La lectura se está viendo amenazada debido a la invasión de elementos tecnológicos en diversas cantidades y versiones, además de prestar más atención a textos sin valor alguno que nos ofrece la prensa amarillista, o las mismas fuentes cibernéticas que están mal informadas.
Por JeanPierre Contreras
MIRevista Cultural, 12 de febrero, 2018.- Al igual que muchas especies de animales y plantas, el hábito de la lectura está siendo amenazado. Si bien es cierto tal vez este problema no aplique para países altamente desarrollados que son potencias mundiales, sin embargo aplica para muchos otros en los cuales habitan seres humanos despreocupados por adquirir este bello paradigma. Las respuestas a preguntas como, ¿De qué forma ocurrió esto?, ¿Quién es el culpable?, ¿Qué sucedería si desapareciera este hábito? serán halladas a lo largo del desarrollo de este texto, siempre con el gran deseo que tomemos conciencia acerca del tema más importante a nivel global.
Empecemos con el lado positivo, lo que llamamos comúnmente “la cara bonita de la moneda”. En el mundo existen millones de libros de diferentes géneros y se imprimen otros más, según avance el tiempo o así lo exija la demanda. Para su distribución existen además innumerables librerías, además de difusores culturales móviles de los cuales se ha oído hablar en ciertas zonas de Sudamérica. Por si fuera poco, el precio de estos textos en su mayoría son accesibles. Con los datos antes mencionados, resulta imposible no comprar un libro, además que la tecnología ha brindado la facilidad de poder encontrarlos por internet lo cual permite su accesibilidad de manera gratuita.
Desde la década de los 60 del siglo XX y durante mucho tiempo la UNESCO reconoció que la Unión Soviética era la nación con mayor cantidad de lectores y que este hábito se había extendido a prácticamente toda la sociedad.
Ciertas fuentes afirman que Japón es uno de los países que más lectura consume. Pero cabe resaltar que consumir es muy diferente a leer dado que el consumo es una forma técnica de referirse a la acción de comprar. La mencionada nación asiática, posee habitantes que según la UNESCO leen 47 libros al año; otros países como India y China también consumen lectura en promedios de 8 a 10 horas de lectura semanal y son estos tres los máximos lectores en el mundo. En el plano americano los países que más leen son Argentina, Canadá, Estados Unidos, México y Brasil con un promedio de lectura de 5 a 6 horas semanales, pero el máximo representante sudamericano es Venezuela con un promedio de 6.24 horas según Forbes de México, aunque resulte increíble.
Hemos comprobado que la lectura brinda un gran prestigio a las distintas repúblicas, además que es un requisito importante para considerarse potencia en la globalización literaria y educativa. No obstante esa fue la parte positiva de la lectura y como se ha podido apreciar, existen pocos datos que avalen una cultura lectora con importante presencia en todas las regiones del mundo. Por lo general los rankings o top que ubican a los países más lectores solamente seleccionan a 20, es comprensible que el top no sea más extenso pues el puesto 20 tiene un promedio lector de 2 a 3 horas. Aquí inicia el lado negativo y la explicación a detalle de la amenaza que enfrenta la lectura y que puede ser perjudicial para el ser humano.
Existen 206 países reconocidos en el mundo según la fuente http://www.talesofawanderer.com, si hacemos cálculos y los descontamos con los países del ranking de estados lectores, tenemos como resultado 186 países que no muestran interés por la buena lectura, dado que sus promedios arrojarían de 1 a 3 horas semanales de los cuales se cree que puedan ser dedicadas a libros educativos o de importante valor literario, sin embargo la realidad es que esas 2 o 3 horas son utilizadas en periódicos, revistas, comics, anuncios, entre otras cosas.
De esta manera tenemos conocimiento que la cantidad de horas no garantiza que sean invertidas en buenas lecturas, a pesar que esta es la base de una formación académica e intelectual y que además nos puede mejorar la vida, no es tomada en cuenta por los seres humanos quienes elegimos pasar más tiempo familiarizando con las nuevas tecnologías que no dejan de presentarse año tras año y por lo general su aporte a la humanidad es de un 25 por ciento.
Otro punto muy importante es la corrupción que está presente en los líderes de diversos países, los cuales no invierten ni fomentan a las nuevas generaciones leer para ser mejores personas, existen países como Qatar, Malasia, Indonesia, Uruguay o el mismo Perú que de no ser por los institutos o universidades tal vez sus habitantes no leerían ni siquiera un libro por año.
Las estadísticas nos dijeron que India es el país con mayores horas de lectura semanal, sin embargo posee un índice de analfabetismo del 39 por ciento que va en aumento y peor aún debido al problema de explotación y trabajo infantil que enfrenta. La curiosidad de este estado es que siendo el que más lee no es una potencia mundial, debido a que para ser potencia la lectura es solo parte de todos los elementos que necesita un país para llegar a tan alto reconocimiento como se mencionó anteriormente. La lectura podría cambiar la situación de un país siempre y cuando se refuerce con herramientas que nutran el nivel educativo de las distintas naciones en el mundo, y para muestra de un ejemplo tenemos a Finlandia, el país con el mejor método educativo del mundo.
Finlandia es un país que supo utilizar la lectura y complementarla con estrategias educativas para la formación de alumnos de primer nivel, sus exigencias van desde maestros con altos grados profesionales, hasta alumnos que dominan idiomas, instrumentos musicales, entre otras grandes habilidades. Esto se logró gracias a que se derrotó uno de los puntos antes mencionados y los más peligrosos para el desarrollo de una nación, la corrupción, tal es así que es el tercer país menos corrupto en el mundo. Sin duda es todo un ejemplo a seguir y nos muestra la manera de cómo utilizar la lectura en beneficio de los ciudadanos para formar un país mejor.
La lectura nos permite desarrollar habilidades en cuanto a analizar, inferir y criticar de manera constructiva.
La lectura nos permite desarrollar habilidades en cuanto a analizar, inferir y criticar de manera constructiva. Con ayuda de profesionales que nos sepan orientar los temas académicos y nos fomenten buenos textos, nos estaremos formando como futuros embajadores del cambio para el mundo moderno. Sin duda este hábito es una maravilla que incluso ofrece otros beneficios que tiene que ver con la salud, estudios científicos indican que leer nos ayuda a tener menos probabilidades de padecer Alzheimer y demencia, además que facilitan la comunicación e intercambio de información.
La lectura se está viendo amenazada debido a la invasión de elementos tecnológicos en diversas cantidades y versiones, además de prestar más atención a textos sin valor alguno que nos ofrece la prensa amarillista, o las mismas fuentes cibernéticas que están mal informadas.
La lectura se está viendo amenazada debido a la invasión de elementos tecnológicos en diversas cantidades y versiones, además de prestar más atención a textos sin valor alguno que nos ofrece la prensa amarillista, o las mismas fuentes cibernéticas que están mal informadas y por consecuencia nos dan un concepto errado de lo que estábamos buscando.
El principal culpable de toda esta situación es el propio ser humano que se deja contaminar por la ambición de poder y no busca la mejoría de su pueblo. Culpable también es la persona que a pesar de tener conocimiento de la situación no hace nada al respecto. Por último son responsables aquellos que se muestran indiferentes y que solo anhelan trabajar para ganar unos pesos, dólares, soles o euros más, sin tomarse ni siquiera las verdaderas tres horas necesarias para leer, informarse, educarse y tal vez así cambiar el destino y malos paradigmas que aquejen a sus compatriotas.
Si continuamos en esta situación, pronto dejaran de haber publicaciones buenas, lo cual ya está ocurriendo con la aparición de libros hechos por personas que solo han logrado llenarse los bolsillos de dinero, o famosos cuyo logro ha sido contar un chiste. Los libros de verdad están hechos por gente que ha tenido una carrera y experiencia intachable a lo largo de los años y que busca narrar o en el mejor de los casos transmitirle a sus lectores, conocimientos a través de una historia, una autobiografía de motivación o una colección de poesías que nos enseñen un poco más de nuestra realidad.
Tal vez tú que estás leyendo esta columna, seas parte del grupo que no se ha dado cuenta que la lectura puede cambiar el mundo, ¿de qué forma?, pues dándote las armas para analizar la situación de tu país y crear ideas concretas para fortalecer los puntos débiles que este pueda presentar. Razón tenían los antiguos al decir que la mejor herencia que pueden dejarnos es la educación, puesto que hoy es lo que más nos hace falta en vista de que tenemos muchos profesionales hundidos en la mediocridad. Sé que no buscas ser uno de los malos elementos y que si deseas lograr el cambio, empezarás por la investigación, por leer prensa que brinde información de calidad y por divulgar el conocimiento adquirido a los demás.
Realmente es una tarea difícil salvar al mundo de la ignorancia y más cuando somos nosotros mismos quienes estamos provocándola siendo responsables de la escasa lectura. Sin embargo lo que destruimos lo reconstruimos. Tomemos conciencia, hagamos la elección de salvarnos a nosotros mismos y así con el paso del tiempo hacer de este bello planeta un lugar mejor.