Por Mario Tabra*
7 de setiembre, 2013.- El teatro es una de las manifestaciones artísticas primarias y más completas que los pueblos han desarrollado desde los albores de la humanidad. El desarrollo de la identidad cultural en las instituciones educativas debe ser un eje transversal de la educación en todos sus niveles, porque pueblo que tiene bien sembradas sus raíces ninguna tempestad lo arrasará.
En correspondencia con lo mencionado luego de semanas de espera las alumnas del 1° grado de la Institución Educativa Señor Cautivo de la provincia de Ayavaca se preparan para poder representar a la región Piura el día 9 de setiembre en la región Lambayeque, en el marco de los Juegos Florales 2013 con su obra teatral de creación colectiva “El Apu de Olleros” que rescata la historia del pueblo Wayakuntu Ayawaka.
Cabe recordar que esta obra se presentó en el Coliseo Gerónimo Seminario y Jaime de la ciudad de Piura representando a la Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) de Ayavaca en el mes de julio, compitiendo con ocho Ugeles de la región, calificando en el primer lugar de la categoría “B”.
La obra rescata la vida del pueblo de los Wayakuntu Ayawaka habitantes ancestrales de la provincia de Ayavaca que se desarrollaron gracias a la agricultura, la ganadería y las artesanías bajo la dirección del APU DE OLLEROS que miles de años después fuera desenterrado por el Dr. Mario Polia y cuyos restos se encuentran en el Museo Vicus de Piura.
Según los investigadores el Apu de Olleros concentraba en sí las facultades económicas, políticas y filosóficas. Era el intermediario entre el Hanan Pacha (mundo de arriba) con el Kai Pacha (mundo presente) y el Uku Pacha (mundo subterráneo). Por este motivo cuando murió, los kamayoqkuna del pueblo lo acompañan en la otra vida, porque para ellos no existía la muerte sino la trascendencia y el deber de servir a su pueblo, sea en el Kai pacha o desde el Uku pacha.
Todos se enterraban con sus instrumentos y herramientas de trabajo para seguir cumpliendo sus tareas. Dos de ellos se entierran en ollas funerarias en posición fetal, simbolizando el volver a nacer, donde la vasija es el útero y el cadáver el feto que vuelven al gran vientre de la Pachamama.
La obra ha sido ambientada con piezas clásicas de la música peruana y latinoamericana como El Cóndor Pasa de Daniel Alomías Robles interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú; Creo en mis Wakas del uruguayo Víctor Heredia; Vasija de Barro interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador, así como una versión peruana de Vasija de Barro que demuestra la integración cultural del área septentrional andina con lo cual la presentación cierra en plena ceremonia de enterramiento. Todo un trabajo de fusión para un mensaje renovado y actual de las herederas del pueblo originario de los Wayakuntu Ayawaka.
El reparto de la obra lo conforman: Aleysi del Carmen Ramírez Jiménez: Apu de Olleros; Heidy Nayeli Villegas Villavicencio: Pacha Sonqo, Patricia Ignacia Rentería Torres: Kamayoq agrícola; Nataly Adamariz Carrión Bernal: Kamayoq ganadero; Angie Lizet Aldean Saavedra: Kamayoq textil y Angelly Daniana: Kamayoq ceramista.
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*Mario Tabra Guerrero es presidente del Frente de Defensa del Medio Ambiente, la Vida y el Agro de Ayabaca. Fue perseguido, judicializado y sometido a torturas en el campamento minero de la ex minera Majaz (Río Blanco) por participar en una marcha pacífica en defensa de los bosques de neblina y páramos del alto Piura y que cumplen una función ecológica esencial para abastecer de agua a los valles de Piura. Un tribunal de Londres logró en 2011 que la empresa Monterrico Metals (accionista de Río Blanco, ex Majaz) indemnizara a los denunciantes por los daños sufridos.