- Certamen se desarrolló del 24 de octubre al 1 de noviembre.
Servindi, 3 de noviembre, 2015.- Los primeros Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas que alcanzaron popularidad no solo por su singular propuesta sino también por las movilizaciones en contra, culminaron con la notable actuación de delegaciones como la de México, que obtuvo dos medallas.
Esta delegación estuvo conformada por al menos 50 atletas indígenas de diversas etnias.
Dos de ellos, Mateo González Bautista y Silvino Cubésare Químare, ambos nativos tarahumara del estado de Chihuahua, se quedaron con el segundo y tercer lugar, respectivamente, en las carreras de velocidad de diez mil metros.
El primer puesto fue para el representante de Canadá. El certamen se desarrolló del 24 de octubre al 1 de noviembre en Palmas, capital del estado amazónico de Tocantins.
La delegación mexicana también brilló en competencias como tirar la soga y tiro al arco. En tirar la soga el primer lugar fue para los indígenas maoríes de Nueva Zelanda.
Otros que también destacaron fueron los emberá del Darién, de Panamá, que obtuvieron el primer puesto en la competencia de canoa tradicional.
Foto: Instituto Panameño de Deportes
Según reportó la organización del evento, participaron representantes de más de 20 países. Se compitió en deportes característicos de las comunidades originarias como, además de los ya citados, tiro de lanza y carrera de tronco.
También hubo espacio para el xikunahati, o fútbol con la cabeza, natación y el huka-huka, un estilo de lucha tradicional brasileña de algunos pueblos indígenas del estado de Mato Grosso, reseñaron varios medios.
La siguiente edición de los juegos será en Canadá el 2017.
Desde antes que se iniciara, los juegos fueron blanco de críticas por parte de indígenas locales y organizaciones que los apoyan. En más de una ocasión, sus opositores burlaron la seguridad del recinto para protestar por el derecho a sus tierras.
Las protestas surgen a raíz de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 215 que impulsa un sector del Legislativo con el fin de conseguir que la potestad de delimitar las tierras indígenas pase del Poder Ejecutivo al Congreso Nacional.
Las protestas tomaron fuerza luego de que en plena competición, dicha propuesta de enmienda lograra aprobación dentro una comisión especial de la Cámara de Diputados.