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Servindi, 1 de enero, 2014.- Los zapatistas celebran el 20 aniversario del levantamiento armado iniciado el 1 de enero de 1994 reivindicando la autonomía de sus comunidades y reafirmando su voluntad de fortalecer la resistencia contra el acoso que sufren de parte de las autoridades y del ejército.
Con música y baile las celebraciones se iniciaron el martes y continúan el miércoles 1 de enero en los cinco territorios autónomos llamados "Caracoles", donde acuden invitados nacionales y extranjeros.
Los actos son de acceso difícil o restringido para los medios de comunicación porque "no reflejan lo que se vive en el estado de Chiapas ni el acoso en su contra" advirtieron fuentes zapatistas.
"Hace 20 años los botamos a la basura a todos los partidos políticos. Son los pueblos los que deciden y analizan quién ha de ser su autoridad y quién ha de gobernar de acuerdo a sus propias leyes autónomas" dijo la comandante Hortensia la madrugada del miércoles 1 de enero de 2014.
La dirigente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) leyó un pronunciamiento en el que recordó que las comunidades indígenas de Chiapas, hace 20 años, no tenían ningún servicio de salud y educación.
Destacó que han aprendido a organizarse mediante las Juntas de Buen Gobierno, creadas en 2003 en los municipios de influencia zapatista para dar autonomía a las comunidades.
“(Ahora) tratamos de mejorar el sistema de salud, educación y gobierno, basados en la democracia, libertad y justicia", expresó.
Hace frío como hace 20 años...
Al igual que desde hace años, e subcomandante Marcos se mantuvo con un perfil mediático bajo aunque el martes 28 de diciembre emitió un comunicado en el que dijo que en este diciembre de 2013: "hace frío como hace 20 años, y como entonces, hoy una bandera nos cobija: la de la rebeldía".
Envió un abrazo a todos sus compañeros zapatistas, ateos y creyentes, con motivo del aniversario.
“A los que de noche se cargaron a la espalda la mochila y la historia, a los que tomaron con las manos el relámpago y el trueno, a los que se calzaron las botas sin futuro, a los que se cubrieron el rostro y el nombre”, recordó Marcos en el texto.
También se refirió a los que, “sin esperar nada a cambio, en la larga noche murieron para que otros, todos, en una mañana por venir aún, puedan ver el día como hay que hacerlo, es decir, de frente, de pie y con la mirada y el corazón erguidos”.
Marcos aprovechó la ocasión para reiterar sus cuestionamientos a las administraciones de los presidentes que han gobernado México desde la aparición del EZLN: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quien está en el cargo desde el 1 de diciembre de 2012.
El levantamiento zapatista
El EZLN irrumpió en México ocupando las cabeceras municipales de siete ciudades del estado sureño Chiapas: San Cristóbal de Las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Oxchuc, Huixtán y Chanal.
La acción se efectuó en una de gran significado para México: el 1 de enero de 1994, el mismo día en que entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En la misma jornada, el EZLN atacó la sede de la 31ra. Zona Militar, en un combate que duró 10 horas y en el que no tuvo éxito, por lo que se replegó a la selva.
Paralelamente se desarrolló la batalla de Ocosingo, una de las más sangrientas de aquellos enfrentamientos iniciales, en la que fue muerto el Subcomandante Pedro, jefe del estado mayor del EZLN.
Una vez producidas las ocupaciones, el grupo emitió la Declaración de la Selva Lacandona, bajo el reclamo de “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz”.
Con la Declaración de la Selva Lacandona emitida por el EZLN, la organización reclamaba trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz.
El 3 de enero los rebeldes secuestraron al general Absalón Castellanos, ex gobernador de Chiapas, pero al día siguiente el Ejército ya había tomado el control de las siete ciudades copadas por los guerrilleros.
Sin pretender “la toma del poder” sino “apenas algo más difícil: un mundo nuevo” los combates duraron 12 días en el estado de Chiapas y los primeros enfrentamientos dejaron 57 muertos y 40 heridos, la gran mayoría zapatistas, según datos oficiales.
Sin haber podido alcanzar su objetivo de “marchar hasta la ciudad de México”, el EZLN buscó una salida negociada y propuso como mediadores de un diálogo al obispo de San Cristóbal de Las Casas, Samuel Ruiz; a la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y al periodista Julio Scherer.
Mientras tanto, volvió a tirotear el cuartel de la 31ra. Zona Militar, atentó contra torres de transmisión eléctrica y un gasoducto de la empresa estatal Pemex, e hizo detonar coches bomba en la capital del país y en zonas cercanas.
Salinas nombró el 10 de enero a Manuel Camacho como comisionado para la Paz y la Reconciliación en Chiapas, y dos días más tarde ordenó un cese del fuego unilateral del Ejército como primer paso para iniciar el diálogo.
Mientras, envió al Congreso un proyecto de ley de amnistía. Para entonces, la cantidad de muertos había ascendido a 108, según reportes oficiales.
En los días siguientes renunció el gobernador interino de Chiapas, Elmar Setzer, y el EZLN aceptó a Camacho, quien estableció una agenda de cuatro puntos para negociar y admitió la propuesta guerrillera de intercambiar al exgobernador secuestrado por zapatistas presos. Paralelamente, unas 70.000 personas marcharon en el distrito federal pidiendo paz.
Con el resguardo de la Cruz Roja y la policía militar, el 16 de febrero comenzaron las negociaciones en San Cristóbal de las Casas. El diálogo terminó el 22 de marzo, sin acuerdos.
A mediados de 1994 las fuerzas armadas tenían apostados al menos 12.000 efectivos y cientos de retenes, lo que permitió al gobierno recuperar de a poco el control político de la situación.
El EZLN convocó en agosto a una “convención nacional democrática” que comenzó a sesionar con el objeto de redactar una nueva carta magna, pero se diluyó tras las elecciones que consagraron al oficialista Ernesto Zedillo como sucesor de Salinas.
En 1995, Zedillo reveló que el Subcomandante Marcos, que había quedado al frente del EZLN tras la muerte de Pedro, era el profesor y filósofo Rafael Guillén, entonces de 38 años, y ordenó su captura.
Luego de un alto al fuego se abrió un proceso de diálogo sobre las reivindicaciones de la insurgencia y en 1996 las partes firmaron los acuerdos de San Andrés.
El sexenio de Zedillo transcurrió entre negociaciones, búsquedas de acuerdos y enfrentamientos aislados, y a fines de 2000 asumió el gobierno el conservador Vicente Fox, quien retiró al Ejército de la zona del conflicto.
El 1 de enero de 2005 el EZLN anunció que dejaba las armas y se dedicaría a la política.
Los zapatistas han denunciado el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés por parte del gobierno y siguen reclamando una reforma constitucional que garantice su autonomía.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien devolvió al PRI la Presidencia tras 12 años de ausencia, prevé impulsar en 2014 una reforma constitucional en esta materia, según lo anunció Jaime Martínez Veloz, comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México.
Datos
- Para una cronología más completa del accionar zapatista puede ingresar al sitio Autonomía Zapatista: http://www.autonomiazapatista.com/cronologia.html
- Información sobre el zapatismo en el Centro de Documentación sobre Zapatismo: http://www.cedoz.org/site/index.php
- Enlace Zapatista: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/
Foto: EPA
Escuela zapatista. Foto: Pozol.org