Foto: El Espectador
Servindi, 25 de diciembre, 2015.- La Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC), encargada de la gestión y protección de los recursos medioambientales de la región, encontró responsabilidad de la empresa Anglogold Ashanti en la tragedia que acabó con la vida de por lo menos 13 mineros informales en Santander de Quilichao, el 30 de abril del año pasado.
La polémica se ha abierto en torno a determinar en manos de quién se encontraba el título adquirido por la minera en el 2008 y en el cual ocurrió el deslizamiento de tierras que causó las citadas muertes.
Según la empresa, desde el 9 de marzo del 2010 que dejó de operar en la zona. Sostiene que así quedó establecido en un otrosí o punto secundario del contrato que firmó con la autoridad minera, con lo cual se dejaba fuera de sus operaciones el área donde luego ocurriría la tragedia de los mineros.
No obstante, este argumento fue rebatido por la CRC, que señaló que la zona seguía siendo de la empresa cuando ocurrió el desastre debido a que ésta no había solicitado el amparo administrativo correspondiente ante el alcalde del Municipio de Santander de Quilichao.
Este trámite era necesario para ordenar el desalojo de la maquinaria pesada de la empresa.
Según informa el diario El Espectador, el argumento de la CRC es que al no haberse cumplido con el trámite, Anglogold, siendo en los papeles aún la empresa dueña del área, permitió que la actividad extractiva continuara de manera informal.
Esto explica que a la empresa se le endose la responsabilidad por la tragedia y la contaminación que allí se genera y que afecta al río Quinamayó, afluente del río Cauca.
De acuerdo a la CRC, dicha responsabilidad sobre el área concluyó el 19 de mayo de 2014, cuando se hace oficial la reducción del área de operaciones de la empresa mediante su inscripción en el Registro Minero. Antes no porque lo firmado el 2010 "no surtió efectos inmediatos", sostiene la Corporación.
Es decir, para la citada oficina la empresa, con sede en Sudáfrica, aún era dueña del título cuando ocurrió la tragedia.
Por su parte, la Agencia Nacional de Minería medió en el caso calificando de "conclusión a priori" lo expuesto por la corporación ambiental.
Otro argumento presentado por la empresa, señala El Espectador, ha sido decir que desde diciembre de 2013 hasta junio de 2014 la concesión estaba suspendida por la alteración del orden público, lo que no le permitía realizar actividades de exploración.
Lo que sigue es un llamado a Anglogold Ashanti para que realice sus descargos, luego de ello podría haber una práctica de pruebas para que finalmente la Corporación tome una decisión, explicó una representante legal de esta oficina.
En el plano ambiental, cabe precisar que un estudio elaborado por la Universidad Distrital de Santander, a pedido de la CRC, calculó que la reparación del daño ocasionado sobre el río Quinamayó asciende a 63 mil 177 millones de dólares.
En Santander de Quilichao la presencia de mineros informales ha crecido a niveles alarmantes, lo que genera disputas con los dueños de títulos mineros. Hasta el año pasado se tenía contabilizado 40 entables o campamentos.