Compañía brasileña firmó contrato inicial con el Estado Peruano por US$ 222 millones. Sin embargo, en el acuerdo para operarlo logró subir el precio hasta los US$ 580 millones. Por ahora el proyecto se encuentra paralizado mientras la población y los agricultores de Lambayeque siguen a la espera del agua.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 8 de marzo, 2017.- Las consecuencias dejadas por la avalancha de corrupción que encabeza la constructora brasileña Odebrecht parecen no tener fin. Uno de los casos emblemático en el Perú, además de la tan mentada Carretera Interoceánica, es el sobrecosto que implicó la participación de esta compañía en el proyecto de irrigación Olmos.
Como se sabe, el proyecto Olmos es un viejo anhelo de la región Lambayeque que tenía como objetivo producir energía y proveer de agua a los territorios agrícolas del norte del país. Sin embargo, actualmente Odebrecht busca revender la obra mientras la población lambayecana continúa en la incertidumbre.
Hace unos días el programa Cuarto Poder reveló el sobrecosto provocado por Odebrecht y sus adendas. Luego de que el contrato inicial para la realización del proyecto Olmos se firmara en 2010 por US$ 222 millones en Palacio de Gobierno y por cuenta del propio presidente, Alan García, una serie de modificaciones contractuales dispararon el precio.
¿Cómo llegó a costar US$ 580 millones?
Una vez firmado el contrato inicial, la empresa H2Olmos –creada por Odebrecht–, se constituyó la operación de la obra. De esta manera, el Estado Peruano se comprometía a pagar no solo por la construcción de la misma sino también por su manejo y mantenimiento.
Fue así como Odebrecht consiguió un contrato de 20 años –4 de construcción y 16 de operación–. Durante estos últimos el Estado se comprometía a pagarle a la constructora brasileña US$ 28 millones anuales durante 16 años. Esto suma US$ 448 que debían pagarse con los ingresos por el uso del agua y la venta de terrenos comunales.
Actualmente el contrato se mantiene vigente, pese a que Odebrecht está buscando venderlo desde fines del 2016. De momento, y ante la crisis que viene afrontando la constructora brasileña, las operaciones del proyecto Olmos se mantienen congeladas.
Mientras todo esto ocurre, ni la población ni los agricultores de Lambayeque se están beneficiando con una obra cuya planificación se remonta al año 1920. El Gobierno Regional de Lambayeque no ha aceptado los términos en los cuales Odebrecht busca deshacerse de Olmos, siendo los propios lambayecanos quienes pagan las consecuencias.