- Los gobernantes acceden al poder empleando símbolos indígenas pero una vez en él no son capaces siquiera de dialogar en una mesa de alto nivel con sus representantes.
Por Jorge Agurto
6 de febrero, 2013.- Los esfuerzos por construir una institucionalidad pública para pueblos indígenas se han visto defraudados durante los últimos gobiernos. Excepto el fugaz mandato provisional de Valentín Paniagua (1) nada serio se ha propuesto o construido en esa dirección. Y lo poco alcanzado, ha sido desmontado y hecho trizas por el siguiente.
Por eso no sorprende que a pocos días de que venza el plazo del Grupo de Trabajo sobre Institucionalidad Pública en Materia de Pueblos Indígenas creado por el gobierno de Ollanta Humala en octubre de 2012 (RM 361-2012-MC) no exista una propuesta bien trabajada y menos aún consensuada.
Si bien ha trascendido de que puede ampliar su mandato es preocupante que esto suceda no porque se esté avanzando en consensuar o concretar una propuesta sino por la ausencia de ésta. Sino veamos.
El Grupo de Trabajo se instaló con mucha pompa el 16 de octubre de 2012 con la presencia del ministro de Cultura Luis Peirano. Pero el avance obtenido a la fecha es francamente pobre si se leen las tres actas publicadas a la fecha en el portal del viceministerio de Interculturalidad (2).
El gobierno que durante su campaña electoral insufló una esperanza de abordar el tema indígena con mayor compromiso ha defraudado al darle la estocada final al Instituto Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Andinas, Amazónicos y Afroperuano (Indepa), institución que ha sido maltratada y debilitada hasta su liquidación completa.
Es falso que sus funciones hayan sido reabsorbidas por dos direcciones dependientes del viceministerio de Interculturalidad. Como lo observó oportunamente el Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos varias de sus funciones estratégicas simplemente desaparecieron (3).
Y es que el Indepa -a pesar de todos sus defectos y limitaciones de hecho- fue creada merced a un gran impulso o empujón de las organizaciones indígenas que propusieron y sustentaron técnicamente una propuesta de institucionalidad pública que fue asumida y aprobada por el Congreso de la República, luego del fracaso del modelo Conapa de Eliane Karp (4).
Es importante anotar -tal como se explicó a los parlamentarios de entonces- que la propuesta de creación del Indepa, en su versión original, no iba a permitir el manejo personal, arbitrario, nepotista, abusivo y discrecional como lo hizo la señora Eliane Karp con el tema indígena. Por el contrario, se trataba de cimentar una institucionalidad pública fuerte, transparente, que impulse políticas de Estado a favor de dichas poblaciones.
La Ley de Creación del Indepa marcó un hito en la evolución de la institucionalidad para pueblos indígenas por que otorgó a este organismo características importantes que las organizaciones no olvidan; entre estas el poseer rango ministerial, estar adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros y contar con un Consejo Directivo con participación directa de representantes de los pueblos originarios (5).
Cambio de escenario jurídico
Con la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (LOPE) promulgada durante el gobierno de Alan García en aras de la modernización del Estado el escenario jurídico se modifica sustancialmente y complica el panorama para la supervivencia de un organismo con las características y atribuciones del Indepa original.
De acuerdo a la LOPE el Poder Ejecutivo se organiza en ministerios y en organismos. Estos organismo solo pueden ser de tres tipos: a) reguladores, b) técnicos especializados (OTE) y c) ejecutores. Estos dos últimos organismos deben estar adscritos necesariamente a un sector o ministerio.
De esta forma desaparecen los organismos públicos descentralizados (OPD) adscritos a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) como lo fue el Indepa en su creación.
Urgencia de salir de la situación actual
La urgencia de salir de la situación actual porque -como se puede apreciar de la tabla- el esquema institucional actual es el peor de los posibles. No solo se carece de peso político, sino que no existe organismo técnico y tampoco hay participación indígena.
Esta situación conviene holgadamente al poder institucionalizado al invisibilizar y reducir la capacidad de actuación a favor de los pueblos indígenas y confirma que el gobierno de Ollanta ha carecido -al igual que los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García- de una propuesta institucional para los pueblos indígenas (6).
Lo recomendable en el corto plazo y en el marco de la "camisa de fuerza" de la LOPE es proponer avanzar hacia la opción 3, y quizás la opción 4 en el mediano plazo. Esto significa exigir se reconstituya el Indepa pero con la condición inamovible de estar adscrita a la PCM -como los organismos reguladores-, en la perspectiva de obtener mayor peso político y capacidad de incidencia transversal. Ambas propuestas se enmarcan, en términos generales, en la ley LOPE, razón por la cual no deben recibir objeción legal alguna.
La renuencia a discutir y adoptar algunas de estas propuestas solo revelará la falta de voluntad política del actual gobierno para atender las propuestas indígenas. Lo importante de proponerlas es que no se atribuya a la parte indígena la ausencia de propuesta concreta.
Cabe mencionar que los OTE tienen en su diseño la posibilidad de instituir un Consejo Directivo que los dirija y en el que pueden y deben participar representantes de los pueblos indígenas a fin de canalizar su contribución en una gestión eficaz y pertinente.
Por un mecanismo de diálogo de alto nivel
El diálogo de alto nivel entre el Estado y los Pueblos Indígenas -que hasta ahora NO ha existido- debe permitir concertar políticas públicas que deben ser ejecutadas por los organismos especializados.
Es importante advertir, que por su naturaleza y ubicación sectorial ni el viceministerio de Interculturalidad ni el OTE serán de por sí suficientes para lograr su cometido. Además, el proceso de instituir un OTE a la altura de las necesidades y en el contexto político peruano no podrá lograrse acertadamente en el corto plazo.
Por esto, es fundamental crear en lo inmediato un adecuado, eficiente y fructífero mecanismo de diálogo Estado–Pueblos Indígenas que permita manejar de forma transparente, concertada y multisectorial la agenda prioritaria para los pueblos indígenas y que organice el tratamiento de la agenda no prioritaria o de mediano y largo plazo.
El gobierno de Valentín Paniagua antes de salir de su ejercicio expidió el D.S. 072-2001-PCM en la que instituyó una Mesa de Dialogo Permanente a fin de proseguir el fructífero trabajo desarrollado por la Comisión Especial Multisectorial, creada mendiante el DS 015-2001-PCM.
Que sepamos dicho decreto nunca ha sido derogado y la mesa de diálogo tampoco se instaló. Por eso está en terreno del gobierno relanzar la nueva Mesa de Diálogo Permanente entre el Estado y los Pueblos Indígenas, en ausencia temporal de un organismo técnico especializado (OTE) para pueblos indígenas.
La importancia estratégica de esta Mesa de Diálogo es que debe integrar a los ministros más involucrados con la agenda de los pueblos indígenas y al Defensor del Pueblo, tal y como se instituyó en ambos decretos de Valentín Paniagua.
El involucramiento al mayor nivel de las carteras ministeriales permitirá trabajar y consensuar algunos nudos, de difícil resolución, y contribuir a que los ministerios jóvenes -Ambiente y Cultura- logren mejor su propósito de influir positivamente y hacer más permeables a los ministerios viejos y rígidos a favor de aplicar una gestión pública intercultural y ambiental, sostenibles.
Una Mesa de Diálogo Permanente bien conducida permitiría crear un espacio y un ambiente proactivo, abierto, colaborativo, eficaz, en el que subgrupos o comisiones, aborden, construyan y desarrollen una agenda pública para pueblos indígenas que recoja los mejores aportes del sector público y privado, y en el que se perfilen planes adecuados y se afiancen compromisos, de uno y otro sector, sin los cuales no habrá una política pública concertada ni exitosa.
La necesidad de un espacio colaborativo de la naturaleza descrita es mayor aún si consideramos los grandes vacíos técnicos del sector estatal que, solo a manera de ejemplo, no posee actualizados ni un catastro de comunidades indígenas ni un directorio de organizaciones representativas a nivel nacional, regional y local.
Sin duda, la apertura de un espacio de diálogo como el que se describe demandará también de parte de las organizaciones indígenas, aliados y equipos técnicos un gran esfuerzo colaborativo de concertación y de trabajo solidario, sin el cual no habrá un avance fructífero. Los pueblos indígenas no deben confundir el espacio público-estatal del espacio propio y autónomo que es menester articular y fortalecer sin perder nunca la independencia política.
Notas:
(1) Por ejemplo ver: "Valentin Paniagua y los Pueblos Indígenas", por Kaethe Meentzen: http://servindi.org/actualidad/1224 o "Condolencia del pueblo Arawak por el deceso de Valentín Paniagua", por ARPI: http://servindi.org/actualidad/1228.
(2) Ver actas en: http://www.mcultura.gob.pe/grupo-de-trabajo-de-institucionalidad-en-materia-de-pueblos-indigenas
(3) CNDDHH sobre Indepa: http://servindi.org/actualidad/33818
(4) "La CONAPA, en términos institucionales fue una gran estafa, hecha únicamente para satisfacer a la primera dama. La CONAPA nunca dejó de ser una simple “comisión”, sin personería jurídica pública, sin presupuesto, y más bien fue una fachada para que Karp intente promover una entidad de carácter privado: la Fundación Pacha para el Cambio. La crisis de la CONAPA, agudizada por personal ineficiente como César Álvarez o Hilda Zamalloa, subordinados en todo a los caprichos de la señora Karp, desencadenó su disolución, en medio de críticas por los elevados sueldos de funcionarios ineficientes". Cita del artículo: "La institucionalidad pública en la agenda indígena", por Jorge Agurto: http://servindi.org/actualidad/13194.
(5) Ver: Organizaciones indígenas rechazan eliminación del INDEPA y piden conserve rango ministerial: http://servindi.org/actualidad/1743
(6) Ver: ¿Tiene el gobierno de Ollanta una mejor propuesta de diálogo Estado – PPII?, por Jorge Agurto: http://servindi.org/actualidad/52372
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Artículos de referencia:
- La institucionalidad indígena en el Perú, por Alicia Abanto: http://servindi.org/actualidad/52455
- Desafíos de la agenda institucional para pueblos indígenas del nuevo gobierno, por Jorge Agurto: http://servindi.org/actualidad/50161
- La institucionalidad pública en la agenda indígena, por Jorge Agurto: http://servindi.org/actualidad/13194