Servindi, 1 de enero, 2016.- El Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam), con el apoyo de Pan Para el Mundo de Alemania (Brot für die Welt) publicó un valioso texto titulado “Chimalapas: la defensa del territorio y de los bienes naturales como un factor de identidad indígena” del autor Miguel García Aguirre.
Chimalapa es un término en lengua zoque, que quiere decir jícara de oro. Esta región se encuentra en el Estado de Oaxaca, al sureste de México, mayoritariamente de la etnia zoque.
La región de los Chimalapas, es uno de los pocos lugares que todavía conservan el ecosistema Mexicano, con una variadísima cantidad de especies de flora y fauna. Sus habitantes son de la etnia zoque, además existen los zapotecos mixtecos, tzeltales, tzotziles, michoacanos, chiapanecos, quienes desarrollan actividades agrícolas, caza y pesca para su consumo familiar.
El estudio se remonta a la historia ancestral de los zoques, hace más de 2,500 años, quienes descienden de los mokayas (hombres de maíz) quienes habitaron esta región defendiendo durante toda su existencia su territorio.
Habla también de los últimos 60 años de lucha comunal, resaltándo los conflictos con empresas madereras que prácticamente invaden su territorio y se apoderan de 100 mil hectáreas de bosque para la extracción de madera.
También vamos a encontrar estudios sobre la reserva ecológica campesina, la historia de San Isidro La Gringa, zona decretada comunalmente como área piloto de manejo comunitario, experiencias en San Miguel y Santa María Chimalapa, relacionados a sus áreas comunitarias certificadas y al programa de pago por servicios ambientales.
La publicación concluye que los Chimalapas han construido dos identidades:
- Identidad territorial pluricultural, construida alrededor del concepto Los Chimalapas (chimas) en cuya histórica defensa han confluido, no sólo los zoques descendientes de los habitantes originarios y dueños ancestrales, sino comunidades y familias de origen mixteco, best online casino zapoteco, chinanteco, tsotsil y mestizo (de Chiapas, de Guerrero, de Michoacán, de Durango, y de Chihuahua), quienes habiendo llegado en busca de tierra para sobrevivir, o como obreros de aserraderos invasores, han sido admitidos de forma generosa por los zoques chimalapas, en calidad de comuneros, a lo largo de más de 50 años; y
- Identidad ecológica como pueblo chima, vinculada directamente con la defensa de la Madre Tierra, frente a la acción depredadora de talamontes, ganaderos, narcos y funcionarios públicos.
Es esta doble identidad como pueblo -la territorial y la ecológica- grabada ya en su memoria histórica, lo que ha permitido a los chimas movilizarse de forma periódica, masiva y pacífica —incluso, sorpresivamente, en momentos en que pareciera que los gobiernos los tienen bajo control político— para defender sus derechos colectivos.
También les permite el construir y presentar en su momento, propuestas pioneras y alternativas, tanto en materia agraria como en materia de política ambiental.
En materia agraria está el análisis diferenciado de la situación agraria por comunidad invasora, la diferenciación del conflicto agrario del conflicto por límites estatales, la conciliación directa de campesino a campesino, el no desalojo de campesinos pobres, etc.
En materia ambiental están los ordenamientos ecológicos comunitarios participativos, la auto-reglamentación estatutaria del uso del suelo comunal, la reserva ecológica campesina autónoma, entre otras.
Propuestas alternativas agrarias y ambientales, que han resultado altamente subversivas para un sistema político basado en el control de pueblos y comunidades, y en el despojo de su territorio y de sus bienes naturales.
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