El presidente de Brasil desactivó una reserva de 47 mil metros cuadrados en la selva, con lo que abrirá el campo para la actividad minera en la Amazonía. El territorio expuesto tiene la misma extensión que la República Dominicana y de ahí se extraería oro, cobre y otros minerales. Políticos y expertos lo califican como el mayor atentado a la Amazonía en medio siglo.
Por José Díaz
Servindi, 28 de agosto, 2017.- Hace unos días el presidente brasileño Michel Temer ha ejecutado uno de los más grandes atentados contra la Amazonía en los últimos años. Se trata de la desactivación de la Reserva Nacional do Cobre y Asociados (Renca), lo que implica una superficie de 47 mil metros cuadrados que quedarán expuestos para la extracción minera.
Al dejar sin efecto la protección sobre este territorio, que tiene una extensión equivalente a la de toda la República Dominicana, el jefe de Estado de Brasil espera que aparezcan compañías dispuestas a extraer oro, cobre y otros minerales en un terreno que se mantenía intangible desde 1984.
Eso crea presión para una región intacta del Amazonas, señaló Maurício Voivodic de WWF Brasil.
Las primeras manifestaciones en relación a esta medida han sido negativas frente a Temer. Desde la WWF han calificado la decisión como un auténtico retroceso para la protección de la Amazonía.
“Eso crea presión para una región intacta del Amazonas. Cuando se abre para la minería, además de la actividad formal, se fomentan actividades de extracción ilegal, la invasión de tierras públicas, la deforestación y los conflictos sociales con pueblos indígenas“, señaló Maurício Voivodic, director ejecutivo de WWF Brasil.
División brasileña
El ya convulsionado escenario político en Brasil se ha mostrado dividido ante esta decisión. Uno de los primeros en manifestarse fue el senador Randolfe Rodrigues quien consideró la medida como “el mayor ataque a la Amazonía en los últimos 50 años”.
El propio senador, enfrentado al oficialismo brasileño encabezado por Temer, precisó que ni siquiera en los años de dictadura militar se osó entregar a la Amazonía a la actividad minera. La reserva desaparecida ocupa un territorio más extenso, por ejemplo, que todo el país de Dinamarca.
Por último, desde el bando de Michel Temer el único pronunciamiento vino de parte del Ministerio de Energía y Minas. Este órgano, a través de un comunicado, manifestó que el “objetivo de la medida es atraer nuevas inversiones, con generación de riqueza para el país”.
¿Cuánto afectará esta decisión a la intangibilidad de la Amazonía en Sudamérica?
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