Servindi, 24 de enero, 2019.- Un equipo de investigadores de Brasil alertaron que dos especies de delfines de la Amazonía están disminuyendo rápidamente en la región y podrían extinguirse a menos que se tomen medidas para protegerlas de la pesca.
El estudio realizado por Sannie Brum, investigadora del Instituto Piagaçu, revela que anualmente la comunidad pesquera del río Purus ubicada en el estado brasileño de Amazonas, mata a más de 140 delfines rosados (Inia geoffrensis) para usarlos como cebo en la pesca de piracatinga, un pez necrófago conocido como el buitre de las aguas.
De igual manera sucede con el delfín gris (Sotalia fluviatilis), cuyo habitad también se encuentra en los ríos amazónicos, este otro ejemplar estaría por sufrir el mismo final de no parar con la actividad extractiva y su uso como carnada.
A pesar de que el delfín rosado aún no ha sido incluido en la lista de especies "En Peligro" de la International Union for Conservation of Nature (IUCN), expertos y autoridades brasileñas lo vienen calificando como especie "vulnerable".
Por su parte, Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha; encargada de estudiar, investigar y conservar la fauna y los ecosistemas acuáticos y terrestres en Colombia; advirtió que es probable que estas especies entren en la actualización de la lista roja de la UICN que se publicará en marzo.
“Es muy probable que el delfín gris entre en la lista directamente como En Peligro”, dijo el científico que también forma parte del grupo de especialistas en cetáceos de la IUCN.
El estudio
El reingreso a la lista roja del delfín rosado, después de diez años de aparecer como una 'especie con información insuficiente', sería un proceso acumulativo de varios años de estudio y materia de discusión por parte de los especialistas en la materia.
Los científicos afirman que existe la necesidad de que sea incluido nuevamente en la relación de animales amenazados por los riesgos que enfrenta.
Décadas atrás, el delfín rosado estaba protegido de amenazas por la existencia de 'leyendas y supersticiones', según indican los expertos; pero, la práctica de su caza se incrementó con el uso de su carne y grasa como cebo para el 'bagre' —especie con mucha demanda comercial—.
“El cálculo que hicimos se refiere exclusivamente a la parte baja del río Purus, que es un área de reserva, pero tenemos información de que la práctica se extiende a lo largo del río, por lo que el actual volumen de pesca de piracatinga exigiría el sacrificio de 500 delfines por año tan solo en esa región”, explicó Brum.
La investigadora añadió que, de no adoptarse las medidas necesarias, el delfín rosado podría tener el mismo destino del “baiji”, el delfín chino de aguas dulces que fue declarado extinto en el 2007.
La UICN
Fernando Trujillo —una de las voces más autorizadas a nivel mundial sobre cetáceos— en un reportaje publicado en Mongabay Latam, contó que los científicos de América Latina se sorprendieron cuando en el año 2008 esta especie salió de la categoría Vulnerable.
“El delfín rosado aparecía con una serie de amenazas importantes en los libros rojos de los países de la región. Felizmente, la UICN nos escuchó y se hizo una nueva evaluación con información de estudios rigurosos”, dijo Trujillo.
"Uno de los estudios se realizó a lo largo de 22 años en la Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá, en Brasil. El segundo duró 15 años y se hizo en el Trapecio Amazónico de Colombia".
“En las zonas investigadas de ambos países, la cantidad de delfines se está reduciendo a una tasa preocupante. Sumado a ello, están las amenazas que se han incrementado, tanto en la cuenca del Amazonas como del Orinoco. Y no parece que fueran a desaparecer”, mencionó.
De acuerdo con la IUCN, las amenazas que enfrenta el delfín rosado incluyen la captura incidental en la pesca, la matanza de los especímenes para ser usados como cebo para algunos peces, la construcción de represas en los ríos y la contaminación ambiental por químicos y metales pesados como el mercurio.