“Hemos permitido que Madre de Dios sea secuestrada por la minería ilegal”

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Entrevista por ATV+ a Ernesto Ráez docente de la Escuela de Economía y Gestión Ambiental de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, relacionado a la visita del papa Francisco

UARM, 19 de enero, 2018.- La gira del papa Francisco en Perú incluye a las ciudades de Puerto Maldonado, en la región Madre de Dios, y Trujillo, en la región La Libertad. Ernesto Ráez, docente de la Escuela de Economía y Gestión Ambiental de laUniversidad Antonio Ruiz de Montoya, explica la problemática de estos lugares y por qué son tan significativos. En una entrevista en ATV+ señaló que Madre de Dios es un símbolo viviente de la diversidad cultural de la Amazonía. Es conocida en el mundo entero por su diversidad biológica y hoy se encuentra extremadamente amenazada.

“Los peruanos estamos haciendo un pésimo trabajo. Hemos permitido que Madre de Dios, prácticamente, sea secuestrada por la minería ilegal y ahora estamos viendo que no solamente genera devastación ecológica, sino también degradación moral y social espantosa. En Madre de Dios se vive la destrucción ecológica y social. No se está tratando de salir de la pobreza, sino se busca riqueza a costa de otros y en perjuicio de la naturaleza”, señaló.

El mensaje del sumo pontífice es muy claro. En su encíclica Laudato Si' hace un fuerte llamado de atención. “Ha expresado el enorme dolor que causa ver cómo el ser humano está acabando con la naturaleza en esa búsqueda infructuosa de una felicidad basada en la riqueza material. Es una crítica directa a la codicia como motor de la civilización. Hace treinta años, tiempo que ha transcurrido desde la última visita papal, teníamos 6 millones de ha deforestadas; hoy tenemos 1 millón y medio más de ha deforestadas”, expresó el ecólogo.

En el caso de Trujillo, como otras ciudades peruanas, sufrió violentamente inundaciones y huaicos debido a la falta previsión ante el fenómeno de El Niño costero. Para el especialista es otro claro ejemplo de cómo no hemos escuchado a la naturaleza y decidimos habitar en donde no deberíamos. Siempre los fenómenos naturales nos golpean porque no tomamos las previsiones. Es una realidad a la que tienen que prestar especial atención las autoridades peruanas y, seguramente, el sumo pontífice pondrá énfasis en ello.