Servindi, 9 de noviembre, 2018.- "Moriré tranquilo sabiendo que mi legado ha comenzado a caminar, que habrá quienes usan mis experiencias para motivarse a seguir luchando".
Con esta palabras culmina el editorial "Nosotros/as los/as indios/as" del periódico Lucha Indígena N° 147, publicación mensual que tiene como director a Hugo Blanco Galdós.
En dicho texto don Hugo Blanco, célebre ícono viviente de la lucha comunitaria de los pueblos originarios, reflexiona sobre la fecunda difusión que alcanza un valioso libro que recoge sus testimonios y aprendizajes de vida.
La revista contiene artículos de actualidad referidos a la elección de Walter Aduviri como gobernador de Puno; la pobreza en el Perú y otros relacionados a la gobernanza territorial indígena; sobre el gobierno autónomo de la nación Wampís y las empresas petroleras.
Tampoco deja de lado temas de coyuntura política como la prisión preventiva de Keiko Fujimori, el informe alternativo 2018 sobre el cumplimiento de obligaciones del Convenio 169 de la OIT, entre otros.
Quienes deseen adquirir la versión impresa lo encuentran en los puestos céntricos de períodicos. Al final de esta nota puede descargar la edición virtual completa en pdf.
A continuación reproducimos el editorial escrito por Hugo Blanco Galdós:
Nosotros/as los/as indios/as
Por mis ansias de seguir en la lucha cuando estoy cada vez más cerca de la muerte, pedí a las personas relacionadas conmigo que cuando muriera cremaran mi cuerpo, metieran las cenizas en frasquitos y las enviaran a los grupos de las diferentes luchas sociales.
El compañero colombiano Manuel Rozental me dijo que eso era una estupidez, que lo que debía hacer en favor de las luchas era compartir mi experiencia con los/as luchadores actuales.
El libro «Nosotros los Indios» es la colección de escritos míos en diversas épocas, inclusive en la isla penal «El Frontón», donde me enviaron luego de no haberse atrevido a sentenciarme a muerte como pidió el fiscal.
El libro se ha editado 3 veces en castellano, una en inglés y otra en italiano. Ahí están las principales lecciones que la vida me ha enseñado.
Como por mi edad ya no debo vivir solo, ahora radico en México, con mi compañera Ana.
Desde el colectivo «Pueblos en Camino» organizamos con Manuel un grupo que denominamos «Nosotrxs lxs Indixs», con integrantes de diferentes países y diferentes grupos en México. Tenemos reuniones periódicas por internet.
Originalmente la idea central era preparar una cuarta edición, por lo que vamos leyendo capítulo por capítulo para ver su validez actual o no y hacerle los cambios necesarios. Comenzamos cambiando el nombre, corrigiendo mi machismo, se llamará «Nosotrxs lxs Indixs». Además debemos agregar algunos temas, como la lucha internacional de las mujeres contra el sistema patriarcal, sobre todo el ejemplo de las mujeres kurdas.
Pero más importante que la reedición ha resultado la idea de trabajar los capítulos o temas por separado, para hacer de estos escritos un material accesible de reflexión y organización en las diferentes luchas. La primera experiencia en este sentido se llevó a cabo en Guadalajara. La Brigada Dr. Ignacio Martín Baró tiene trabajo con estudiantes y organizaciones sociales. Ya habían dado a leer mis escritos a su gente, de modo que conocían mis luchas, cuando fuimos mi compañera y yo a visitarlos. Tuvimos reuniones muy concurridas y emotivas donde la gente se comprometió a seguir luchando con el grito de «¡Tierra o muerte! ¡Venceremos!»
En octubre se realizó en Quito, Ecuador, el Congreso Internacional Indígena «Cuerpos, despojos, territorios: vida amenazada» y el grupo Nosotros/as los indios/as decidió participar. Nos representó el compañero de Querétaro, René Olvera.
Escogimos qué capítulos del libro podían ser útiles y allá en Quito se hizo una edición para repartir a lxs asistentes. Hay compañeros de allá que se integran a nuestro grupo. Mandamos videos acerca de nuestro proyecto. Un colectivo acá en México trabaja con una asamblea de niñxs y estos pequeños leyeron y opinaron sobre uno de los escritos del libro. Esto también se mostró en el Congreso.
En el folleto está incluido mi relato «El Maestro» sobre Lorenzo Chamorro, el combatiente indígena que conocí en mi adolescencia, que finaliza así:
L. Ch.- ¡Carajo! ¡Ya no puedo pelear! Estas malditas piernas ya no pueden ir a los cerros. Mis manos ya no sirven. No valgo para nada. ¡Ya no puedo pelear, carajo!
H. B.- ¡Si tayta! ¡Vas a seguir peleando! Tú no estás viejo tayta, tus pies, tus manos nomás están viejos. Con mis pies vas a ir donde nuestros hermanos, tayta; con mis manos vas a pelear, tayta; como cambiarte de poncho nomás es. Mis manos, mis pies, te vas a poner para seguir peleando. ¡Como cambiarte de poncho nomás es, tayta!
Es significativo que se haya distribuido esto en Quito ahora, puesto que hoy día el viejo soy yo, y moriré tranquilo sabiendo que mi legado ha comenzado a caminar, que habrá quienes usan mis experiencias para motivarse a seguir luchando.
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