El juez federal James E. Boasberg señaló que el gobierno de los Estados Unidos no estimó la normativa ambiental al momento de reanudar la construcción de esta polémica obra. Los riesgos de un posible derrame sobre las poblaciones nativas norteamericanas serían “controversiales”, según la justicia de dicho país.
Por José Díaz
Servindi, 19 de junio, 2017.- La batalla por el oleoducto Dakota Access continúa en los Estados Unidos. Esta vez se registró una pequeña victoria judicial para los nativos norteamericanos y ecologistas, luego de que el juez federal James E. Boasberg ordenara al gobierno que revise a fondo el impacto ambiental del ducto que atravesaría la reserva Standing Rock.
Como se recuerda, desde el 2015 los nativos americanos de la citada reserva bregan contra la construcción del oleoducto que atravesaría el río Misuri y el lago Oahe, fuentes de agua vitales para la supervivencia de las poblaciones sioux.
Según ha explicado el juez, luego de que la administración de Donald Trump ordenara la construcción del oleoducto "no se respetó la normatividad ambiental".
“No se explicaron adecuadamente los impactos de un derrame de petróleo en las áreas de pesca, caza y o se hayan contemplado las leyes ambientales, al grado de que es probable que los efectos del gasoducto sean controversiales”, argumentó Boasberg.
De esta manera, hasta concluir con dicha revisión, la construcción del oleoducto Dakota Access queda suspendida.
Pequeña victoria
Esta decisión judicial ha sido considerada como una pequeña victorias por los movimientos ambientalistas y de apoyo a las poblaciones originarias de los Estados Unidos. Así lo dio a entender el líder tribal Dave Archambaul II, tras conocerse la decisión del juez federal.
“La administración anterior consideró cuidadosamente los impactos de esta tubería y el presidente Trump despidió apresuradamente estas consideraciones ambientales en favor de sus intereses políticos y personales”, criticó Archambaul.
Sin embargo, el riesgo de que la construcción del oleoducto continúe en los próximos meses es inminente. Sobre todo luego de que Donald Trump declarara hace unas semanas que “las tuberías de Dakota están abiertas a los negocios”.