Servindi, 30 de octubre, 2015.- Un incendio forestal en el estado de Maranhao devastó más de 220 mil hectáreas de bosque poniendo en grave peligro la vida de miles de indígenas, entre ellos un grupo de 80 nativos en aislamiento voluntario.
El siniestro se registró en la reserva de Arariboia y tuvo su origen hace dos meses.
Según informó hoy el centro de prevención PREVFOGO del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA), lo dañado equivale al 53 por ciento del total de la reserva, o, lo que es igual, 20 veces la ciudad de París.
Según había adelantado Greenpeace Brasil, los incendios mantenían acorralados a unos 12 mil nativos guajajara y amenazaban con provocar la desaparición de unos 80 indios del pueblo Awá-Guajá, en situación de aislamiento.
El inmenso registro de daños que se venía reportando llevó a que el siniestro fuera calificado de "catástrofe indígena". Ahora que el incendio se mantiene controlado toca conocer el nivel de destrucción.
Para controlar el siniestro se ha necesitado la intervención de más de 300 bomberos del PREVFOGO / IBAMA, del Cuerpo de Bomberos de Maranhao (CBM-MA) y de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI).
Asimismo, del Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) y del trabajo del Ejército de Brasil en la "Operación Awá", en un tarea que se habría iniciado el 24 septiembre.
Para hoy está previsto un sobrevuelo en la zona afectada para identificar los focos del incendió.
Personal encargado de la operación, reconoció que en el caso de los indígenas aislados, estos deberán recibir algún tipo de atención especial.
"Ciertamente hubo un trauma debido a toda una agitación, movimientos de aeronaves, aviones, helicópteros", explicó José Morais al sitio web Globo.com. Y agregó que la tarea de trabajar el tema de la atención es de la Funai.
La nueva fase de la operación, según informa el citado medio, es la identificación de lo que habría ocasionado el incendio. Se cree que habrían sido madereros ilegales.