Servindi, 28 de abril, 2014.- La lideresa indígena del pueblo Asháninka Ruth Buendía Mestoquiari ha sido distinguida con el máximo galardón ambiental del planeta: el Premio Goldman.
La noticia se conoció esta mañana. Junto a ella han sido reconocidas también otras cinco personalidades de distintas partes del mundo.
No es difícil entender por qué la lideresa de 37 años se hizo del galardón.
En el 2009, en pleno gobierno de Alan García, dos proyectos hidroenergéticos amenazaban con inundar y desplazar a miles de indígenas asháninkas. Se trataban de Pakitzapango y Tambo 40.
El embalse del primero inundaría territorios ancestrales de las comunidades asentadas en la cuenca del río Ene, en la selva central, que constituye la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal Asháninka y del Parque Nacional Otishi.
Tambo 40 afectaría por su parte a las comunidades asháninkas de las cuencas del Tambo y del Ene.
Los dos formaban parte de un total de quince proyectos que se venían promoviendo en el marco del Acuerdo Energético Perú Brasil firmado por García e Inácio Lula da Silva un año antes y que contemplaban el desplazamiento de cerca de 25 mil indígenas de la Amazonía.
Fue en ese contexto que surgió la figura de Ruth Buendía.
Según explica la Fundación Goldman, responsable de entregar el premio del mismo nombre, el merito de Buendía radica en haber unificado a su pueblo para juntos expresar su rechazo a estos proyectos que nunca les fueron consultados.
Foto: Goldman Environmental Prize
Por aquellas fechas, con Buendía a la cabeza se impulsó una poderosa campaña en contra de la instalación de todas estas represas de gran escala que amenazaban con desarraigar a todo su pueblo, así como antes lo había hecho el terrorismo.
Desde el 2011, gracias a la oposición de las comunidades, los planes de construcción de las mismas están detenidos.
Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, creada en el 2001, de 55 mil asháninkas, cerca de 10 mil fueron desplazados forzosamente de sus valles. Unos 6 mil murieron, cerca de 5 mil fueron secuestrados por Sendero Luminoso y más de 30 comunidades nativas desaparecieron.
Una de las víctimas de esta violencia fue el padre de Ruth, quien murió cuando ella tenía solo 12 años. Luego de aquel trágico suceso ella fue enviada a Lima.
Años después volvería a su tierra para moldear a pulso y trabajo su liderazgo, el mismo que la ha llevado hoy a ser reconocida con el Premio Goldman junto a activistas de India, Indonesia, Rusia, Sudáfrica y Estados Unidos.
El Premio Goldman se otorga anualmente a "héroes del medio ambiente" provenientes de cada una de las seis regiones continentales habitadas en el mundo. Ruth Buendía será premiada por América Central y del Sur. Son 175 mil dólares los que recibe cada premiado.
En declaraciones a la prensa, Ruth ha señalado que planea invertir el dinero en la educación de sus cinco hijos y en la organización que encabeza, la Central Asháninka del Río Ene (Care).