Naciones Unidas, 20 de mayo.- Indígenas de todo el mundo denunciaron en la ONU las actuales manifestaciones de doctrinas originadas en el llamado descubrimiento (de América) y otras políticas "moralmente condenables, socialmente injustas y racistas".
El señalamiento forma parte de un documento aprobado la víspera en la jornada final de la XI sesión del Foro Permanente de Naciones Unidas para Asuntos Indígenas que reunió a más de dos mil delegados durante dos semanas en Nueva York.
La presencia todavía de esas prácticas dentro de las comunidades autóctonas es evidente en materia de salud, bienestar psicológico y social, la denegación de los derechos a la tierra, los recursos y los medicamentos y varias formas de violencia, apunta el texto.
También ratifica la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en su denuncia a las doctrinas, políticas y prácticas basadas en la superioridad de determinados pueblos o individuos por razones de origen nacional y diferencias raciales, religiosas, étnicas o culturales.
Recuerda que los colonizadores consideraron a los pueblos indígenas como salvajes, bárbaros, inferiores e incivilizados y usaron esos conceptos para someter, dominar y explotar a esos conglomerados y sus tierras, territorios y recursos.
Los asistentes al foro de la ONU repudiaron la práctica del llamado concepto de supresión, todavía presentes en reglamentos, políticas y decisiones de los tribunales.
Por esa vía, agrega, los Estados han suprimido los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos, a la libre determinación, sus idiomas, religiones e incluso sus identidades y existencia.
Al respecto, señala que esos grupos tienen derechos colectivos a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o utilizado y exige el respeto a sus costumbres, tradiciones y sistemas de tenencia de la tierra.
El encuentro propuso crear un mecanismo para atender las reclamaciones indígenas e instó a los Estados a revisar y modificar sus constituciones y marcos jurídicos para reconocer integralmente los derechos humanos de esos pueblos.
El foro exhortó a velar por que las constituciones nacionales garanticen la no discriminación racial, una noción que encierra toda distinción, exclusión, restricción o preferencia por motivos de raza, color, ascendencia u origen nacional.
La cita anual de los pueblos indígenas aprobó otra decena de documentos referidos a los derechos humanos, los preparativos para la prevista Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas en 2014 y la violencia contra la mujer aborigen.
Sobre este último problema, el foro convocó a los Estados a aplicar planes de acción con perspectiva de género dirigidos a la protección de las féminas indígenas frente a la violencia y para castigar a los responsables.
El objetivo es proteger a las víctimas, enjuiciar a los autores y evitar todas las formas de explotación, en particular la trata de personas, apuntó.
El encuentro emitió otra recomendación sobre los derechos de esas comunidades a la soberanía alimentaria, los cuales vincularon al reconocimiento colectivo de los relacionados con la tierra y los recursos, la cultura y la organización social.
En ese sentido, instó a los Estados a facilitar el fortalecimiento de los sistemas tradicionales de alimentación, "reconociendo y demarcando los territorios indígenas para que puedan desarrollar mejor sus actividades de producción de alimentos".
Asimismo, reclamó avanzar en las negociaciones para un instrumento legal internacional que garantice la protección efectiva del conocimiento tradicional indígena, las expresiones culturales, el folklore y los recursos genéticos.