Servindi, 10 de agosto, 2016.- Un nuevo derrame de crudo de petróleo, el cuarto en lo que va del año, ocurrió en el Km. 370 del Oleoducto Norperuano, en el distrito de Nieva, provincia de Condorcanqui, departamento de Amazonas.
El nuevo derrame tiene lugar a solo dos horas de la cuenca del río Chiriaco, donde hubo un derrame el 25 de enero de 2016, por lo que este sería el segundo derrame del año en la región.
La denuncia provino de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Norte del Perú (ORPIAN-P) cuyos representantes tomaron contacto con pobladores de la comunidad de Uchi Chiangos, directamente afectada por el desastre ambiental,
Edwin Montenegro, presidente de ORPIAN-P y Gerson Danducho, asesor técnico de misma entidad, llamaron al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) para que priorice de manera urgente acciones de fiscalización ante este nuevo hecho.
Por otro lado, PETROPERU informó del inicio del plan de contingencia; sin embargo, las comunidades así como la organización indigena de la zona no tendrían el detalle de tales acciones.
Según la versión de los pobladores a las 10 am. del miércoles 10 de agosto vieron "que el petróleo bajaba por el Río Nieva. Se estima que el derrame de crudo es de grandes proporciones porque avanza rápidamente y pronto llegaría al Río Marañón”.
Además de Uchi Chiangos otras comunidades afectadas serían: Centro Tontuza, Puerto Tontuza, Japaime, Yatana Entsa, Seasmi, Achuaga, Wichim, Pueblo Nieva y Juan Velasco.
Edwin Montenegro detalló que el derrame habría ocurrido durante la madrugada del miércoles. Informó que se encuentra rumbo a las zonas afectadas para realizar las coordinaciones respectivas.
Vigilancia indígena
Ante el nuevo derrame la organización ORPIAN y las comunidades indígenas que representa reafirmaron su pedido para que el Estado peruano reconozca, articule y promueva de urgencia las acciones de vigilancia indígena.
Ello permitirá efectuar intervenciones más rápidas y articuladas por parte de las autoridades públicas para responder de manera oportuna ante las afectaciones a la salud, el medio ambiente y la alimentación, alertando sobre los impactos en el consumo de agua, peces del río y plantaciones.
Vanessa Cueto, de la asociación Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) afirmó que “Los continuos derrames en la Amazonia reafirman nuevamente la poca efectividad de los mecanismos de fiscalización y sanción que fueron debilitados por el artículo 19 de la Ley N° 30230 con la excusa de promover las inversiones".
"Todo lo contrario, estos cambios han generado el debilitamiento de la institucionalidad, además de mayores afectaciones a las poblaciones, las cuales se encuentran más vulnerables” agregó Vanessa Cueto.