- Naciones caribeñas extremadamente vulnerables al aumento del nivel del mar y a los impactos de eventos meteorológicos extremos.
Noticias Aliadas, 27 de enero, 2014.- En US$7.5 millardos* anuales ha calculado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) las pérdidas económicas del cambio climático para las naciones del Caribe.
“El Caribe es una subregión muy vulnerable que podría sufrir consecuencias económicas considerables y negativas hacia el 2050 por causa del cambio climático”, asegura una investigación publicada en diciembre por la Revista CEPAL, titulada “Un sistema de modelamiento para evaluar las consecuencias económicas del cambio climático en el Caribe”.
Los daños económicos incluyen, según el estudio, reducción del capital, del ingreso nacional, disminución de la productividad y contracción de la demanda de los servicios turísticos.
La intensificación y mayor frecuencia de eventos meteorológicos extremos, como huracanes y tormentas tropicales, han puesto en riesgo a esta región. A fines de diciembre, intensas lluvias fuera de temporada en Dominica, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía causaron inundaciones y deslizamientos de tierras que dejaron 13 muertos.
El presidente de Guyana, Donald Ramotar, hizo un llamado a “potenciar nuestras capacidades de pronóstico y mecanismos de respuesta” ante el cambio climático.
“La evidencia científica muestra que, para nuestra región, que es una de las más vulnerables, estos eventos meteorológicos se volverán más frecuentes a medida que se intensifiquen los impactos del cambio climático”, dijo el mandatario en declaraciones recogidas por la prensa.
Ramotar incidió en la Estrategia de Desarrollo Baja en Carbono, lanzada en el 2009 por el entonces presidente Bharrat Jagdeo (1999-2011), que busca que las actividades productivas reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) causantes del calentamiento global.
Altas temperaturas
De acuerdo con el más reciente informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), publicado en setiembre del 2013, está en riesgo la capacidad de importantes destinos turísticos como Bahamas, Barbados, Belice y Jamaica de abastecer de agua, energía y otros recursos básicos a los visitantes y a sus propias poblaciones.
La Asociación de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), que agrupa a 44 naciones insulares y costeras bajas del Caribe, África y Oceanía, ha alertado que la elevación del nivel del mar por el derretimiento de glaciares provocará su “extinción”.
Igualmente, el aumento de las temperaturas del mar ya está causando la decoloración o muerte de arrecifes de coral, que actúan como barrera natural ante los embates del océano durante los huracanes.
Según la CEPAL, el aumento del nivel del mar se traducirá en la pérdida de tierra e infraestructura y en la contracción del turismo, los dos factores más importantes que afectarán al Caribe.
El modelo de la CEPAL toma como parámetro un aumento de la temperatura media del planeta de 1.2º hacia el 2050. Sin embargo, desde el siglo XIX la temperatura global ha aumentado en 1%. Los expertos recomiendan mantenerla por debajo del 2%, nivel que para los países miembros de la AOSIS ya sería catastrófico.
A pesar de las invocaciones de organizaciones internacionales y de los países más vulnerables al cambio climático, las naciones industrializadas se resisten a reducir sus GEI. Tal como viene ocurriendo desde 1994, cuando se celebró la 1ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP1), en la 19ª edición llevada a cabo del 11 al 23 de noviembre del 2013 en Varsovia, Polonia, los países desarrollados continuaron negándose a cumplir con el mandato del Protocolo de Kioto, único instrumento legalmente vinculante que los obliga a reducir sus emisiones de GEI. Este acuerdo fue adoptado en 1997 y en el 2012, año que expiraba, fue ampliado hasta el 2020.
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* Un millardo equivale a mil millones.
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Fuente: Noticias Aliadas: http://www.noticiasaliadas.org/articles.asp?art=6956