Por Jorge Agurto
16 de enero, 2014.- Un infeliz comunicado de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales (Confiep) generó rechazo en diversos sectores ciudadanos. Y no es para menos. El pronunciamiento: "El Perú está primero" pretende maniatar al gobierno para que actúe a favor de marcados intereses privados en temas de controversia pública, y lo hace frescamente... a nombre del país.
El aviso de marras apareció el domingo 12 de enero con letras grandotas y a toda página, como para que no haya dudas, malentendidos ni murmuraciones acerca de cual es la voluntad suprema de la Confiep en temas como la propiedad de los medios de comunicación, la Ley Universitaria y el ordenamiento pesquero, entre otros.
Un periodista moderado como Álvarez Rodrich calificó el texto de "desproporcionado, inoportuno y contraproducente para sus propios intereses, para no hablar de los del Perú."
Pero quién mejor describe a la derecha cavernaria que se expresa a través de la Confiep fue el premio Nobel Mario Vargas Llosa, un reconocido intelectual liberal defensor de la economía de mercado, la propiedad y la empresa privada.
En una entrevista concedida a Gustavo Gorriti en IDL Reporteros Vargas Llosa afirma que "tenemos una clase dirigente que es extraordinariamente inepta, inculta, codiciosa, cegada por intereses inmediatos e incapaz de tener una visión de largo alcance, de lo que es el futuro del país." (Ver El liberal optimista)
En otra entrevista, agrega que los empresarios son hostiles con Ollanta Humala porque "estaban más contentos" y se "sentían más seguros con Fujimori”. Se trata de un empresariado de una "extraordinaria incultura" que sigue la "idea absolutamente estúpida, antihistórica, de que una dictadura garantiza más la libertad de empresa, la economía de mercado".
¿Que es la Confiep?
La Confiep fue constituida en 1985 por siete gremios empresariales. Con el paso de los años se fueron incorporando otros sectores siendo el de mayor crecimiento el sector financiero, que alrededor de los bancos logró ampliar su presencia.
A la Asociación de Bancos le siguió el gremio de las compañías de seguros, la Asociación de AFP y la agrupación de Sociedades Agentes de Bolsa, todas vinculadas a las entidades bancarias.
En la Confiep son gremios influyentes la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMP), la Asociación de Exportadores (ADEX), la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC), la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO), la Asociación de Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (AAFP).
Asimismo, la Asociación de Empresas Privadas de Servicios Públicos (ADEPSEP), la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (ALAFARPE), la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (APESEG), , la Bolsa de Valores de Lima y la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO).
La Confiep y el futuro del Perú
La Confiep es una organización empresarial que representa al gran capital nacional asociado a los grupos financieros transnacionales y no defiende los intereses nacionales, ni siquiera de sus sectores empresariales.
Es el sector menos indicado para hablar de la producción y el desarrollo en el Perú porque defiende principalmente el interés de los banqueros que son los que más ganan y menos trabajan en el Perú.
Es el actor político que debe ruborizarse cuando hable de objetivos nacionales, democracia y derechos humanos porque guardó un silencio cómplice ante un régimen dictatorial y antidemocrático. Nunca condenó el autogolpe de Fujimori-Montesinos y aplaudió sus medidas, lo que originó que muchos gremios se aparten de él.
Actualmente ni siquiera representa a la industria nacional articulada en la Sociedad Nacional de Industrias (SIN), la cual se desafilió de la CONFIEP por la ligazón de ésta con el modelo neoliberal, así como lo hicieron otros gremios empresariales nacionales.
En conclusión, la Confiep es la menos autorizada para hablar de los intereses del Perú.
El Perú justo, fraterno, solidario y democrático al cual aspiran las mayorías nacionales será posible cuando la Confiep deje de manipular y confundir a la ciudadanía presentando sus propios intereses como intereses públicos.
Asimismo, cuando deje de maniatar a la gran prensa a favor de sus negocios privados y entienda que el verdadero bienestar de los peruanos pasa por la construcción de un bien común en armonía irrestricta con la naturaleza, los valores democráticos y los derechos humanos, algo muy ajeno a la Confiep.
Datos claves
- Durante el régimen de Fujimori-Montesinos diversos líderes de la CONFIEP como Rafael Villegas, Jorge Camet, Arturo Woodman (1995), Ricardo Márquez, Manuel Sotomayor (1998), entre otros, “no sólo no condenaron el golpe de abril de 1992, sino que trocaron el overol empresarial por las tareas de gobierno. Y los que no lo hicieron, como los past-presidentes Jorge Picasso, Manuel Sotomayor y Roque Benavides no tuvieron reparo en confesar su identificación con el régimen”.
- El 2001 ante la inminente instalación del nuevo gobierno varios gremios empresariales se retiran de la CONFIEP por ser un organismo “quemado” por su vinculación con el régimen de Fujimori – Montesinos.
- Manuel Izaga, Presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) oficializa su retiro porque "no se sienten representados ni debidamente defendidos por la CONFIEP”.
- Carlos Castro, Presidente de la Asociación de Exportadores (Adex) oficializa su retiro de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales (Confiep) y señala que la "Confiep, en realidad, ha sido sólo un espejismo".
- Samuel Gleiser, Presidente de la Cámara de Comercio de Lima acuerda desafiliarse de la CONFIEP porque "se han desvirtuado los objetivos por los cuales fue creada la Confiep hace 17 años”.
- Manuel Yzaga, Presidente de la SNI, inició la ruptura del gremio empresarial CONFIEP, al comunicar que los 65 comités que conforman la SNI optaron por desafiliarse de la confederación empresarial, entre otras razones “porque hace 10 años que se está pidiendo un apoyo de la Confiep para que se ocupe del drama industrial, pero no se ha conseguido nada", afirmó Yzaga (Gestión 30-03-01).
- El ingeniero Castro (ADEX) sostiene que el alejamiento de los empresarios nacionales de la CONFIEP se debe al maltrato sufrido por el sector industrial bajo el gobierno de Fujimori, sin que la Confiep se diera por aludida.
El año 2000 estalló una crisis en la CONFIEP con la reelección del empresario minero Roque Benavides quién prescindió del apoyo de los empresarios y se apoyó con los empresarios del sector servicios vinculados al sector financiero. La nueva directiva se hizo de la vista gorda con las irregularidades de la segunda reelección de Alberto Fujimori.
- Una nueva crisis estalló con la elección de Julio Favre en la presidencia de la Confiep. Ninguno de los gremios productivos quiso formar parte de su directiva y la conformación de su Comité Ejecutivo se convirtió en un verdadero rompecabezas. Los artículos 40 y 42 de los estatutos de la Confiep señalan que para conformar este Comité Ejecutivo se requiere contar con representantes de seis miembros natos (fundadores) de la confederación (SNI, Cámara de Comercio de Lima, Capeco, Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Adex, Sociedad Nacional de Pesquería y la Asociación de Bancos). Ante el impase, el empresario avícola Favre, recurrió al consejo de los ex presidentes (Jorge Camet, Jorge Picasso, Manuel Sotomayor, Rafael Villegas, Ricardo Vega Llona, Julio Piccini y Miguel Vega Alvear), y optó por conformar su Comité Ejecutivo con sólo cuatro miembros "en contra de lo que establecen los estatutos".
Fuente: Revista Caretas: http://www.caretas.com.pe/2001/1664/articulos/confiep.phtml).
EL PERÚ ESTÁ PRIMERODejemos de lado hechos que afectan al paísLa CONFIEP expresa su preocupación por hechos recientes que están afectando la confianza empresarial, alterando el clima de inversiones, poniendo en riesgo lo avanzado y generando una sensación de discordia y división entre peruanos, como por ejemplo: La súbita intervención política que, tomando partido en una controversia privada entre empresas periodísticas, pretende alterar las reglas establecidas. En un estado de derecho corresponde que sea el Poder Judicial quien se pronuncie y resuelva, en lugar de dictar leyes a pedido con objetivos poco claros que amenazan la propiedad privada, la libertad de empresa y, en este caso, la libertad de expresión. La aprobación en la Comisión de Educación del Congreso de un proyecto de ley universitaria que no toma en cuenta ninguna opinión de los propios involucrados, que desnaturaliza la autonomía universitaria y que más bien la somete a una entidad bajo el control político de turno. El desalentador resultado de un sector tan importante como el pesquero, consecuencia de injustificados cambios de reglas y de un sistemático enfrentamiento de la autoridad con la industria, generando desconcierto y desconfianza en el sector pesquero formal y en la inversión en general. Una sistemática descoordinación entre distintos niveles de gobierno y un restrictivo marco regulatorio que se oponen a la necesidad de acelerar las inversiones privadas, no obstante las meritorias iniciativas impulsadas por algunos ministerios como los de Economía, Agricultura, Comercio Exterior, Transportes y Energía y Minas. Los empresarios de la micro, pequeña, mediana y gran empresa invocamos a nuestros líderes, autoridades y en general a todos los peruanos, a reflexionar con serenidad sobre nuestro futuro y rectificar estos hechos para no distraernos del objetivo común de fomentar la inversión como única fuente de trabajo, desarrollo, progreso y bienestar; el más potente vehículo para reducir la pobreza en nuestro país. Ese es nuestro compromiso. 12 de enero de 2014 |