Foto: Survival International
Servindi, 18 de mayo, 2012.- Las autoridades brasileñas han admitido que el número de invasores dentro de la reserva indígena Awá del Estado de Maranhão es diez veces mayor que el de los propios indígenas, quienes actualmente suman solo alrededor de cuatrocientos cincuenta.
A través de la campaña “La tribu más amenazada del planeta” de la organización Survival International, esta pretende reunir esfuerzos para que la Fundación Nacional del Indio (Funai) de Brasil tome cartas en el asunto.
Podrían haber hasta 4 500 invasores entre ganaderos, madereros y colonos en las tierras de los awá, quienes apenas suman 450, según un estudio del gobierno brasileño.
Cerca de 20 000 mensajes de protesta han sido enviados a Funai, por lo cual los funcionarios han reconocido la gravedad del tema.
Por su parte, el ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, ha recibido más de 1.000 mensajes diarios desde el lanzamiento de la campaña.
La Dra. Marta Azevedo, nueva presidenta de Funai ha confirmado que la desesperada situación de los awás es ahora la principal prioridad de su organismo.
La tierra de los indígenas awás está siendo destruida con más rapidez que la de cualquier otra tribu amazónica debido a la tala ilegal de madera.
El fin de la estación lluviosa convertirá una de sus principales zonas de caza en objetivo de los madereros.
“Brasil es uno de los países más importantes del mundo, con una de las economías más dinámicas, y desde luego tiene los recursos para proteger la tierra de los awá”, señaló Stephen Corry, director de Survival.
“¿Lo va a hacer? Si no lo hace y los awás son destruidos, ¿es que este nuevo ‘milagro económico’ es solo para los ricos y poderosos? ¿Dónde figura ‘el imperio de la ley’ en la jerarquía del dinero y las pistolas?”, agregó.
Awás aislados
También hay en el estado brasileño indígenas awá en situación de aislamiento, quienes viven como nómadas, llevando consigo a sus familias y herramientas como arcos y flechas.
Todo proviene de la selva: los cestos hechos con hojas de palma, los aros de liana que usan para trepar a los árboles y la resina que queman para alumbrarse.