- El plazo para cerrar sus actividades vence el 26 de marzo de 2014.
Servindi, 28 de diciembre, 2013.- Representantes de la organización de cooperación solidaria IBIS, con sede en Dinamarca, confirmaron que han sido notificados por el gobierno a cerrar sus programas y retirarse de Bolivia por supuesta injerencia política sin haber sido escuchados por el Ejecutivo.
En rueda de prensa realizada el viernes 27 Ximena Valdivia, directora de IBIS en Bolivia, y José Luis Álvarez de la misma institución lamentaron que el cierre de sus actividades afectará a 76.500 beneficiarios.
“Esperábamos que el Estado boliviano aceptara nuestra solicitud de dialogar y revisar los textos donde IBIS habría cometido injerencia política”, pero la Cancillería ratificó la expulsión mediante una carta y fijó el 26 de marzo de 2014 como fecha de cese de actividades.
Según Valdivia, las acusaciones no se corresponden con la política de la organización no gubernamental (ONG) y su historial de trabajo en Bolivia por lo que han quedado “profundamente abrumados” y sorprendidos por las denuncias.
Valdivia enfatizó que la institución tiene el “mínimo derecho de conocer con precisión cuáles son los fundamentos de la decisión de la expulsión de IBIS de Bolivia con objeto de tener la oportunidad de dar una explicación o corregir los errores cometidos”.
Agregó que la ONG respeta la soberanía de los países donde trabaja y apoya los derechos de los indígenas, pero no habla en su nombre, pero si representantes o documentos de IBIS han sobrepasado esa política están “dispuestos a pedir las disculpas necesarias”.
La organización internacional trabaja en Bolivia hace 30 años a favor de los indígenas y sectores pobres.
Precisó que su forma de trabajar, sus programas y estrategias han sido reportadas a la Cancillería boliviana, “sin haber recibido nunca antes ninguna observación o llamada de atención”.
El último acuerdo marco suscrito por IBIS con la Cancillería, el 24 de enero de 2011, era por cuatro años, hasta el 24 de enero de 2015. El mismo, según la nota enviada por la Cancillería, quedó disuelto.
La directora de la ONG indicó que han solicitado al Estado que se haga cargo de todos sus programas que benefician a decenas de miles de personas, que se verán perjudicadas por su salida de Bolivia.
La organización danesa trabaja en programas educativos, gobernabilidad, proyectos productivos y salud, entre ellos uno de prevención y provisión de medicamentos a portadores de VIH en coordinación con el Gobierno.
Poco más de 76.000 personas se han beneficiado en todo el país de su trabajo. IBIS también apoya con fondos a otras organizaciones bolivianas, algunas de las cuales son críticas del Gobierno.
La decisión que precipitó la expulsión es la abierta pugna entre un grupo que respalda al Gobierno y otro que lo cuestiona en el Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyu (CONAMAQ), la organización más importante de indígenas del occidente de Bolivia.
Posición del gobierno
El gobierno de Evo Morales acusa a IBIS de injerencia política, de financiar la división de organizaciones indígenas y de haber plasmado en documentos críticas “intolerables” a su relación con los pueblos originarios.
El 20 de diciembre, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, anunció la expulsión de IBIS con el argumento de que tiene actuaciones políticas "intolerables” en contra del Gobierno y que financió la división de organizaciones sociales indígenas.
Entonces aseguró que documentos de IBIS afirman que el Gobierno boliviano “se ha extraviado”, “ha traicionado los principios de la lucha de los pueblos indígenas” y es “incapaz de aplicar los derechos colectivos de los pueblos indígenas”, entre otras críticas.
La “nota de denuncia” del Gobierno enviada el jueves 26 a las 15:00 anula el convenio marco que suscribió el Estado e IBIS.
Cuestionan decisión gubernamental
Organizaciones indígenas de comunidades de Potosí, que reciben del apoyo de IBIS, anunciaron reuniones de emergencia para definir acciones de defensa de la organización ante su expulsión.
Lamentaron que el Gobierno haya decidido “unilateralmente”, sin consultarles, expulsar a la ONG danesa.
El ex dirigente indígena Rafael Quispe destacó el aporte de IBIS al proceso de refundación en Bolivia y recordó que contribuyó a la Asamblea Constituyente mediante la construcción de propuestas y a través de otras ONG respaldó en el saneamiento de tierras comunitarias de origen (TCO) en el oriente.
De otro lado Alex Contreras, exvocero de Gobierno, aseguró que IBIS contribuyó en 1994 a la marcha de los productores de coca del trópico de Cochabamba, que fue liderada por el propio presidente Evo Morales.
"IBIS apoyó desde hace muchos años a productores de coca de Cochabamba en diferentes actividades y publicaciones. La marcha histórica de 1994 fue financiada por IBIS. Son muchas las autoridades que tienen un pasado y una formación en ONG y que ahora están en el Gobierno”, dijo Contreras a radio Panamericana.
El exvocero indicó que IBIS Dinamarca desde hace muchos años apoyó a los productores de coca en diferentes actividades, como seminarios, cursos, talleres y también en publicaciones de libros y otros.
Informó que en el libro La marcha histórica, que escribió en 1994, Evo Morales en su condición de presidente del Comité Coordinador de las Cinco Federaciones del Trópico de Cochabamba escribió la presentación en la que agradece el apoyo de algunas ONG a la movilización que protagonizaron los productores de coca.
Mientras el presidente Evo Morales negó que la ONG danesa IBIS, acusada de injerencia política, haya financiado en 1994 la marcha de los cocaleros de Chapare y emplazó a su exvocero Alex Contreras a presentar pruebas de las acusaciones.
Morales afirmó que Contreras formuló esa declaración porque trabajaba en una oficina de la Cedib. "Tal vez él haya recibido dinero a nombre de los cocaleros y nunca rindió cuentas”, agregó el Jefe de Estado.
El trabajo de IBIS en Bolivia
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Información sobre el trabajo de IBIS en Bolivia
- Datos sobre Programa de Educación
- Datos sobre Programa de Gobernabilidad
- Memoria Institucional IBIS Bolivia 2012
Información sobre el proceso de expulsión