Por Miguel Angel Cadenas y Manolo Berjón*
10 de junio, 2011.- El día 27 de abril de 2011 llegamos a la comunidad de Nueva Alianza, río Urituyacu, distrito de Urarinas, provincia de Loreto, para un evento sobre legislación indígena en dicha cuenca. Nos vamos al teléfono comunal para coordinar y nos encontramos la siguiente nota que reproducimos por su interés:
No queremos dejar pasar la oportunidad de felicitar a CEPSA por su preocupación por la Amazonía. Nos parecen sinceras sus intenciones y exhala por sus poros interés por la humanidad, por los pueblos indígenas y por el medio ambiente. Muchas gracias, CEPSA. Ustedes nos aclaran las maldades de las pilas. Y con ello intuimos lo malos que son los indígenas que las usan provocando una fuerte contaminación en la Amazonía. Suponemos que CEPSA, preocupada como está por la contaminación por pilas, también ponga estos afiches en las ciudades y en la puerta del Consejo de Ministros (lo decimos por lo de los relojes).
Gracias a CEPSA sabemos que los indígenas que utilizan pilas para sus linternas, radios o en sus relojes son los causantes de los graves problemas ambientales. Más les valdría a estos indígenas no utilizar pilas para navegar en las noches en sus peque peques, ni ir a “linternear”: ir a cazar o pescar enfocando con la linterna. Ellos son los causantes de todos los males que nos aquejan.
Pobrecitos indígenas que no saben qué hacer en sus comunidades, pero para eso está CEPSA, llena de buenos propósitos, para indicarnos cómo debemos hacer. Claro, las enviamos a la ciudad, será Madrid o Barcelona, porque en Iquitos no existe un lugar adecuado para el tratamiento de pilas. De repente CEPSA contrata un vuelo charter para llevar las pilas a su país de origen, de repente.
El comerciante donde está el afiche es más inteligente que CEPSA y anota números de teléfono y direcciones que seguramente son de mayor interés. Gracias al papel de CEPSA, que no nos indican, pero que estamos seguros será papel reciclado, el propietario de la bodega tiene un lugar donde escribir sin necesidad de tumbar más árboles. Y es que CEPSA está en todo.
¿Por qué un afiche de CEPSA? Por pura casualidad. Bueno, tienen dos lotes petroleros en el Urituyacu, pero eso no tiene nada que ver con esta nota, ni con las buenas intenciones de CEPSA. Por cierto, CEPSA no les proporciona información pertinente a las comunidades sobre sus actividades en dichos lotes, pero eso es secundario frente a la gravísima preocupación por el deterioro ambiental provocado por las pilas utilizadas por los indígenas. Lo de indígenas es una patraña más de estos escribidores que tienen la mala pata de conocer la zona y escribir esta nota.
Gracias CEPSA, porque Compañías petroleras como ustedes hacen más habitable este planeta y una Amazonía más limpia. No importa que no se cumplan las leyes, eso del Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Estas leyes no dejan de ser letra menuda frente a las pretensiones de Compañías como CEPSA. ¿A esto se llama “responsabilidad social”? A otros con ese cuento.
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*Miguel Angel Cadenas y Manolo Berjón, padres de la Parroquia Santa Rita de Castilla, Río Marañón