Servindi, 24 de octubre, 2014.- Obispos y arzobispos católicos de unos 20 países exhortaron a la Unión Europea a tomar medidas vinculantes contra el comercio de recursos naturales procedentes de zonas en conflicto.
A través de un comunicado difundido a mitad de mes, las 70 personalidades firmantes solicitan a los estados terminar con esta situación.
"Las empresas venden productos con recursos naturales que atizan la violencia y provocan sufrimientos. Nosotros, dignatarios de la Iglesia católica de todo el mundo, llamamos a la Unión Europea a poner fin a esta situación", señala el documento.
La iniciativa es apoyada por la Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad (CIDSE), alianza que agrupa a 17 ONG católicas europeas y norteamericanas.
El pedido se da en el marco del proyecto presentado por la Comisión Europea sobre el aprovisionamiento responsable de minerales, que será examinado por el Parlamento europeo en noviembre.
Se trata de una norma propuesta en marzo de este año y que busca que este suministro se de de forma responsable, coherente y garantice normas vinculantes respecto a los recursos naturales.
Los representantes de la Iglesia critican que hasta hoy se cuente con un sistema de certificación voluntaria. Señalan de otro lado que el nuevo sistema debe aplicarse a lo largo de toda la cadena de suministro y no debe limitarse solo al oro, tantalio, tungsteno y estaño.
Según la CIDSE, solo una regulación vinculante y coherente podrá cambiar el comportamiento de las empresas y permitirá tener un impacto positivo sobre las personas y comunidades en situación de violencia.
El llamamiento está firmado por 70 representantes de la Iglesia, entre ellos 26 brasileños, la delegación más numerosa, así como obispos de Bélgica, Francia, Suiza, Alemania, Camerún, Nigeria, Congo, Chad, entre otros.