Servindi, 21 de julio, 2014.- Los alimentos que consumen diariamente las poblaciones rurales cercanas a las minas que opera la empresa Yanacocha en Cajamarca contienen metales pesados como cadmio, arsénico y plomo en niveles superiores a los máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así lo demostró un estudio realizado por una decena de investigadores de las universidades de Barcelona, de España, y Cajamarca, de Perú. Los mismos que estuvieron capitaneados por la Dra. Marta Barenys.
Las minas tomadas en cuenta para el estudio se ubican a 48 kilómetros de la ciudad de Cajamarca entre los 3.400 y 4.120 metros sobre el nivel del mar y suman un área importante que hacen se este espacio el yacimiento de oro más importante de América Latina.
Para efectuar el estudio se recolectaron muestras de agua y alimentos en cuatro puntos diferentes. Antes se determinó cuál era la dieta básica de las personas que habitan estas zonas.
David Castro, biólogo especializado en biotecnología de la Universidad Nacional Agraria La Molina, le dedicó un artículo bastante completo al estudio.
El estudio
El yacimiento que opera Yanacocha en esta parte del departamento de Cajamarca cuenta con dos diques, uno en el Río Grande y otro en el Río Rejo, los cuales fueron construidos originalmente para controlar los sedimentos producidos por los relaves de la mina.
Según explica Castro en su artículo, los diques hoy sirven como reservorios de agua para las temporadas secas, permitiendo regar los campos de cultivo de la zona.
Las aguas de estos ríos van a dar al río Jequetepeque. Precisamente dos investigaciones - uno del 2012 y otro del 2013- realizadas en las aguas de este último dan cuenta de niveles elevados de ciertos metales pesados como el cadmio (Cd), arsénico (As) y plomo (Pb) en los ríos cercanos al yacimiento minero.
Tanto el río Rejo como el río Grande sirven a la agricultura que practican los pobladores de las cercanías, lo que significa que los alimentos que se producen en esta parte podrían contener rastros de los metales señalados poniendo en riesgo la salud de los pobladores.
Como afirma Castro, nadie había estimado ese riesgo hasta la llegada al lugar de los investigadores de las universidades de Barcelona y Cajamarca.
Una vez recogidas y analizadas las muestras -un total de 145 muestras (130 de alimentos y 15 de agua)- se determinó que los niveles de cadmio, arsénico y plomo que ingerían los pobladores locales diariamente excedían los límites establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los resultados del estudio fueron publicados la primera semana del mes por la revista estadounidense Food and Chemical Toxicology.
Los resultados
La principal fuente de arsénico fue el agua y el arroz alcanzando niveles de consumo diario promedio de 0,5 µg/Kg, (0,5 microgramos por kilo) cuando la EFSA establece que entre 0,3 y 8 µg/Kg hay riesgo de lesiones de piel y cáncer en humanos.
Algo que también se determino fue que las poblaciones que viven más cerca a la mina están más expuestas al arsénico a través del agua.
Respecto al cadmio, los principales contribuidores son las papas y el arroz.
Los investigadores estimaron un consumo diario de 0,36 a 0,42 µg/Kg, cuando el límite establecido es de 0,35 µg/Kg diarios (2,5 µg/Kg por semana, según la EFSA).
En este caso, no hay diferencia si la población se encuentra más cerca o lejos de la mina ya que el arroz se compra en el mercado de la cuidad de Cajamarca.
Los investigadores no lograron determinar de donde viene el arroz, aunque lo más probable es que sea del valle del Río Jequetepeque, que está más cerca a la zona.
Respecto a la papa, el tubérculo es producido en la misma zona por lo que la presencia de cadmio se puede deber al agua con la que se riega.
En cuanto al plomo, la principal fuente de exposición fue el agua, por lo que las poblaciones más cercanas a la mina presentaron niveles de consumo diario mayores —de 1,5 a 1,9 µg/Kg. Según la EFSA, los niveles superiores a 0,63 µg/Kg y 1,5 µg/Kg diarios aumenta el riesgo de toxicidad renal y problemas cardiovasculares, respectivamente.
La respuesta de Yanacocha
Los resultados del estudio se conocieron a través del artículo de David Castro. Es por ello que Yanacocha se dirigió a él a través de un comunicado.
Lejos de responder con evidencia, la empresa optó por citar supuestas serias ausencias en el proceso de la coordinación del estudio. La respuesta de Castro en su blog empezó de la siguiente manera: "Solo tengo que decir que evidencias se refutan con evidencias."
Luego agregaría: "El problema que yo veo es que las mineras se llenan de abogados en vez de científicos e ingenieros que podrían interpretar mejor los datos obtenidos y dar solucionar eficientes a los problema".
Un punto que podría llamar la atención sobre el estudio es el número de participantes que fueron parte del mismo. El estudio estuvo compuesto principalmente por varones jóvenes (de 12 a 17 años).
Ante esta aparente debilidad, Castro sostuvo que los resultados son importantes para poder establecer medidas que permitan reducir el riesgo al que están expuestos las comunidades rurales que habitan cerca a las instalaciones mineras.