Izquierda: Mujer cauqui. Derecha: Mujeres jaqaru.
Digeibir, 26 de enero, 2014.- El Documento Nacional de Lenguas Originarias, presentado hace unas semanas, recopila información sobre las lenguas que se hablan actualmente en Lima y las que se extinguieron. Compartimos algunos datos a propósito del aniversario de la ciudad.
La principal ciudad del país ostenta la mayor diversidad lingüística en el Perú debido a que posee migrantes de todas partes. Sin embargo, son solo unos pocos los asentamientos en donde los hablantes se han agrupado de tal forma que siguen usando la lengua en su interrelación.
Existen indígenas que se han asentado recientemente en Lima, como el caso de las familias shipibo agrupadas en Cantagallo (Rímac), cuya institución educativa ha sido registrada como la primera escuela urbana de educación intercultural bilingüe (EIB). Otros shipibos están ubicados en Santa Eulalia.
Además, un grupo de indígenas awajún se han asentado en Ventanilla (Callao), y otro grupo frente a la Universidad de San Marcos, en el Cercado de Lima. Asimismo, existen hablantes ashaninkas en Huaycán y Chosica, y algunos matsigenka en Puente Piedra.
No hay cifras exactas sobre la cantidad de quechuahablantes y aimarahablantes en Lima, pero se estiman en decenas de miles, ubicados en diferentes distritos de la capital. Algunos viven en urbanizaciones y asentamientos urbanos formando pequeños núcleos familiares con diferentes grados de parentesco.
Todas estas lenguas indígenas que se hablan en la capital se encuentran en serio peligro ya que no son transmitidas por los padres a sus hijos. El castellano se impone como una lengua de prestigio y poder.
Del quechua que se habla en la provincia de Lima destacan las variantes Oyón Huaura y el quechua de Pacaraos-Viscas y Andamarca-Vichaycocha, utilizadas en su mayoría por ancianos. Al norte de Lima se habla probablemente la variante Cajatambo.
Dos parientes del aimara, el jaqaru y el cauqui se hablan exclusivamente en la provincia de Yauyos, al sur de Lima. Pertenecen a la familia lingüística aru y están consideradas seriamente en peligro, por lo cual, sus hablantes han mostrado el deseo de fortalecer y recuperar sus lenguas.
Se estima que solo 725 personas dominan el jaqaru en el distrito de Tupe, mientras que el cauqui es hablado solo por once personas en Cachuy (Catahuasi, Tupe), identificadas a fines de la década de los noventa. Los hablantes de ambas lenguas junto con las autoridades tienen el enorme desafío de poner en marcha acciones para revitalizar esta lengua.
Escuelas de EIB en Lima
Las instituciones educativas de Lima que deben ofrecer una educación intercultural bilingüe suman 28, de las cuales siete deben enseñar en jaqaru (Tupe) como primera lengua y castellano como segunda. Igual es el caso de seis escuelas EIB en Cajatambo, en donde el quechua es la primera lengua y el castellano como L2.
Las dos escuelas EIB ubicadas en Cantagallo (inicial y primaria) cuentan con maestros que enseñan en shipibo (L1) y en castellano como segunda lengua. De otro lado, once escuelas en Oyón deben enseñar en castellano como primera lengua y el quechua como segunda lengua. Igual es el caso de dos escuelas en Catahuasi que aun cuando enseñan en castellano, busca motivar en los estudiantes el interés por el cauqui con apoyo en las tradiciones, costumbres y topónimos de este pueblo.
Lenguas extintas
“¿Qué se hablaba en Lima antes de que aquí se comenzara a hablar castellano?”, indaga el Documento Nacional de Lenguas Originarias (pág. 411). Desde hace cientos de años conviven varias lenguas originarias en la región como el jaqaru y el quechua, este último con variantes dialectales de Cajatambo, Pacaraos, varias de Yauyos y otras de la zona de Cañete, cercanas a las variedades ayacuchanas.
El jaqaru debió haber llegado hasta las inmediaciones de la laguna Conococha, en Ánchas, y a toda la sierra del departamento de Lima. El Documento menciona que existen topónimos de esta lengua en otros departamentos del Perú.
Las demás lenguas originarias presentes en Lima son de muy reciente data y, en todos los casos, se trata de las lenguas amazónicas ya referidas. Hay informaciones sobre gente amazónica que ha mantenido una relación constante con Lima, sea por peregrinaciones o actividades de intercambio.
"Este hecho sirve para enmarcar una hipótesis de Torero, de que la gente que ahora se encuentra en la Amazonía inmediata, antes habría estado en los Andes. En esto están implicados los yanesha, quienes reconocen deidades ubicadas en la zona andina. La misma palabra andes se relaciona con antis, aquellos que estaban más allá del nevado Huaytapallana. En la hipótesis de Torero, la población andina –hoy amazónica: panos y arawak- habría sido desplazada hacia la selva inmediata. Cabe referir que los mismos awajún serían procedentes de los andes, de la sierra de Piura." (pág. 411) |
Este hecho sirve para enmarcar una hipótesis de Torero, de que la gente que ahora se encuentra en la Amazonía inmediata, antes habría estado en los Andes. En esto están implicados los yanesha, quienes reconocen deidades ubicadas en la zona andina. La misma palabra andes se relaciona con antis, aquellos que estaban más allá del nevado Huaytapallana. En la hipótesis de Torero, la población andina –hoy amazónica: panos y arawak- habría sido desplazada hacia la selva inmediata. Cabe referir que los mismos awajún serían procedentes de los andes, de la sierra de Piura. (pág. 411)
El investigador J. Regan llama la atención inclusive sobre la posibilidad de que el nombre Naylamp sea el mismo que nayap “golondrina”, término awajún que alude a uno venido del mar.
No se tiene información acerca de pueblos anteriores a los de estirpe aru o quechua, aunque se cuenta con evidencias de una antigua presencia aru –anterior al quechua- en Cajatambo, en el valle de Lima y la parte sur del departamento. El quingnam, conocido como lengua pescadora o lengua del litoral, se pudo haber hablado hasta la orilla norte del río Chillón. Se extinguió en los inicios de la Colonia.
“Una huella de la presencia aru en Lima es la pronunciación como {l} del sonido quechua {r}”. Un ejemplo, es el nombre Lima, de sello aru, frente al nombre del río –rimaq/rímac- que conserva la forma primitiva quechua. De otro lado, el texto Dioses y hombres de Huarochirí ofrece información de varias zonas de Lima con hablantes bilingües quechua y aru.
"La indagación de una ocupación anterior a la aru puede postularse a partir de la idea de Gerald Taylor, sobre la existencia de un sustrato prequechua y prearu, en la zona de Lima. Dicho sustrato revela aspectos ideológicos y religiosos que estarían ligados a concepciones como la de los culli, los cuales, a su vez, sorprendentemente tienen alguna correlación con el hecho de una presencia más antigua de una cultura ligada al culli en la zona del callejón de Huaylas, pero que es ocupada después por una corriente quechua. Se señala previamente que el Callejón de Huaylas no era un espacio de sustrato aru antes de la presencia quechua en dicha zona." (pág. 413) |
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Nota. La información que aparece en el presente informe corresponde al Documento Nacional de Lenguas Originarias, de reciente publicación por el Ministerio de Educación.
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Fuente: Dirección General de Educación Bilingüe y Rural (Digeibir): http://www.digeibir.gob.pe/noticias/lima-y-las-lenguas-originarias