Por Marcos Matías Alonso
Nadie puede negar que, después del 2006, los resultados electorales para el PRD fueron terriblemente desastrosos. Revertir esta tendencia alarmante lo obligó aglutinar su fuerza dispersa y dividida. También hizo alianza con otros partidos para frenar el declarado triunfalismo del PRI. Pronto tendremos el balance si la decisión fue certera o equivocada.
Faltan 10 días para las elecciones del 4 de julio en las que se elegirán a 12 gobernadores. Las encuestas señalan que el PAN puede retener Tlaxcala y Aguascalientes. La coalición PRD-PAN está en pie de lucha en Oaxaca, Sinaloa y Puebla. El PRD, con su propia fuerza, intentará retener Zacatecas y ganará una de las alianzas. En Hidalgo las encuestas favorecen al PRI, pero en las últimas horas Xóchitl Gálvez puede dar la sorpresa (PAN-PRD). Posiblemente el PRI no ganará en los 12 estados. Si no triunfa en más de 8 de las gubernaturas en disputa, será una derrota para el “tricolor”. Si este escenario político acontece se “descarrilaría” la candidatura de Enrique Peña Nieto rumbo a la Presidencia de la República.
El 4 de julio próximo se marcarán tendencias. La posibilidad de cerrar el paso del PRI a Los Pinos pasará necesariamente por garantizar en Guerrero el triunfo del PRD y los partidos aliados. Es colosal la responsabilidad y el desafío de los perredistas. Ello exige máxima voluntad política y no elegir estrategias equivocadas que lleven al partido a su desplome total.
En este contexto de emergencia política en Guerrero, diversos grupos han planeado algunas alternativas. El diputado Filemón Navarro y un grupo de intelectuales prepararon “La estrategia política para el 2011”. En su propuesta señalan: “la izquierda guerrerense está obligada a diseñar una estrategia que le asegure recuperar el terreno perdido…Para lograrlo se deben cuidar al menos cuatro aspectos”. Entre ellos, la unidad del partido, el proyecto de gobierno, las alianzas políticas y el perfil del candidato.
Una segunda iniciativa, incubada hace varios meses, es promovida por Guillermo Sánchez, Octaviano Santiago Dionisio y Saúl López Sollano. Su “Manifiesto al Pueblo de Guerrero” fue publicado en El Sur del 22 de junio pasado. Sus preocupaciones giran en torno a la división de la izquierda; al abandono de los principios democráticos; convertir al PRD en un verdadero partido de izquierda, etcétera. Convocan a construir un “Frente Político de Izquierda” (FPI) y llaman a “no retroceder en el proceso democrático que tantos años y tantas vidas ha costado, para que no seamos los sepultureros de la esperanza del cambio, por el contrario… vayamos unidos junto al pueblo a la conquista de la próxima gubernatura del estado”.
Una tercera propuesta se presentó en el marco de la concentración ciudadana en Renacimiento (20/VI/10). El diputado Armando Ríos Piter expuso las ideas fundamentales del “Frente Amplio de las Izquierdas” (FAI), publicado en El Sur y en La Jornada Guerrero (21/VI/10). En su postulado, el FAI propone cinco ejes a discutir: profundizar la democracia, combatir la pobreza y reducir la desigualdad, conservar el medio ambiente, la seguridad, la justicia y los derechos humanos y el crecimiento económico que necesita Guerrero. En su intervención, Ríos Piter explicó los objetivos de la conformación del Frente. “Un amplio Frente de base, que a partir de la militancia aquí reunida, logre recorrer casa por casa, que en todas sus acciones, convoque a la unidad de la izquierda, a partir de un proyecto conjunto. Donde podamos convocar con aire renovado a la sociedad”.
Estas son las tres principales iniciativas abiertas al debate público. Ninguna contiene propuestas inamovibles o selladas con roca. Están en proceso de consolidación y en franco diálogo con los actores sociales. No son documentos irreconciliables o excluyentes. Ninguno tiene la verdad absoluta y tampoco cierra otros proyectos políticos en gestación. Es normal que haya disensos en sus visiones y posiciones. Pero también hay consensos y coincidencias básicas. Son necesarias todas las ideas que contribuyan a fortalecer al PRD y democraticen a la sociedad. Ninguna debe ser satanizada o bendecida sin propiciar su respectivo debate.
Es urgente construir puentes de comunicación con todos los grupos proponentes en un clima de respeto y cordialidad recíproca. Es hora de sembrar ideas y propuestas que resuciten el interés de la ciudadanía. Necesitamos definir con quién y cómo diseñar la estrategia de alianzas que necesita la izquierda. La experiencia ha enseñado que cuando alguien no sabe cómo hacer la política constructiva; solo se dedica a reñir con otros; carece de rumbo, no dispone de brújula y tampoco sabe dónde quiere llegar.
Debemos hacer un esfuerzo por abandonar los conflictos internos que tanto daño han causado. El odio y el rencor acumulado nublan toda posibilidad de comprender los procesos emergentes. Extirpemos de nuestros corazones la agresión y descalificación infundada. Será posible que no seamos capaces de desterrar nuestras posiciones belicosas cargadas de peligrosas provocaciones. Será imperdonable que, por su creciente encono, la izquierda no sea capaz de unificar posiciones para construir un candidato de consenso y acuerdo político.
Desmontemos la rabia y el conflicto. Entre todos, levantemos el PRD que demandan los guerrerenses. Necesitamos tender puentes de cortesía y diplomacia política. Urgen brazos, pensamientos, oídos y voluntad comunicante para la acción común. Apremian lazos duraderos que resistan embates internos y externos. Sólo de esta manera, el PRD y los partidos aliados transitarán hacia la próxima victoria electoral.
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Fuente: Recibido del autor y publicado también en La Jornada de Guerrero, 25 de junio de 2010.