Imagen: La Jornada
Servindi, 8 de noviembre, 2015.- Tres indígenas que llegaron a la Ciudad de México para denunciar ante organismos de derechos humanos la muerte de un miembro de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), fueron heridos a balazos por desconocidos, el sábado siete de noviembre.
Las víctimas fueron Jesús Hernández Reyes, quien recibió un disparo en el glúteo y Matías Flores, con un impacto en el costado derecho del tórax. Ambos pertenecen al Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (SFNL).
Asimismo, el indígena náhuatl Rubicel Hernández García, del Comité de Derechos Humanos de las Huastecas y Sierra Oriental (CODHHSO), recibió un impacto en el costado izquierdo del tórax.
De acuerdo a los indígenas, el atentado ocurrido a las 7:20 horas fue perpetrado por “un hombre vestido de civil con corte de cabello tipo militar” que les disparó desde un vehículo negro cuando caminaban por la calle, luego de gritarles “por best online casino andar de chismosos”.
El hecho ocurrió en la esquina de Manuel Escandón y Transportistas, colonia Ex Lienzo Charro, lugar donde recibieron atención médica para luego ser derivados a un hospital.
La delegación se encontraba en la ciudad para denunciar ante organismos de derechos humanos y Amnistía Internacional el asesinato, por grupos paramilitares, de Héctor Santis López, integrante de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), ocurrido el pasado 29 de setiembre.
Asimismo pretendían denunciar otras agresiones en Michoacán e Hidalgo.
Responsabilizan a Peña Nieto
En un comunicado, el FNLS exigió al gobierno federal protección para los indígenas ante posibles ataques en el hospital donde fueron conducidos y calificó el atentado como un “intento de ejecución extrajudicial”.
Consideró que el suceso “obedece a la respuesta del Estado mexicano ante la Jornada de lucha nacional de lucha por el juicio y castigo a los responsables de la agresión paramilitar de la que fueron objeto los compañeros de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ-FNLS)”.
Indicó también que el atentado es una “represalia ante la denuncia constante contra las desapariciones forzadas y demás crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado.”
Finalmente, responsabiliza al presidente de México, Enrique Peña Nieto y al Jefe de Gobierno del Distrito Federal Miguel Ángel Mancera, del Distrito Federal, por el “aberrante crimen” y por la “integridad física y psicológica” de los indígenas heridos y de “cualquier integrante del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo.”
Invocó a las "organizaciones hermanas” a "cerrar filas" y pronunciarse contra el “terrorismo de Estado” a fin de detener la “la campaña represiva del Estado contra el FNLS y el conjunto del movimiento popular.”
Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) exhortó a la Procuraduría capitalina, mediante medidas precautorias, que se investigue y sancione lo ocurrido.
En tanto que la Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, indicó que no se han efectuado detenciones por el atentado.