Según reportaje del diario La República, la mayoría de casos de intentos de suicidio corresponden a mujeres awajún. Estos están vinculados a conflictos familiares, discusiones entre pareja y situación económica.
Servindi, 8 de mayo, 2018.- Situación preocupante. Reportaje periodístico del diario La República revela la grave situación de las mujeres awajún de la provincia de Condorcanqui, ubicada en la región Amazonas.
Según la información recabada por el diario, se han atendido 17 casos de intento de suicidio en la provincia amazónica en el último año. 16 de estos correspondieron a mujeres.
La cifra mencionada supera a la de la capital Chachapoyas y cuadriplica las estadísticas de las provincias de Luya, Utcubamba y Rodríguez de Mendonza. Mientras que en Bagua se registraron 20 casos.
Las fuentes consultadas por el diario sostienen que las mujeres awajún intentan suicidarse con veneno, lejía, champú o plantas tóxicas. Los casos están vinculados a conflictos familiares, problemas entre pareja y situación económica.
Las adolescentes awajún corren en peligro. De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, la tasa de intento suicida en los adolescentes de la selva rural supera la de Lima y la de Perú.
“En esa parte del país, más del 15 por ciento de los adolescentes (sobre todo entre 15 y 17 años) alguna vez en su vida presentó deseos de morir; mientras que el 3,1 por ciento llegó a planificarlo. La mayoría, otra vez, mujeres”, reza el reporte.
Posibles causas
La psiquiatra Vanessa Herrera, del Instituto Nacional de Salud Mental, señaló que la escasa protección del Estado, la falta de cuidado a su calidad de vida, los daños ambientales y la pobreza vulneran el bienestar emocional de la población indígena. “Es una zona vulnerable que necesita protección social”, expresó para La República.
Por otro lado, el antropólogo Óscar Espinosa, de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), sostiene que esta situación no se trata de un problema de salud mental. Sin embargo, considera que los cambios en la sociedad y en el medio ambiente refuerzan la percepción de que los jóvenes no tienen un lugar asegurado.
“Normalmente el suicidio es el resultado de la depresión, pero aquí no funciona así. Es más complejo y tiene que ver con formas tradicionales de cultura”, dijo. Según el antropólogo, esta situación está vincula con las relaciones de género.
A esta grave situación se suma la precaria atención psicológica y psiquiátrica en Condorcanqui. Hasta marzo, la Red de Salud de Condorcanqui contaba con 8 psicólogos y no había psiquiatras. “Antes teníamos solo 2 o 3 en toda la red. Pero ahora sí se tiene en cada microred”, informaron funcionarios para el diario.
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