Por César Lévano
El Presidente Ollanta Humala expuso el martes, nuevamente, su idea de lo que es un Estado unitario en relación con demandas regionales y locales. Lo curioso es que su concepto repite el de Alan García en “El perro del hortelano” y el de Jorge del Castillo cuando presidía el Consejo de Ministros.
Expresó el primer mandatario el día de su cumpleaños: “Cumplimos con el concepto de que este es un Estado unitario; es decir, el oro, la plata, el gas, el petróleo, los recursos naturales no pertenecen a una región sino a todo el Perú, a los 30 millones de habitantes y ellos tienen que beneficiarse de esa política”.
Extraño, muy extraño, pero esas palabras se parecen a las que dijo Del Castillo, cuando defendía como abogado empeñoso a la empresa minera china Majaz. La República las reprodujo el 16 de setiembre de 2007: “Piura tiene un millón 800 mil habitantes, y nosotros somos 28 millones de habitantes. Cuarenta mil habitantes no pueden decir ‘no’ por el resto. Ese es el tema”.
Ese no era el tema. Lo que ocurría es que Majaz, es decir unos cuantos accionistas que a lo mejor ni conocían Piura, querían instalar una empresa minera que iba a destruir agricultura y ganadería prósperas, afectando a antiguas comunidades campesinas.
Eso de que Estado unitario significa centralismo autoritario es una idea caduca. Hay que releer el texto de José Carlos Mariátegui sobre regionalismo y centralismo en 7 ensayos que señala el deber de construir la unidad peruana sobre nuevas bases, bases de justicia.
El artículo 43 de la Constitución vigente dice: “El Estado es uno e indivisible. Su gobierno es unitario, representativo y descentralista”.
Todo indica que es un deber conciliar los intereses generales del país con los de las regiones y localidades.
Alan García sostuvo que la selva es de todos los peruanos, pero propuso, en “El perro del hortelano”, entregar grandes extensiones de la Amazonía a grandes empresas que necesitan, digo 5.000, 10.000 o 20.000 hectáreas. Cuando yo, como peruano, creía que podía aspirar a un lotecito de ese suelo de todos los peruanos, me di con la sorpresa de que ese suelo no es de todos nosotros los peruvianos, sino de unas cuantas compañías de Hidrocarburos, madereras formales e informales y sembradores de coca, envenenadores de flora y fauna todos ellos.
En nombre del interés general se puede, pues, arrebatar derechos, pisotear intereses, destruir tradiciones, posibilidades y paz. En el caso de la Amazonía, el Presidente Humala se precia de haber establecido el reglamento de la ley de consulta previa. Las comunidades amazónicas critican ese reglamento. En todo caso, la ley demuestra que los gobernantes deben tomar en cuenta tanto los derechos de las mayorías como las aspiraciones de las minorías.
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Fuente: La Primera