- La persecución y despojo de sus tierras por parte de traficantes con vínculos políticos está llevando a los miskitos a dispersarse y huir de la violencia.
Por Patricia Saavedra
Servindi, 9 de junio, 2016.- Los misquitos, pueblo indígena de Nicaragua, se encuentran actualmente amenazados por la violencia desencadenada en sus territorios por la posesión de tierras. Actualmente, sus pobladores son víctimas de despojo, persecución y agresiones por parte de invasores, por lo que se ven obligados a huir de sus territorios hacia otras comunidades.
Así lo dio a conocer un reportaje especial del medio periodístico El Confidencial de Nicaragua, titulado Corrupción y muerte en territorio miskito, el cual también revela los vínculos entre los traficantes de terrenos y operadores políticos.
Problema complejo
En el 2006, el comandante Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, entregó títulos de propiedad a las comunidades como parte del cumplimiento de la penúltima etapa del plan para ordenar los 23 territorios de la Costa Caribe. Sin embargo, tras la entrega de los títulos, las invasiones a los territorios miskitos fueron en aumento y se agravaron.
Proceso de legalización de tierras
Sus fases son la identificación, demarcación y titulación. Sin embargo, con la titulación corresponde el autosaneamiento, es decir, la definición de linderos y separación de cualquier invasor que ocupe la tierra. Este compromiso asumido por el gobierno de Nicaragua no ha sido cumplido, según señaló Alex Fernández, alcalde de Waspán, Yatama.
Asimismo, los gobiernos territoriales no cuentan con qué autosanear, ya que no se ha destinado presupuesto para financiar el proceso de legalización de las tierras, a pesar que el Estado debía incluirlo en el Presupuesto General de la República.
Gobierno implicado en la compra y venta de terrenos
De otro lado, la situación se agrava ya que, de acuerdo a la investigación periodística, funcionarios del Frente Sandinista de Liberación Nacional se hallan implicados en maniobras para la compra y venta de terrenos de estas comunidades.
Esto incumple lo establecido por la ley de ese país, que prohibe acciones del tipo señalado. Las normas establecen que los miembros de los consejos regionales y territoriales no pueden emitir avales para vender tierras debido a que no se pueden grabar, son inembargables, inalienables e imprescriptibles.
Sin embargo, gracias a ello los denominados colonos o invasores se muestran respaldados por las autoridades para tomar posesión de ellas y expulsar a sus habitantes originarios de las peores formas.
Heridas irreparables
La crueldad con la que han obrado los invasores está ocasionando que los indígenas huyan a otras comunidades incluso fuera de su país.
Secuestros, desapariciones, ataques a fuego abierto e incluso violaciones son los duros métodos de intimidación contra las poblaciones miskitas. Al respecto, la iglesia se pronunció por medio de José Vaquedano, ministro católico de Waspán, denunciando que “la policía, el ejército, gobierno regional y gobierno central no intervienen” en estos territorios.
La situación está bajo la vigilancia de varios organismos protectores de los derechos humanos quienes indicaron que ya van 28 indígenas asesinados.
El 16 de enero del 2016, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tuvo que emitir medidas cautelares de urgencia para proteger a los indígenas. Recientemente, el Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica (
Vea la investigación completa: Reportaje Especial: Corrupción y muerte en territorio miskito.