Servindi, 10 de junio, 2012.- Las recientes acciones del Estado mexicano vinculadas a los intereses del pueblo wixárika (huicholes) han generado dudas de su real interés en atender a este postergado grupo indígena. Se habla incluso de intereses electorales a pocas semanas de ir a las urnas.
Una de las primeras medidas erráticas del Estado ha sido solicitar a la Unesco que la llamada Peregrinación a Wirikuta sea inscrita en la Lista de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
En primer lugar, nunca se les consultó a los wixárikas de la propuesta que, a fin de cuentas, "no ayudará a proteger nuestro territorio sagrado Wirikuta", advierten sus dirigentes.
En carta dirigida a la Unesco a mediados de mayo, tres de las cuatro comunidades wixárikas argumentan que lo que ellos llevan buscando hace más de 10 años es su inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial Cultural y Natural que les otorgaría conservar de manera íntegra su territorios y sitios sagrados.
En el primer caso, no se estarían contemplando sus tradiciones, ceremonias y prácticas rituales y culturales, así como los bienes culturales y naturales que allí se encuentran.
Los huicholes sostienen que la propuesta federal "contraviene la solicitud que hemos hecho en reiteradas ocasiones al Estado mexicano y al presidente de la República.
"Nos interesa la declaratoria como Patrimonio Mundial Cultural y Natural porque con eso se defienden todas las zonas específicas, todo el hábitat, cosa que con la inscripción como Patrimonio Inmaterial no ocurre, porque ésta sólo protege ciertas actividades", sostienen.
La misiva acusa al Estado mexicano de presentar la iniciativa sin el consentimiento libre, previo e informado del Pueblo Wixárika.
Mala fe del Estado
El 24 de mayo pasado, a solo dos días del Wirikuta Fest, el Ejecutivo promovió una actividad mediática para mostrar que resuelve el conflicto en Wirikuta con la minera canadiense First Majestic Silver.
Según el portal Salvemos Wirikuta, el Gobierno efectuaba su actividad manipuladora en comparsa con los medios de comunicación, sin consulta previa e intentando dividir al pueblo.
Por su parte, la minera ha expresado su deseo de negociar sus permisos de concesión en una superficie de 761 hectáreas, particularmente del lote denominado “Bonanza 3 fracción 8”, concesión que autoriza extraer “polimetálicos”.
"Lo cierto es que la empresa minera sigue declarando que su proyecto sigue en pie, que en 2013 hace la etapa de construcción y en 2014 comienza la explotación, un discurso completamente diferente al del gobierno mexicano", afirman.
"Desde entonces el pueblo Wixárika nunca ha aceptado recibir una “donación” de Cerro Quemado y Cerro Grande, puesto que no se reconoce el territorio ceremonial de Wirikuta y en nada modifica su proyecto de explotación, que está centrado en cuatro venas de plata principales (San Ramón, Villanos, Madre y San Agustín)".
Felipe Serio Chino, secretario de la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales de Jalisco, Nayarit y Durango aseveró que lo que no se ha entendido es que “Wirikuta es la vida del pueblo wixárika”.
"No es un juego, no es una broma ni una petición, es un derecho básico de existir. Toda la vida de un wixárika, de su familia, de sus cargos en la comunidad depende de cumplir con la tradición", agrega.
Wirikuta Fest
Wirikuta Fest es un festival creado y visionado por músicos, organizaciones no gubernamentales y sociedad civil para exigir al Gobierno el retiro de las 72 concesiones otorgadas a empresas mineras, encabezadas por las canadienses First Majestic Silver Corp. y Revolution Resources Corp., para explotar los recursos que se encuentran en la región emblemática para la cultura wixárika.
Aquí su enlace: http://wirikutafest.com/