Servindi, 28 de diciembre, 2014.- El Gobierno habría ocultado parte del estudio que se realizó a la población en el área de influencia de la minera Glencore Sxtrata, en Espinar, Cusco, tras el conflicto ambiental de 2012. El análisis revela que los comuneros presentan 17 metales pesados en su organismo, y no sólo los seis que les fueron comunicados.
Como se recuerda, el estudio realizado en 2013 luego del violento conflicto de la población de Espinar contra la referida minera reveló a los comuneros de Alto Huancané y Huisa la presencia en su organismo de seis metales pesados: cadmio, arsénico, plomo, talio, manganeso y mercurio.
Pero el citado análisis, que fue realizado en el Centers for Disease Control and Prevention de los Estados Unidos, detectó también que los comuneros tenían once metales pesados más en la sangre: antimonio, bario, berilio, cesio, cobalto, molibdeno, platino, estroncio, titanio, tungsteno, y uranio.
Sin embargo, estos últimos resultados no fueron comunicados a los pobladores, sino hasta el pasado cinco de diciembre, reveló un informe del diario La República, de Perú.
El presunto ocultamiento había sido denunciado con anterioridad por el médico clínico Fernando Osores Plengue, del Instituto Nacional de Salud (INS) quien participó en la investigación junto a otros profesionales del Centro de Salud Ocupacional y de Protección del Ambiente para la Salud (Censopas).
Ante el Ministerio de Salud, la Contraloría de la República y la Defensoría del Pueblo, Osores denunció que en este caso se incumplió el protocolo del estudio y se ocultaron los resultados de los otros once metales hallados, señala La República.
Asimismo, el especialista informó que de las 170 muestras de orina tomadas, el 67 por ciento contiene uranio.
"La exposición crónica a uranio se asocia a daños renales y cáncer. Esta población requiere un seguimiento y atención urgente a su salud", afirmó Osores, quien fue retirado del Censopas tras haber denunciado estas irregularidades.
Por su parte, el biólogo Carlos Sánchez Zavaleta, quien también participó en la investigación, consideró que no se ha ocultado información a los afectados.
Indicó que los representantes de las comunidades sabían que se analizaría la presencia de 17 metales y no sólo de los seis que fueron informados, pero que pocos fueron a recoger los resultados del estudio que se dejaron en el hospital.
Por otra parte, La República informa que, en un correo electrónico, el Censopas explicó que los investigadores sólo contaban con el consentimiento de los pobladores para el análisis de seis metales, por lo que no les entregaron los otros once que el laboratorio norteamericano incluyó en el paquete.
Según esta versión, en junio se entregaron los resultados de los otros once metales, a solicitud de la Comunidad Local de Administración de Salud de Yauri (CLAS Yauri).
Siguen contaminados
Mientras tanto, para los comuneros del área de influencia de la mina la situación no ha cambiado, reporta la República.
Ellos siguen sufriendo por la contaminación que mata a sus animales domésticos pero ya no tienen a quién reclamar puestos que la mesa de diálogo ya concluyó y la empresa se niega a escucharlos.
Reclaman ayuda internacional, puesto que consideran que son engañados por el Estado y la empresa minera Glencore.