Por Fernando Antonio García Rivera*
Servindi, 5 de junio, 2012.- Niñas y niños de nuestros pueblos indígenas, futuros ciudadanos del Perú, les queremos contar las hazañas de nuestros valientes héroes que ofrendaron su vida en defensa de nuestras tierras, cochas, bosques, tahuampas, purmas y los espíritus de nuestros antepasados que ahí moran.
Desde hace miles de años nuestros antepasados iniciaron la vida en nuestros bosques. En estas tierras amazónicas vivimos antes que llegaran los colonizadores españoles en 1542.
Hemos seguido cuidando el monte cuando los patrones del caucho llegaron en 1890 a desangrar la Amazonía y llevarse sus recursos esclavizando a los pueblos indígenas.
Cuando vinieron las empresas petroleras y madereras en 1970 hemos resistido con todas nuestras fuerzas la invasión de colonos, comerciantes y traficantes.
Al mismo tiempo, hemos aprendido el castellano para comunicarnos con los gobernantes y los otros peruanos, hemos aprovechado las leyes para conseguir el título de propiedad de nuestras comunidades y nos hemos encontrado con otros indígenas que antes vivían lejos y juntos hemos comenzado a defender nuestros derechos.
En 1980, cuando las invasiones a nuestras tierras aumentaron, logramos crear AIDESEP como la organización representativa de los pueblos indígenas amazónicos. Liderados por nuestra organización máxima aumentamos nuestras fuerzas para defender la integridad de nuestros territorios y nuestros derechos que poco a poco son reconocidos por el Estado peruano y por los organismos internacionales.
A pesar de los trabajos intensos de nuestras organizaciones para hacernos conocer y respetar por parte de las autoridades y la población en general, siguieron llegando las invasiones de los colonos, madereros y funcionarios del Estado.
Sin embargo, la paciencia de las comunidades y sus autoridades llegó a un límite cuando el 28 de junio de 2008 el gobierno peruano publica 102 DECRETOS LEGISLATIVOS, algunos de ellos verdaderas amenazas para las tierras y los bosques de los pueblos indígenas. Para elaborar estos decretos no consultaron ni informaron antes a los pueblos indígenas como mandan las leyes peruanas.
Cansados del olvido e indiferencia de las autoridades, muchas comunidades indígenas de la Amazonía peruana inician una protesta el 9 de agosto de 2008 para pedir que unos 10 decretos legislativos sean anulados porque afectan directamente a las comunidades y a los bosques donde viven.
Después de este primer movimiento de protesta, los dirigentes de AIDESEP lograron que el 19 de agosto de 2009 el congreso anule los decretos legislativos 1015 y 1073 que afectan a los pueblos indígenas amazónicos y además se acordó formar una comisión en el congreso para que estudien las demás leyes que amenazan a las comunidades indígenas.
Ante la falta de respuestas del gobierno y del congreso, las organizaciones y comunidades indígenas de la Amazonía peruana vuelven a comenzar una protesta el 9 de abril de 2009. A pesar de este nuevo levantamiento, las autoridades no muestran intenciones sanas de querer solucionar los pedidos de las comunidades indígenas.
Los pobladores indígenas que tomaron carreteras y puentes para hacerse escuchar dijeron que no se retirarían hasta conseguir que las autoridades deroguen los decretos legislativos dañinos para toda la Amazonía peruana.
En un clima de tensiones e insultos de las autoridades y algunos periodistas hacia las comunidades indígenas, el 04 de junio de 2009 el congreso posterga la discusión de dos decretos legislativos, lo cual molestó a los pueblos indígenas y a una gran mayoría del país.
En vez de buscar otras formas de escuchar y comprender los pedidos y quejas de los pueblos indígenas, al día siguiente, la madrugada del 05 de junio, fuerzas especiales de la policía comienzan el desalojo de la carretera en la zona llamada “Curva del Diablo”, cerca de Bagua.
Como producto de este operativo violento y abusivo, mueren más de 10 hermanos awajun y wampis y también 24 policías. Además, quedaron heridos y desaparecidos de ambas partes del conflicto. Se criminalizó a los dirigentes y organizaciones indígenas y nuestro país no parece haber aprendido de esta absurda matanza entre peruanos.
Esta tragedia para el país quedará en la historia como el Día de la Dignidad Indígena porque mártires peruanos murieron en defensa de nuestras tierras y bosques. Que las generaciones futuras conozcan que el 5 de junio de 2009, valientes awajun y wampis murieron defendiendo la Amazonía peruana entregada a grandes compañías petroleras en una sola ronda de contratos que ocupan más de 49 millones de hectáreas, más del 70% de la Selva peruana.
Los pueblos indígenas nos hemos levantado para defender la soberanía del país pues no es justo que un grupo de gobernantes entregue casi todo el territorio amazónico a pocas empresas poderosas de capitales extranjeros. Que se entienda bien que nos hemos levantado porque durante siglos no han escuchado a los pueblos indígenas y lo único que buscamos es ser escuchados por todo el país y se reconozca nuestra dignidad de pueblos.
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*Fernando Antonio García Rivera nació en el Distrito de Aucará, provincia de Lucanas, región Ayacucho. Es licenciado en Educación y docente del Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana (FORMABIAP).