las culturas y pueblos. En los chinos, hindúes, árabes, judíos y también en los indígenas.
Por lo tanto, podemos deducir que la economía es un fenómeno universal.
(Un aspecto que no hay que olvidar es que la “oikonomía” es una ciencia doméstica, femenina. ¿Quién administra mejor los bienes de la casa?)
Segunda parte
Diferencias y similitudes entre la Economía Indígena y Economía Griega
Economía Indígena:
Es cíclica (existe solo el pasado y el presente: “mis ancestros y lo que comeré hoy”).
No ha habido una teorización de la economía (“somos una civilización del lenguaje”).
No se han desarrollado unas ecuaciones de la economía.
No ha existido el dinero.
Economía Griega:
Es lineal (existe el pasado, el presente y el futuro).
Ha habido una teorización de la economía (Tales de Mileto; Aristóteles y “la crematística”).
Se han desarrollado unas ecuaciones de la economía (se hacen números, cifras: “se cuantifican las cosas”).
Aquí sí ha existido el dinero.
¿Y cuál es la similitud entre ambas economías? La escacés.
Tercera parte
¿En qué momento vemos la INCURSIÓN del dinero al interior de los Pueblos Indígenas?
En el continente americano:
Lo vemos en el Siglo XV: 1492, con la llegada de Colón a América.
También en el Siglo XVI: 1519 la Corona Española conquista a los mayas.
Así mismo en el Siglo XVI: 1532 la Corona Española captura a Atahualpa en Cajamarca (Incas).
¿Y en el caso de la Amazonía Peruana?
Lo notamos en el Siglo XVI: con las misiones religiosas católica (jesuitas, dominicos, franciscanos, etc..).
También a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX: en la época del caucho. La oscura historia de esclavización de los indígenas en Loreto y el comercio de dicho látex.
En 1960-1988: con la industria petrolera (la construcción del Oleoducto Nor-Peruano y las explotaciones hidrocarburíferas).
En 1985-1990: con el sistema del crédito agrario del RIMANACUY (se creó por eso años el Banco Agrario).
Últimamente el año 2004: con la explotación de los yacimientos del gas de Camisea, en territorio de los matsiguengas, en el Dpto. de Cusco.
Cuarta Parte
¿En qué situación nos encontramos los Pueblos Indígenas en el Siglo XXI?
1. De la escacés (tener algo) estamos pasado, en varios lugares de nuestra Amazonía, a la miseria (no tener nada: por ejemplo, los niños indígenas limosneros de Pucallpa, Bagua. Las jóvenes indígenas que están entrando a la prostitución, las drogas, etc.)
2. El dinero se ha vuelto una necesidad infraenqueable. No hay mucho por pescar, cazar y recolectar: para comer carne, fruta, peces, hay que comprar. Ya vida se está volviendo más difícil en cuanto al acceso a los recursos. Esto significa que hay que tener dinero.
3. Existen nuevas necesidades:
La necesidad de trabajo remunerado entre la población joven.
Necesidad de afrontar la salud con recursos propios.
Necesidad de estudios superiores con recursos propios.
La necesidad de la mejor de la infraestructura: casa, caminos, puentes, etc.
Necesidad de tener acceso al mercado en condiciones de igualdad, entre otras vastas necesidades.
Ante estas nuevas necesidades en el Siglo XXI, con el objetivo de acompañar este proceso y crear oportunidades económicas nace la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú (CCPIP):
Institución nacional indígena que tiene como base los valores ancestrales de responsabilidad, redistribución, reciprocidad y relación. Valores indígenas practicados en todo el mundo y sin los cuales no entendemos la búsqueda de las oportunidades económicas.
Busca y defiende los Derechos Económicos de los Pueblos Indígenas ante el Estado y la sociedad con perspectiva nacional (el caso de la empresa de ropa “Kuna” con los shipibos).
Promueve, asocia e incentiva emprendimientos económicos con “marca” indígena.
Da servicios de capacitación sobre este otro mundo al que podríamos llamar “negocios, capital, economía” (cuyo fin es ser medios para generar recursos, y con ellos ser comunidades y pueblos en mejores condiciones).
Sirve como espacio para que las asociaciones y diferentes negocios relacionados a la economía indígena encuentren compradores y promuevan nuevos proyectos con instituciones y personas no indígenas.
Tiene como reglas el aprovechamiento sostenible del bosque, el tratamiento equitativo en cuánto a precios entre vendedor y comprador y el respeto a la cultura (inter-cultura, ya que es una relación dual).
Es también un espacio para la reflexión económica y el diálogo global, buscando siempre el buen vivir de las personas.
Lecciones
I. La economía es otro mundo; tienes sus propios principios, y sus integrantes tienen sus propias aspiraciones.
II. Por eso, el tratamiento y el ejercicio de los fines de la Economía Indígena deben ser autónomos. No obstante, tanto el aparato político como el aparato económico deben ir de la mano. Es como el cuerpo humano, que tiene dos pies y dos manos, están separados pero unidos en un mismo cuerpo, que en este caso sería el cuerpo social indígena). No deben invadirse. Tiene que haber un respeto mutuo: son dos ámbitos de poder diferentes pero complementarios y se necesitan.
III. Esto han entendido nuestros hermanos indígenas de Chile, de México, Nueva Zelanda, Canadá, los Estados Unidos. De lo contrario, pongamos como ejemplo cómo casos de proyectos interesantes (de economía) han fracasado por la intromisión del aparato político y al revés también. El negocio del veneno de las serpientes en el Alto Marañón, del Consejo Aguaruna y Huambisa-CAH². Para comprender este tema de manera más amplia, miremos lo que está pasando también en el Perú con el tema de la corrupción y Odebrecht.
IV. Es un camino un poco largo por recorrer, pero necesario y la meta debe ser “la autonomía financiera de nuestros habitantes sobre la base de nuestros valores y recursos que la naturaleza nos ha dado”- Esto generará respeto en relación con el resto de la sociedad peruana.
En definitiva, debemos mirar con optimismo el futuro, atendiendo estas nuevas necesidades de nuestras comunidades y sin dejarse llevar por concepciones equivocadas. El mayor peligro para el desarrollo de nuestros pueblos está muchas veces dentro de nuestras propias instituciones. Y son esas ideologías de izquierda o de derecha. Nosotros no somos ni de izquierda ni de derecha, ni de centro: somos indígenas. Nuestro lugar en la historia está llamado a ser distinto. Por eso, debemos trabajar articuladamente, hilvanando iniciativas de bien común sobre la base de esta nueva intelectualidad indígena tan necesaria en estos tiempos.
Notas
(1) Charla dada en el foro sobre Economía Indígena: “la selva se mueve”. Evento organizado por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana-AIDESEP y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú-CONAP en el marco del proyecto MDE SAWETO-PERÚ. Lima, 15 y 16 de noviembre de 2018.
(2) El proyecto empezó con efervescencia en el Centro Poblado awajún de Urakusa, Provincia de Condorcanqui, en el Dpto. de Amazonas el año 2010. Inicialmente el negocio iba bien, pero cuando llegaron a cambiar a la Junta Directiva del Consejo Aguaruna y Huambisa-CAH liderada por el Apu Ambrocio Uwak, que por entonces administraba el proyecto, la junta entrante boicoteó el negocio aduciendo “negociados” entre la anterior administración y el comprador de veneno (un empresario argentino). La junta nueva terminó por liquidar el proyecto cuando comenzó a solventar sus gastos operativos con los ingresos que ya por entonces habían decaído.
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* Shuar Velásquez es el presidente de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú (CCPIP).