Servindi, 26 de abril, 2018.- Tras diez años de arduo trabajo la comunidad de Tingana, ubicada en la región San Martín, fue reconocida como un caso de éxito de turismo rural sostenible por la Organización Mundial de Turismo (OMT) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
El reconocimiento se dio a conocer en la publicación “Turismo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible - Buenas Prácticas en las Américas”, presentada en el XXIV Congreso Interamericano de Ministros y Altas Autoridades de Turismo realizado en Georgetown, Guyana, el 21 y 22 de marzo de 2018.
De esta manera, Tingana forma parte de 14 casos de estudios que dan a conocer la importancia y las potencialidades del turismo sostenible como parte del desarrollo inclusivo de los pueblos.
Tingana, Reserva Ecológica
Ubicada en el distrito de Moyobamba, provincia del mismo nombre en la región San Martín, “Tingana” ofrece un potencial asombroso para realizar estudios de investigación y observación de flora y fauna silvestre y es ideal para la práctica del ecoturismo y turismo vivencial.
Su extensión territorial abarca 2,867.74 hectáreas de bosque natural temporalmente inundable, que se caracteriza porque posee abundante y predominante población de árboles de aguaje (Mauritia Flexuosa) y renaco (Ficus Sp).
Este paraíso ecológico es hábitat natural de especies en peligro de extinción y en situación vulnerable y brinda refugio a animales silvestres en su mayoría monos y aves.
La comunidad, dejó de cazar y talar árboles para conservar el ecosistema y convertirse en una reserva turística. Sus buenas prácticas y cambiar su estilo de vida para beneficio de la conservación de la flora y la fauna ler permite recibir más de dos mil turistas cada año.
Tingana, éxito de turismo rural sostenible
Distinguida como “lección para emprendedores turísticos”, por la publicación citada, Tingana, destaca como modelo de gestión turística.
Bajo el enfoque de aprovechamiento de recursos forestales, la comunidad pasó de ser depredadora de la selva a ser cuidadora del ecosistema.
Actualmente, su alimentación se basa en granjas y zonas agrícolas determinadas.
La zona está protegida de invasores externos y migrantes que buscan apropiarse del territorio y el 10 por ciento de los ingresos que se obtienen por turismo, se destina al pago de salarios de las familias, el 40 por ciento al mantenimiento y operación de las actividades turísticas y el 50 por ciento restante para la conservación de los bosques.
Además, los servicios higiénicos son ecológicos, desarrollados en consideración de la composición de los suelos y la crecida de los ríos.
Si deseas más información sobre la Reserva Ecológica Tingana ingresa al siguiente enlace:
Puedes descargar la publicación con un clic en el siguiente enlace:
- “Turismo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible - Buenas Prácticas en las Américas” (inglés, 56 páginas)