Por Daniel Gutman
IPS, 25 de diciembre, 2018.- “En 2001 me violaron. Tenía 31 años, dos títulos universitarios, posgrado en curso, familia, amigos, trabajo. Muchos más recursos que los que tienen la mayoría de las víctimas de violación. Así y todo, se abrió un calvario que aún hoy deja secuelas”.
Relatos como este, publicado en Twitter el 13 de este mes por Ana Castellani, socióloga y docente en la Universidad de Buenos Aires, pueblan en estos días las redes sociales de Argentina.
Al mismo tiempo, las instituciones públicas y privadas dedicadas a la defensa de los derechos de la mujer se ven desbordadas por un caudal desacostumbrado de requerimientos.
“Esta denuncia quebró el sentido común instalado que establecía que no había que hablar de estas situaciones. Ante las agresiones sexuales a mujeres en la Argentina, la vergüenza no estaba del lado del agresor sino de la víctima, porque se pensaba que seguramente había hecho algo para seducirlo”: Eleonor Faur.
La sociedad de este país sudamericano vive una explosión de denuncias de violencia sexual contra las mujeres y los niños y niñas, luego de un impactante hecho público ocurrido el 11 de diciembre.
Ese día, en un teatro de Buenos Aires, más de 200 actrices rodearon a una joven colega, Thelma Fardín, quien denunció que en 2009, cuando tenía 16 años, fue violada por un conocido galán de telenovelas, Juan Darthés, casi 30 años mayor, durante una gira por Nicaragua con un programa infantil de Televisión.
“Gracias a que alguien habló, yo ahora puedo hablar”, dijo Fardín entre lágrimas, en referencia a que otras dos actrices habían denunciado semanas antes por acoso sexual al propio Darthés. En los días previos a esta revelación pública, Fardín había viajado al país centroamericano a presentar una denuncia penal contra el actor.
“La repercusión pública fue mucho mayor a la que esperábamos. Lo que contó Thelma animó a salir a miles de mujeres que estaban en silencio”, dijo a IPS la reconocida actriz Mirta Busnelli, con más 40 años de carrera en cine, teatro y TV, que forma parte del colectivo que avaló la denuncia con su presencia.
“Cuando hablás con mujeres, dentro y fuera del ambiente artístico, casi todas han sufrido alguna vez una situación de acoso o abuso sexual, que se silenciaba hasta en la conciencia de una misma”, reveló Busnelli.
La actriz agregó: “Esto no es casual. Sucede porque habitualmente a quien denuncia se la revictimiza. Se pone en duda la veracidad de su relato o se pregunta si la propia mujer no habrá provocado la situación con su forma de vestir o su actitud. Confiamos en que las cosas empiecen a cambiar”.
La magnitud de la ola que se lanzó sobre la sociedad argentina fue tal que los dirigentes políticos se sintieron obligados a mostrarse activos.
Así, pocas horas después de la denuncia de Fardín, el presidente Mauricio Macri anunció la inclusión en las sesiones extraordinarias del legislativo Congreso Nacional, habitualmente de receso en diciembre, de un proyecto de ley que establece la capacitación obligatoria en perspectiva de género para los funcionarios públicos de todos los poderes.
Se trata de una iniciativa presentada por una diputada de la oposición en 2017 luego de la violación y asesinato en la oriental provincia de Entre Ríos de Micaela García, de 17 años, a manos de un hombre que ya había sido condenado previamente por violación y estaba en libertad condicional.
Una imagen de la fiesta de fin de año del colectivo Actrices Argentinas, que tomó como propia la denuncia de una colega, que reveló que en 2009, cuando tenía 16 años, fue violada por un conocido galán de telenovelas casi 30 años mayor que ella: Crédito: Facebook-Actrices Argentinas
Como Macri, los diputados y senadores actuaron rápidamente, porque en las primeras sesiones que celebraron, el miércoles 19, sancionaron la ley con un solo voto en contra, del diputado Alfredo Olmedo, quien pocas horas antes había viajado a Brasil, para fotografiarse con el presidente electo de extrema derecha, Jair Bolsonaro.
“He sido el único diputado que ha votado en contra de la ideología de género. Voy a seguir sosteniendo que Dios creó al hombre y a la mujer”, se jactó Olmedo en las redes sociales.
Como una muestra del actual clima, la sesión de la Cámara Alta del 19 comenzó con la forzada defensa de un senador de la gobernante alianza Cambiemos, Juan Carlos Marino, quien luego de la revelación de Thelma Fardín fue denunciado por una empleada parlamentaria, que aseguró que la manoseó en un despacho del Congreso y la acosó con mensajes por Whatsapp.
Los casos que tocaron la política y el espectáculo fueron varios, en realidad, pero ninguno fue tan conmocionante como el de Luis María Rodríguez, director de deportes de la ciudad de San Pedro, a 170 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
Rodríguez fue denunciado el domingo 16 por una joven que subió a Youtube un video en el que contó que él la había violado cuando era su profesor de baile y ella tenía 13 años. Hora después Rodríguez fue encontrado ahorcado en casa.
El asesinato en 2015 de una adolescente por su novio provocó en este país de 44 millones de personas el estallido del movimiento con la consigna #NiUnaMenos, que obtuvo varios logros desde entonces y sensibilizó a la sociedad sobre los femicidios, los asesinatos contra mujeres por su condición.
“En los últimos días nos estallaron los teléfonos”, dijo María Soledad Dawson, una de las coordinadoras del Programa Las Víctimas contra la Violencia, del Ministerio de Justicia, que recibe denuncias de abusos y malos tratos.
“Luego del caso Thelma Fardín, empezó a llamar muchísima gente que no se animaba o que pensaba que, al cabo de varios años, ya no podía denunciar un caso”, contó a IPS.
“Habitualmente recibíamos el grueso de llamadas entre las 6:00 de la tarde y las 9:00 de la noche. Ahora seguimos atendiendo hasta la madrugada”, agregó.
En la Línea Nacional Contra el Abuso Sexual Infantil se informó que el día posterior a la denuncia de la actriz se recibieron 214 llamadas contra 16 del día anterior.
Por su lado, el gubernamental Instituto Nacional de las Mujeres reveló que en la línea telefónica de atención para las mujeres en situación de violencia se recibieron 6008 llamados en los cuatro días previos al caso Fardín y 12.855 en los cuatro posteriores.
La socióloga especialista en temas de género Eleonor Faur consideró que el impacto se debe a que “fue muy sólida la presentación por parte del colectivo Actrices Argentinas. Hubo una organización detallada y un asesoramiento de abogadas y de periodistas feministas”.
“Más allá del caso específico mostraron que la violencia sexual es un modus operandi absolutamente naturalizado en el mundo del espectáculo”, planteó a IPS.
Cifras de organizaciones que atienden la violencia machista indican que en este país de 44 millones de personas, cada año son asesinadas unas 300 mujeres por su condición. En 2017 la cifra de femicidios, también llamados feminicidios, fue de 295, lo que indica que el movimiento #NiUnaMenos no redujo esos crímenes.
El grupo de Actrices Argentinas, integrado por más de 300 artistas, fue formado en abril, cuando el país se movilizó por el debate legislativo sobre la despenalización del aborto, que en agosto fue ajustadamente rechazado por el Senado (por 38 votos a 31), luego de haber sido aprobado en la Cámara de Diputados.
De hecho, durante la denuncia de Thelma Fardín, las actrices que la rodeaban tenían anudados a sus muñecas o a sus cuellos el pañuelo verde que simboliza localmente la militancia a favor de la legalización del aborto.
“Esta denuncia quebró el sentido común instalado que establecía que no había que hablar de estas situaciones”, agregó Faur.
La socióloga explicó que “ante las agresiones sexuales a mujeres en la Argentina, la vergüenza no estaba del lado del agresor sino de la víctima, porque se pensaba que seguramente había hecho algo para seducirlo”.
“Ahora lo más interesante será ver cómo reaccionan las instituciones públicas y las diferentes organizaciones sociales, que a partir de este cambio cultural van a tener que desandar todo un camino recorrido”, concluyó.
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Edición: Estrella Gutiérrez