Servindi, 23 de diciembre, 2012.- El Consejo del Pueblo Maya de Occidente difundió el 30 de noviembre un documento de posicionamiento político que aporta criterios para entender la visión del pueblo maya de cara al futuro en la nueva era del Oxlajuj B’ak´tun.
El consejo es una articulación entre autoridades e instituciones propias del Pueblo Maya en el Occidente de Guatemala integrada por el Consejo Mam (San Marcos, Quetzaltenango, Huehuetenango y Retalhuleu), el Consejo K’iche del Quiché, el Consejo K’iche de Quetzaltenango y el Consejo de autoridades comunitarias de Momostenango.
Asimismo, la Asociación indígena de San Francisco el Alto, la Asamblea de los Pueblos de Huehuetenango y las Alcaldías Indígenas del Pueblo Ixil y Comunidades Kaqchikeles de Chimaltenango. A continuación el texto del pronunciamiento:
Consejo del Pueblo Maya de Occidente*
“Por la defensa de la VIDA y el territorio”
Posicionamiento político en el marco del Oxlajuj B'ak'tun
Autoridades del Pueblo Maya de Occidente de Guatemala, reunidos en Consejo, manifestamos: El Oxlajuj B’ak´tun es el tiempo para fortalecer la sabiduría ancestral, la práctica y la búsqueda permanente del equilibrio; un momento en que hay que trascender, elevar la conciencia de los seres humanos y reconocernos como tales para alcanzar el entendimiento colectivo. Significa que debemos procurar que el ser humano sea “verdaderamente humano con equilibrio con el cosmos y la Madre Tierra”, a través del entrelazamiento y respeto entre culturas y la valoración de la identidad de cada pueblo, ya que, sin esto, la vinculación del individuo con su realidad es imposible. Es indignante para el pueblo Maya que el poder económico y las instituciones de gobierno fomenten la FOLCLORIZACIÓN del Oxlajuj B‘ak‘tun, mercantilizando un acontecimiento importante, haciendo imagen política desde la promoción turística, la presentación de espectáculos, que no propician la interpretación adecuada a la cosmovisión Maya.
Es insolente por parte del gobierno de Guatemala cuando hace creer a la comunidad internacional que está promoviendo la cultura maya, porque por otro lado, sigue desarrollando una política agresiva de apropiación de nuestros bienes naturales que se manifiesta en centenares de concesiones e imposición de proyectos mineros, hidroeléctricas, petróleo, monocultivos para empresas transnacionales; en nombre del falso desarrollo como método de dominación y racismo en Guatemala.
La criminalización de las luchas sociales y represión contra nuestros pueblos y autoridades, ha sido la respuesta de la institucionalidad del Estado, ante al ejercicio de nuestros derechos colectivos regulados en el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas. El atentado contra nuestros pueblos; 1 de mayo en Santa Cruz Barillas, la masacre del 4 de octubre en Totonicapán, nos obliga a continuar nuestro proceso de reconstitución y fortalecimiento de nuestras autoridades e instituciones propias; seguiremos impulsando la aplicación correcta de las normas y principios regulados en el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. A partir de la nueva era los pueblos originarios debemos pasar de la sumisión a la participación efectiva como sujetos políticos históricos.
La reforma Presidencial a la Constitución Política de la República, las reformas a la Ley de Minería y al Magisterio, son iniciativas del gobierno que no favorecen a nuestros pueblos, más bien constituyen retrocesos a las conquistas de las luchas sociales porque están dirigidas a consolidar el modelo económico de acumulación basado en los agro negocios: explotación minera, petrolera, hidroeléctricas, la privatización del servicio público que solo beneficia a un reducido número de familias quienes históricamente han explotado y reprimido a nuestros pueblos.
Por lo tanto, recurrimos a nuestros principios y procedimientos ancestrales de toma de decisión, y, en Consejo pactamos lo siguiente:
1. Hacer un llamado a todas las naciones Mayas y pueblos que convivimos en Guatemala, ejercer nuestro derecho de libre determinación, mediante la reconstitución y fortalecimiento de nuestras nacionalidades y Pueblos, para construir un orden político y social basado en relaciones de entendimiento y respeto mutuo; y, un modelo económico basado en los principios, valores y prácticas de nuestra cosmovisión.
2. No permitir más la utilización de nuestros símbolos para nombrar operaciones militares y policiacos, ni mucho menos para nombrar proyectos que atentan contra armonía y la vida de los pueblos; nos comprometemos a Restituir nuestros centros políticos ancestrales para el desarrollo del pensamiento político de la nueva generación.
3. Impulsar articuladamente procesos políticos y jurídicos para exigir del Gobierno, la implementación efectiva del Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, en toda la legislación nacional.
4. Nuestro reconocimiento a todas civilizaciones ancestrales del mundo, que han marcado la historia y la cronología del tiempo que deben ser parte de nuestra inspiración y aspiraciones de transformar las relaciones sociales y políticos.
5. A los científicos del mundo deben mirar hacia atrás y hacia adelante porque los legados ancestrales siguen teniendo vigencia. Llamamos a no hacer uso subjetivo, ni apocalíptico de los ciclos de tiempo marcados en nuestro calendario.
Occidente de Guatemala, 30 de noviembre de 2012
www.consejodepueblosdeoccidente.blogspot.com
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*Articulación entre autoridades e instituciones propias del Pueblo Maya en el Occidente de Guatemala: Consejo Mam (San Marcos, Quetzaltenango, Huehuetenango y Retalhuleu), Consejo K’iche del Quiché, Consejo K’iche de Quetzaltenango, Consejo de autoridades comunitarias de Momostenango, Asociación indígena de San Francisco el Alto, Asamblea de los Pueblos de Huehuetenango, Alcaldías Indígenas del Pueblo Ixil y Comunidades Kaqchikeles de Chimaltenango.