La batalla entre los Sioux contra la construcción del oleoducto Dakota Access y las protestas europeas contra la firma del TTIP fueron los conflictos más mediáticos a nivel internacional.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 28 de diciembre, 2016.- No caben dudas de que el 2016 fue un año marcado por grandes protestas socioambientales y comerciales a nivel mundial. Una de las que más llamó la atención en los últimos meses fue la que enfrentó a las comunidades nativas de Norteamérica, Sioux, contra la construcción del oleoducto Dakota Access en territorio sagrado.
Como se recuerda, todo el 2016 el Gobierno Federal de los Estados Unidos estuvo mediando entre los pueblos sioux ubicados en la reserva Standing Rock y la compañía energética Energy Transfer Partners. Esto debido al interés por construir un ducto de transporte de petróleo que atravesaría territorio sioux y pondría en peligro las fuentes de agua del río Mississippi.
A fines de noviembre la situación se tornó violenta, registrándose enfrentamientos que terminaron con cientos de detenidos. La presión internacional y el apoyo de algunos políticos como Bernie Sanders, a la causa sioux fueron vitales en la resolución de este conflicto.
De esta manera, a inicios de diciembre el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. determinó que el trayecto del oleoducto debía ser rediseñado. Así se evitaría afectar a las comunidades sioux. La obra quedó clausurada hasta nuevo aviso.
Europa contra el TTIP
Pero no solo América ha sido escenario de conflictos ambientales. Y es que en Europa la situación no estuvo menos tensa a raíz de las negociaciones para los tratados TTIP y CETA entre la Unión Europea con Estados Unidos y Canadá, respectivamente.
La sociedad civil se organizó en los principales países europeos rechazando la firma de estos tratados. Entre las principales quejas se encontraba el secretismo con que estos venían siendo negociados y los riesgos que implicaban.
El punto más polémico, sin duda alguna, era el referido a la seguridad alimentaria y el uso de fármacos y hormonas en los alimentos.
Las protestas se concentraron en Berlín, sede del gobierno alemán y contra la figura de Angela Merkel, la mandataria más influyente de Europa. Sin embargo, Bruselas, sede principal de la Unión Europea también fue escenario de múltiples plantones.
Al final, tras la elección de Donald Trump y su anuncio de retirar a los Estados Unidos del TTIP, la situación parece haberse calmada. Pero aún no se llega a una solución final.