Por Trinidad Vásquez
ALC, 22 de agosto, 2010.- El pueblo de mayangna, que habita en 66 comunidades de las regiones autóctonas de la costa Caribe norte y sur de Nicaragua, lucha por preservar su lengua tuaka y la panamatika.
Una investigación acerca del conocimiento del mundo mayangna y su convivencia con la naturaleza, fue presentada en esta capital, por un grupo de investigadores, en conferencia de prensa convocada.
El estudio está plasmado en El libro de los peces y las tortugas y el texto fue coordinado por Paul Groy, ecólogo especialista en conservación biológica y coordinador del equipo indígena en la reserva protegida de Bosawas, que, juntamente con comunitarios del lugar, realizaron 220 entrevistas a niños y adultos mayores, quienes expresaron sus conocimientos sobre los peces y las tortugas que aparecen registrados, desde tiempos ancestrales, así como los hábitos de captura y las leyendas que rondan en torno a estos animales.
El material, promovido por la UNESCO y el Sistema de conocimientos locales e indígenas, recogió el resultado investigativo de seis años para, finalmente, sacar ese importante texto que revela la convivencia del pueblo mayangna con la naturaleza.
También se contó con el apoyo de la Agencia Española y el Programa de apoyo a la cultura nicaragüense que financia Noruega, a fin de concluir el documento.
En Wasakin, región del Caribe norte, hablan la lengua tuaka más de 6 mil indígenas de cinco comunidades, mientras otros grupos mayangnas utilizan la panamatika, de manera mayoritaria, en esas dos regiones que se resisten a no perder sus raíces idiomáticas, a pesar de no contar con materiales para educar a su nueva descendencia.
Modesta Dolores Palacios, coordinadora de Educación inter-cultural bilingüe en el territorio de Tuaka, presente al darse a conocer el libro, dijo muy segura que no se perderá su lengua, pero que carecen de materiales didácticos para su enseñanza; “a las escuelas llegan libros en mayangna y panamatika y los niños creen que son esas las lenguas que solo existen, pero, junto a otros maestros, atendemos a 500 alumnos en lengua tuaka, de forma oral”, dijo.
El tuaka posee cuatro diferentes formas de pronunciar una palabra escrita, a diferencia del panamatika donde solo hay una. El libro indica que 25 mil indígenas, que viven en esas regiones, hablan sus lenguas nativas.
En la zona del río Boca y al norte del departamento de Jinotega, a más de 400 kilómetros de esta capital, se habla una variante que los líderes llaman yuskus y tananaka, mientras en Honduras, y en la desembocadura del Río Grande, existe una variante conocida como ulwa.
----
Fuente: Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC). Edición en español: Olazábal 2842 1428 Buenos Aires - Argentina