Armando Mendoza. Foto: Jhirely Diaz Oliva / REDCIP
- Modelo económico que se promueve en el Perú no garantiza estabilidad económica e incita a la desigualdad, advierte Armando Mendoza, investigador de Oxfam Perú.
Servindi, 20 de octubre, 2015.- Los indicadores de desigualdad que persisten en el Perú y la dependencia económica de actores externos, contradicen por completo el "milagro económico peruano", al que hace referencia el Gobierno.
Así lo sostuvo Armando Mendoza, economista e investigador de Oxfam Perú, durante su participación en el evento "Desmintiendo el milagro peruano", que tuvo lugar la segunda semana de este mes y que congregó a cientos de personas en la ciudad de Lima.
A su turno, en la mesa "El reto de las desigualdades en el Perú y América Latina", Mendoza resaltó que el modelo de crecimiento económico del país se ha basado en factores externos, que han permitido un incremento del presupuesto público, que a su vez ha servido para combatir la pobreza.
Con ingresos per cápita de 300 soles al mes hace diez años, la pobreza cubría entonces a más de la mitad del país; hoy cubre a menos de 25 por ciento, admitió.
No obstante, advirtió que el periodo de bonanza en el Perú cumplió su ciclo y que en adelante será menor lo recaudado por el Estado.
En ese sentido, explicó que las cifras que exhibe orgulloso el Gobierno son engañosas; primero, porque la historia ha demostrado que los auges económicos por materias primas -que explican el supuesto "milagro peruano"- llegan y se van, como está sucediendo ahora.
"Las perspectivas del precio ahora son malas, se mantendrán en niveles muy bajos. La época de crecimiento fácil terminó", resaltó.
Segundo, porque no se han solucionado las "desventajas estructurales" que mantienen la desigualdad y que a la larga ocasionarían el retorno a la pobreza a quienes dejaron de ser pobres.
Un claro ejemplo, en cuanto al retorno de la pobreza, se observa en los programas sociales Juntos y Pensión 65, que hacen pasar por desarrollo lo que en realidad es "asistencialismo y dependencia", dijo.
"Se estima que sin estos dos programas tendríamos aproximadamente medio millón de pobres más en el Perú. Pero se puede leer de otra manera, si estos programas se estancan o reducen sus recursos, esas personas posiblemente caigan de nuevo en la pobreza", argumentó.
Desigualdades en varios niveles
Apoyándose en el estudio Para no retroceder, realidad y riesgo de la desigualdad en el Perú, elaborado por la organización a la que representa, Mendoza sostuvo que hoy si uno nace en las regiones más apartadas del país, tiene diez veces más probabilidades de sufrir desnutrición crónica que si nace en las llamadas zonas de mayor desarrollo.
Asimismo, explicó que en el 2014, aunque la pobreza para el campo y la ciudad ha disminuido, la posibilidad de volver a ser pobre es mayor en el campo.
"Igualmente, dependiendo de donde naces, las posibilidades que tiene un niño de morir antes de los 5 años se triplica", señaló.
Lo mismo sucede en el escenario tributario -aseveró- en donde el grueso de la tributación proviene del impuesto al consumo como el Impuesto General a las Ventas (IGV) o el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), que afecta a los más pobres, mientras que el impuesto a la renta se reduce para favorecer a las grandes empresas.
Al respecto, señaló que esto "significará no solo que la tributación se mantenga estancada sino que se reduzca en los próximos años, por lo que habrá menores recursos para el Estado", anotó.
Puede escuchar la ponencia de Mendoza y del resto de la mesa aquí: