- Ecos de la Cumbre de los Pueblos y su proceso preparatorio.
Servindi, 28 de diciembre, 2014.- Un vídeo que resume el proceso preparatorio de la juventud para la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático ha producido la Confederación Nacional Agraria (CNA) y que resumen el Encuentro Nacional de Juventudes frente al Cambio Climático desarrollado el 9 de noviembre de 2014.
Dicho evento adoptó el Manifiesto de la Juventud con demandas y propuestas sobre cambio climático y que fue presentado en el cierre de la Marcha Mundial en Defensa de la Madre Tierra, el 10 de diciembre.
El vídeo recoge los aportes de la juventud indígena proveniente de distintas partes del Perú sobre cómo les viene perjudicando la actual crisis ambiental en sus regiones y cómo la están afrontando. Asimismo cómo alzaron una sola voz con jóvenes representantes de movimientos sindicales y estudiantiles del Perú y del mundo.
El manifiesto presenta sus líneas en base a cuatro ejes temáticos: a) Alternativas de desarrollo al modelo neoliberal, b) soberanía alimentaria y alternativas de producción ecológica, c) conflictos sociales por la problemática del cambio ambiental y d) participación política, toma de decisiones y equidad de género.
Buen Vivir como respuesta al modelo neoliberal
Según las diversas intervenciones el actual modelo neoliberal o “desarrollismo” no es un modelo sostenible de sociedad debido a que afianza las desigualdades sociales y profundiza la crisis ambiental y climática del planeta.
Ello se expresa en la pérdida de los derechos sociales, individuales y colectivos; como las concesiones de territorios a las empresas extractivas, que perjudican directamente a la agricultura familiar, las redes de desarrollo local, entre otros.
Para las y los jóvenes, apuntar a la construcción del Buen Vivir es una necesidad prioritaria. Es necesaria una alternativa civilizatoria que implique una nueva forma de entendimiento con la Madre Tierra, de relacionamiento entre seres humanos y en camino a una sociedad sostenible integralmente.
La juventud se considera indispensable para la recuperación de los saberes ancestrales de los pueblos, quienes históricamente han tenido una relación de armonía y respeto a la Madre Tierra. La inclusión de los sabios de las comunidades y los jóvenes en los espacios de decisión también es una tarea de la nueva sociedad.
Soberanía Alimentaria y nueva formas de producir
De acuerdo al documento, la agroindustria y el extractivismo son las principales formas en que se expresa el modelo “desarrollista”, pero que no garantizan el bienestar de las poblaciones ya que depreda y afecta recursos naturales básicos como el agua, la tierra y las semillas.
Advierten que está en juego la seguridad y la soberanía alimentaria de millones de personas en Latinoamérica.
De acuerdo a su propuesta, la alternativa de producción es el impulso de la agricultura sostenible sobre la base de la agricultura familiar.
Estas prácticas abastecen gran parte del mercado nacional y no dependen de los agroquímicos, los monocultivos y tampoco sobreexplotan el agua.
Fue organizado por la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Comisión de Jóvenes y Cultura, la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y la Asociación Nacional de Productores Ecológicos (ANPE).
En el encuentro participaron además jovenes representantes de las organizaciones UNCA, CUNARC-P, FENMUCARINAP, ONAMIAP, SER, la Red de Jóvenes de la Oroya, la Red Sudamericana de Jóvenes y la Red de Jóvenes de Ica.
Lea a continuación el manifiesto de la Juventud:
Encuentro de Juventudes frente al Cambio Climático
Nosotras y Nosotros jóvenes estudiantes, trabajadores y trabajadoras, asalariados y asalariadas, campesinos y campesinas, artesanas y artesanos, indígenas y pueblos originarios procedentes de todas las regiones del Perú, Latinoamérica y el Mundo, reunidos en Lima el 9 de noviembre de 2014 en el Encuentro de Juventudes frente al Cambio Climático, en el marco de la Cumbre de los Pueblos, declaramos lo siguiente:
Somos uno de los grupos más vulnerables frente al cambio climático, estamos siendo afectados así como nuestras generaciones futuras lo serán. El actual modelo neoliberal de desarrollo depredador está generando un daño irreparable que nos duele y une como jóvenes que luchamos por un futuro más digno y justo para todos y todas.
Hoy las juventudes nos encontramos con falta de oportunidades para el acceso a necesidades básicas, como por ejemplo a una educción gratuita y de calidad que puedan permitirnos el desarrollo propio y el de nuestros pueblos. Los regímenes laborales permiten flexibilizar las condiciones de trabajo de los y las jóvenes en favor de las empresas que explotan nuestra mano de obra, no reconociendo nuestro esfuerzo y contribución y precarizando nuestras condiciones laborales. Los y las jóvenes del campo nos vemos forzados a emigrar a las grandes ciudades o a ser mano de obra asalariada para las grandes empresas.
Asimismo cada vez aumentan más los desplazamientos de comunidades enteras a causas de los efectos del cambio climático, refugiados y refugiadas ambientales que buscan un lugar donde sobrevivir.
Las actividades extractivas de las empresas transnacionales y el agronegocio penetran de manera indiscriminada en nuestros territorios afectando nuestro derecho a decidir y a la soberanía sobre los bienes naturales que la madre tierra nos otorga, poniendo en peligro nuestro derecho de vivir libres y restringiendo nuestros derechos colectivos. Además traen contaminación a nuestros ríos y dejan yerma nuestra tierra (deforestación, uso de químicos y transgénicos, pérdida de semillas originarias), afectando este acaparamiento de tierras a nuestra seguridad y soberanía alimentaria.
El sistema capitalista nos arrebata nuestra identidad, cosmovisiones y prácticas ancestrales, aquellas que siempre han sido respetuosas con la madre tierra y sostenibles por estar en diálogo con quienes somos y con el derecho a la vida.
Además de todo esto nuestro derecho de protesta se ve restringido, existiendo una persecución y criminalización de los líderes juveniles y de las organizaciones sociales por parte de los poderes políticos y económicos, desconociendo que nuestro mayor objetivo es la lucha por la igualdad y un mundo más justo para toda la humanidad.
Declaramos además que existe un crecimiento insostenible en las ciudades fruto de modelos de desarrollo y consumo depredadores, lo que genera además un aumento de la violencia contra la juventud del campo y la ciudad, y especialmente la ejercida sobre mujeres y niñas. Los medios de comunicación sirven a los poderes económicos y al sistema neoliberal que promueven modelos de consumo individualistas y de pérdida de valores humanos y voluntad colectiva.
Frente a todo esto las y los jóvenes nos pronunciamos y exigimos:
La creación de modelos alternativos de desarrollo al modelo Neoliberal, que promueva el reconocimiento de los derechos colectivos y los sistemas de relación cooperativos que priman las relaciones humanas antes que las del capital. Aceptar los ciclos de vida de la naturaleza, promoviendo modelos comunitarios de producción y la recuperación de los saberes ancestrales en las comunidades. Aspiramos a un sistema político que permita que las necesidades de los pueblos estén representadas por sus reales protagonistas. Decimos NO a la minería ni a las empresas que expolian nuestros territorios, así como decimos NO a las falsas soluciones que nos presenta el sistema capitalista para enfrentar los embates del Cambio Climático. Exigimos la fiscalización de las empresas y compañías internacionales a partir de normas y sistemas de vigilancia participativos y de obligado cumplimiento. Así mismo exigimos la defensa de los derechos educativos, de salud, económicos y laborales de las juventudes con el fin de obtener un acceso justo e igualitario para todos y todas sin distinción ninguna.
Consideramos imprescindible la participación de los y las jóvenes en los espacios de decisión, concertación y fiscalización en proyectos y acciones de políticas públicas. Reclamamos la inmediata incorporación de las juventudes a los espacios de gobernabilidad, fortaleciendo la articulación de las organizaciones juveniles y la reconstrucción del tejido social. Consideramos prioritario tender canales de comunicación e intercambio de experiencias concretas que nos fortalezcan y ayuden a avanzar en la construcción de un mundo más justo y digno de ser vivido. Reclamamos la equidad para hombres y mujeres en estos procesos, incorporando su palabra y los modos de organización, comunicación y relación humana que las mujeres defienden y ejemplifican en su trabajo y quehacer cotidiano.
Defendemos la puesta en valor de la agricultura familiar y agroecológica como modelo de desarrollo sostenible y respetuoso con nuestra Madre Tierra, así como la eliminación del uso de agroquímicos y productos transgénicos que ponen en peligro nuestra salud. Proclamamos necesario la protección y conservación de nuestras semillas autóctonas fruto de nuestra riqueza y biodiversidad, como también el respeto de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos. Consideramos necesario la promoción de los mercados locales de consumo y el comercio con justicia, desarrollando además mecanismos y cauces de sensibilización de la población respecto al consumo de productos sanos y orgánicos.
Exigimos a los países contaminantes la reducción de sus emisiones de CO2 a la atmósfera. Defendemos el Agua como derecho humano, así como la protección a los derechos de los pueblos sobre los recursos de sus territorios colectivos, así como las prácticas ancestrales de organización, gestión y planificación de los bienes comunes, considerando la tierra como medio de producción de alimentos y no bajo condiciones de especulación y enriquecimiento en manos de unos pocos. Exigimos a las políticas estatales e internacionales que defiendan los derechos de las comunidades y pueblos y que no sirvan a empresas y poderes económicos. Proponemos la Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza, como salvaguarda y protección de nuestro derecho a la Vida.
Los jóvenes de todos los pueblos reunidos en el Encuentro de Juventudes frente al Cambio Climático reafirmamos nuestro compromiso de lucha. No desde la protesta, sino desde la propuesta ¡CAMBIEMOS EL SISTEMA, NO EL CLIMA!
¡La juventud consciente defiende el medio ambiente!
¡Queremos chicha, queremos maíz, transnacionales fuera del país!
¡La semilla no se vende se defiende!
¡Esta es nuestra tierra este es nuestro ser toda Latinoamérica tiene que renacer!