Lago Atitlán por Biblioteca Comunitaria Rija´tzuul Na´oo San Juan Laguna
Servindi, 20 de octubre, 2010.- El Lago Atitlán, el más profundo de América Central, está contaminado por un tipo de bacteria desconocida que cubre con una capa de escoria gruesa y oscura. Este desastre ecológico pone en riesgo la supervivencia de los indígenas de Sololá.
Los científicos señalan que la causa del color oscuro se debe a la presencia de Lyngbya, que es una especie de cianobacteria muy parecida a las algas verdeazuladas, que existe gracias a los elevados niveles de fósforo y nitrógeno.
La presencia de estos elementos químicos se debe a los fertilizantes usados por los agricultores para el cultivo del café, maíz, cebolla, frijol, entre otros productos agrícolas, informa Margaret Dix, bióloga de la Universidad del Valle que estudia el lago desde el año 1976.
Además, Dix afirma que el problema se agudiza más por el tipo de cianobacteria que se encontró porque hasta el momento no existen estudios sobre ella debido a que “no ha causado florecimiento en ninguna parte del mundo”.
El 2008 el Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA) realizó un estudio donde señala que 972 TM de nitrógeno y 381 TM de fósforo de estos fertilizantes se filtraron en el lago durante los años 2002 y 2003.
Mientras que Nery Paz, director de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago Atitlán y su Entorno, revela que la proliferación de la bacteria se debe a las aguas servidas que ingresan al lago y el ingreso de peces no nativos como el róbalo negro.
Ante situación los más afectados son los indígenas de la cultura maya y los kaqchikel y tz´utujil porque ya no cuentan con agua para su consumo y ya no reciben la visita de los turistas, que les compraban sus artesanías y paseaban por el lago.
El alcalde de San Pedro La Laguna, Joel Francisco Mendoza, expresa su preocupación porque actualmente sus pobladores están prohibidos de usar el agua.
A esto se suma la epidemia de la influenza AH1N1, conflictos locales, el cierre de varios tramos de la Carretera Panamericana a causa de las tormentas tropicales y derrumbes lo que ocasionó que descienda el turismo y así menos ingresos económicos para las familias indígenas.
Pese a todo, algunos pobladores se han organizado como el Consejo Comunitario de Desarrollo de Barrio Cucaña, que cuenta con 300 mujeres que voluntariamente intentan quitar la gruesa capa de escoria de la superficie del lago.
“Estos esfuerzos son indudablemente importantes” señala Iván Azurdia, de la organización ambientalista local Ati´t Ala´, pero sentencia que la solución es a largo plazo y mucho depende de lo que el Estado guatemalteco haga.
El científico Juan Skinner duda de las buenas intenciones del gobierno porque ya existen cuatro plantas de tratamiento de desagües en la cuenca del Atitlán que están paralizadas por falta de recursos técnicos.
El lago Atitlán
Atitlán está situado a 1560 metros sobre el nivel del mar y tiene 18 kilómetros de longitud, se encuentra a 50 kilómetros al oeste de la ciudad colonial de Antigua, en el departamento altiplánico de Sololá en Guatemala.
Es el lago más profundo de América Centra y no tiene desagüe visible, aunque su profundidad es desconocida en varios puntos, hasta el momento se estima que su máxima profundidad llega hasta los 340 metros.
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Con información del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL)