1 de enero, 2012.- "Cambio Climático, Medio Ambiente y Pueblos Indígenas" es el nombre del taller y del foro internacional que se organizó en la ciudad de Guatemala y que congregó a expertos de Bolivia, Colombia, Chile, Guatemala, Perú y Panamá.
El evento que se desarrolló del 6 al 7 de diciembre fue organizado por el Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (INCEP) y el Programa Regional de “Participación Política Indígena” (PPI) de la Fundación Konrad Adenauer (KAS).
El martes 6 participaron en el taller, además de los expertos de los países mencionados, Susanne Käss, representante del PPI, Catalina Soberanis, directora del INCEP, Tjark Egenhoff (KAS Guatemala), e invitados de diversas instituciones indígenas.
Los expositores coincidieron en que pese a que los pueblos indígenas son los que causan menos daños al ambiente, son quienes sufren los peores impactos.
Los planes de mitigación y reducción de los daños no se plasman en políticas reales, tanto a nivel de los propios países como de la comunidad internacional.
Un ejemplo de ello es el Convenio 169 de la OIT. Al parecer existe en la visión de los gobiernos una disputa entre el crecimiento económico y la protección del hábitat indígena. El problema no es la falta de políticas públicas, sino la participación de los pueblos indígenas en las mismas.
El grupo deliberó sobre dos temas: las visiones indígenas y de la sociedad civil sobre el cambio climático y medio ambiente y las visiones estatales. La moderación del grupo de las visiones estatales estuvo a cargo de Susanne Käss.
El grupo estuvo de acuerdo en que las políticas medioambientales tienen que ser transversales. Coincidió en que deberían existir sistemas de alerta temprana.
Consideraron que es importante la educación/formación medioambiental, en el sentido que se transmita una cultura de prácticas medioambientales.
Un problema clave que se identificó fue que a pesar de existir políticas públicas medioambientales, éstas no se cumplen y muchas veces no están armonizadas con las costumbres de los pueblos indígenas.
Como soluciones posibles se mencionaron la creación de movimientos medioambientalistas contundentes y una agenda indígena común.
Asimismo, se señaló la discriminación positiva como método para integrar a los pueblos indígenas en el diseño de políticas públicas y hacer seguimiento al cumplimiento de estas políticas a través del control social.
Tjark Egenhoff sugirió que se podría reducir los daños medio ambientales mediante multas y contando con reglas claras para las empresas que ocasionan un impacto negativo en el medio ambiente. El desafío es construir consensos sociales integrales y no sólo apuntar a consensos mínimos.
El grupo de la visión indígena y de la sociedad civil sobre el cambio climático y medio ambiente, estuvo moderado por Simeón Tiu (Movimiento Humanista Democrático).
En el grupo se afirmó que el cambio climático trae consigo la crisis de la civilización y que tiene graves consecuencias para los pueblos indígenas.
Por un lado, implica heladas, sequías e inundaciones que modifican la vegetación y por ende, su alimentación y su ecosistema. La seguridad alimentaria es otra consecuencia que genera mayor pobreza.
Los desastres naturales destruyen el acceso a servicios básicos, teniendo como resultado el empeoramiento de la condición de vida de los pueblos indígenas.
Además, el cambio climático tiene como consecuencia la migración, la competencia extrema por recursos de los territorios, la ingobernabilidad y la inseguridad social.
Sólo queda como alternativa el intercambio de buenas prácticas entre los pueblos indígenas y un esfuerzo por parte del Estado para incluir a la población indígena en el diseño de políticas públicas.
Las exposiciones del 7 de diciembre fueron presentadas en tres paneles: 1. Cambio climático, medio ambiente y su impacto para los pueblos indígenas, 2. Medidas estatales para la protección del medio ambiente como motor de bienestar para los pueblos indígenas y 3. Casos de estudio.
Participaron Catalina Soberanis y Susanne Käss. El moderador fue Álvaro Popp, director del Organismo Indígena para la Planificación del Desarrollo (NALEB).
Los expositores fueron el Dr. Iván Velásquez con el tema “Medio ambiente, pobreza extrema y desigualdad indígena en Bolivia. Identificando sus causas y rasgos característicos”.
En un estudio comparativo entre los años 2004 y 2010, el Dr. Velásquez analizó la pobreza en cuatro departamentos de Bolivia, enfocándose en las etnias quechuas y aymaras del altiplano y de los valles, demostrando que el cambio climático empeora su condición.
Williams Alexander Chuc centró su exposición en la “Propuesta de sustentabilidad ambiental en contribución al desarrollo de pueblos indígenas” y se refirió a la situación de pobreza en Guatemala y su relación con el cambio climático, dando posibles soluciones a la problemática.
Carlos Balderrama habló sobre la “Percepción de los pueblos indígenas sobre el cambio climático en la cuenca del Amazonas”. La Amazonía contiene la mayor masa de bosque tropical del mundo y proporciona un 28% del oxígeno que se consume.
Los problemas empezaron con la repartición de la selva entre portugueses y españoles, entre las empresas que buscaban caucho, petróleo, ganadería, recursos forestales y agrícolas, causando el exterminio de muchos pueblos indígenas, lo que demuestra que el desarrollo no necesariamente significa una solución al estado de pobreza en el que se encuentran los pueblos indígenas a causa del cambio climático.
Las exposiciones del segundo panel estuvieron a cargo de Alexander Ruiz quien habló sobre “Medio ambiente y pobreza indígena. La importancia del tema en partidos políticos: El ejemplo del PCC” y Andrés Pennycook acerca de la “Incorporación al derecho nacional de regímenes internacionales con connotación ambiental e indígena: aciertos y déficits del caso chileno”.
Alexander Ruiz destacó la necesidad de una legislación específica para los pueblos indígenas, la cual tendría que ser promovida desde las estructuras partidarias. Mencionó que en su país, Colombia, existen 31 artículos especiales en la Constitución que regulan la participación política indígena.
Los movimientos étnicos tienen que unificarse para ser escuchados. Así en Colombia, por ejemplo, los pueblos indígenas pudieron incidir en el diseño del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Andrés Pennycook añade a esto que efectivamente los pueblos indígenas están subrepresentados en la estructuración de políticas públicas. Pero también la culpa la tienen los Estados por la incapacidad de los mismos de implementar legislaciones ya existentes y respetar derechos, como el derecho a la consulta.
Por último, Magdiel Carrión y Marcelino Jiménez expusieron estudios de casos que muestran el conflicto de intereses entre los Estados, las empresas y los pueblos indígenas.
Carrión Pintado, de Perú, hizo hincapié en las comunidades de Cajamarca, región que alberga más del 80% del oro fino de Perú y las concesiones mineras otorgadas por el Estado a una empresa llamada Minera Conga.
Los pueblos indígenas de Cajamarca no sólo no están involucrados en la explotación de oro, sino que esta explotación tiene como consecuencia la contaminación de aguas, entre otros.
Por otro lado, el señor Jiménez presentó el ejemplo de las cuencas hidrográficas en Panamá, las que son explotadas por empresas extranjeras, dejando a las comarcas indígenas sin agua. Una legislación de aguas para comarcas sería una solución, misma que no es tomada en cuenta por el Estado.
Tanto las discusiones en el taller, como en las exposiciones, mostraron el conflicto que existe entre el desarrollo y los intereses de los pueblos indígenas. También para los Estados este conflicto representa un desafío enorme: gobernar en el interés de todos sin perjudicar a nadie.
Definitivamente existen legislaciones para la protección de los pueblos indígenas, pero muchas veces los Estados las ignoran. La aplicación del derecho a la consulta y la inclusión de los pueblos indígenas en el diseño, implementación y monitoreo de las políticas públicas que los afecten, podrían ser una respuesta.
En el marco de los seminarios que el PPI está realizando en torno al medio ambiente y al cambio climático, el tema del derecho a la consulta será analizado a profundidad en el mes de marzo del 2012 durante un evento programado en Brasil.
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Fuente: KAS