Orlando Milesi entrevista a José Miguel Torrico, coordinador regional de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación
Por Orlando Milesi
IPS, 2 de mayo, 2018.- Hablar de mejorar la situación de Haití, es hablar de frenar la degradación de los 27.750 kilómetros cuadrados de su territorio, que constituyen la parte occidental de la isla de Hispaniola, compartida con República Dominicana.
Un solo dato ayuda a comprender el problema: se calcula que más de 95 por ciento de sus bosques originarios ha desaparecido.
Por ello, para José Miguel Torrico, coordinador para América Latina y el Caribe de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), revertir la situación y recuperar las degradadas tierras haitianas es la herramienta clave para darle a su población de 11 millones de personas, mejores posibilidades de vida y evitar que unos dos millones de sus ciudadanos vivan en el exterior.
El coordinador regional de la Convención, también conocida como UNCCD, su sigla en inglés, ha visitado Haití y comprobado en el terreno el impacto de la degradación.
En su oficina en Santiago, subrayó en su entrevista con IPS que las mujeres haitianas deben ser tenidas especialmente en cuenta en las políticas para mejorar los suelos, porque un fenómeno es que son ellas las que quedan al frente de las familias y de la producción agrícola cuando los hombres, mayoritariamente del área rural, emigran.
—¿Es posible recuperar el territorio haitiano en términos productivos?
Claro. Lo que nosotros planteamos para la degradación neutral de la tierra es una escala jerárquica: prevención, reducción y recuperación…
En la prevención…si esto estuviera intacto, prevengamos para que no se nos dañe. Si ya se ha dañado, bueno, reduzcamos este daño y lo que ya es un poco más costoso y más difícil, y una vez que el daño se ha producido podemos revertirlo. Esto implica muchísimo más costo y más esfuerzo. Haití está en una situación de recuperación de todo este daño medio ambiental que tiene.
Y eso se puede hacer, pero se necesitan políticas claras, un alto financiamiento, capacidad técnica de los profesionales que estén a cargo y un sistema de gobernanza que permita que esos fondos lleguen a emplearse en la tierra.
—¿Haití participa en el programa para frenar la desertificación de la Convención?
Haití está participando en el programa para llegar a una neutralidad en la degradación de suelos.
A través de ese proceso podemos lograr al menos mantener o revertir este proceso de degradación de tierras que se está dando en ese país.
Eso se podría potenciar con una buena participación sobre todo de las mujeres, que son las que están enfrentando este tema debido a la migración básicamente masculina.
—¿Qué habría que potenciar especialmente?
Como está el sistema de tenencia de tierras es uno de los temas que habría que ver. Cómo está la relación o la participación de las mujeres en todo este proceso. Normalmente nos enfocamos a qué es lo que hacen los hombres, pero muchas veces son las mujeres. Qué está pasando con las mujeres que muchas veces son las que se quedan y que no participan de esta migración.
Lo que he visto es que hay muchísimos más hombres que mujeres. (En Chile) Uno los ve trabajando en la construcción, en las gasolineras, en los restaurantes.
Probablemente estamos teniendo una familia con jefas de hogar mujeres que se están quedando en Haití y eso también es importante de ver como a esa gente se le puede capacitar, ayudar o de alguna manera prestar algún apoyo para que el día de mañana no sean también sujeto de migración completa. Hoy día está el marido y mañana van a llegar la señora con los hijos y va a aumentar la migración.
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Edición: Estrella Gutiérrez